game of perfect betrayals [Luke Castellan]

Capítulo 6: Brothers Love.

Temprano a la mañana siguiente, Luke y Ollympia se encontraban en los campos de practica en medio de un duelo de espadas. Sus cabellos mojados en sudor caían sobre la frente de ambos y, a pesar de que era inicios de otoño y corría una briza fresca, tenían las camisetas naranjas del campamento pegadas al torso.

Un golpe. Luego otro. Poco a poco los campistas que se encontraban practicando cerca de ellos dejaron de lado sus quehaceres para acercarse a mirar el duelo entre los dos mejores espadachines del campamento. Siempre que la gran pareja del campamento mestizo se disponía a hacer algo, el resto de campistas miraba. Cada duelo, cada escena romántica, cada beso, cada mirada molesta, cada posible pelea era observada por el resto. Ellos eran autenticas celebridades dentro de esas fronteras: después de todo un chico con el talento y carisma de Luke y una chica con la belleza e inteligencia de Ollympia eran una pareja peligrosa.

Más peligrosa de lo que cualquiera de ellos podía llegar a imaginar.

Pero en otras ocasiones podía llegar a ser cansador. No podían hacer nada sin tener los ojos de decenas de campistas mirándolos fijamente. Por eso, sus noches sobre el techo de la cabaña de Hermes eran su momento de paz. Aquel momento en el que solo eran ellos dos, sin esas múltiples miradas curiosas sobre ellos.

Aun así, en momentos como aquel, donde tenían tiempo de presumir sus habilidades, ambos amaban en igual manera la atención de los demás mestizos.

—¿No piensas rendirte? —preguntó Ollympia, antes de lanzar un mandoble hacia la derecha. 

Luke lo detuvo justo a tiempo para evitar que su espada saliera volando por los aires. Una sonrisa sarcástica decoró sus labios de manera que más de alguna de las chicas de la cabaña de Apolo que miraba se sonrojó.

—Linda —la llamó —... Si quieres parar solo debes decirlo. 

—¡Ja! ¿De verdad crees que puedes vencerme? Será divertido ver como caes de rodillas frente a mi.

Antes de que pudiera responder, lanzó otro golpe por arriba, intentando desconcentrarlo para rápidamente atacarlo por los costados. Lamentablemente, llevaban tanto tiempo enfrentándose mutuamente que conocían perfectamente las estrategias de batallas del otro.

—¡No te dejes vencer, Ollympia! —gritó Clarisse entre los gritos de apoyo hacia Luke. La hija de Ares había estado practicando con su lanza hasta que se percató del emocionante duelo de su amiga.

Los enamorados siguieron retándose mutuamente. A cada golpe propinado por Ollympia, Luke respondía casi de inmediato, y a cada intento de desarme de Luke, Ollympia lograba salvarse sin mucho esfuerzo. Cerca de cinco minutos más tarde, tiempo en el cual al rededor de diez mestizos más se unieron a mirar, Silena se abrió paso entre los espectadores.

Lo primero que vio fue a Luke en el suelo con la espada delante de él, intentando quitarse a su novia de encima, la que lo amenazaba con la hoja recién afilada de su espada.

—Vaya, ¿no encontraron una forma más pacifica de resolver sus peleas? —preguntó con ironía la hija de Afrodita. Los chicos no respondieron, estaban demasiado ocupados intentando alimentar sus egos venciendo al otro —. Bien, váyanse todos, el show terminó —luego se dirigió a Clarisse —. Tú no. Quirón quiere verte en el comedor, ya será la ceremonia en la que el hijo de Poseidón decidirá quienes lo acompañarán en su misión a por el rayo maestro y quiere que estés allí.

Los ojos de su amiga brillaron de emoción, a pesar de su expresión se vio tan seria como siempre.

—Y ustedes —observó a la pareja que seguía batallando de un lado a otro en el suelo —, Quirón quiere que también estén allí.