game of perfect betrayals [Luke Castellan]

Capítulo 2: The Lightning Thief.

Dos años después...

—Repasemos el plan.

—Luke, ya lo hemos repasado más de cinco veces.

—Yo voy por el rayo —la ignoró —, y tú...

—Vigilo que nadie despierte. Guardarás el rayo en la mochila y a la mañana saldremos del Olimpo —repasó, algo cansada —. No es tan difícil.

—Bien, si te lo sabes.

—Lo hemos repetido el tiempo suficiente como para que se me quede tatuado en el cerebro —respondió Ollympia, susurrando —. Estas muy nervioso.

—¿Tú crees? —Luke bebió un sorbo de la botella de vino que habían robado del despacho del señor D aquella mañana. Ollympia se burló y le arrebató la botella de las manos.

—Relájate.

—¿Relajarme? Esta es la tarea más importante, es el comienzo de algo grande. ¿Entiendes lo que te digo, linda? Cuando robemos el rayo maestro la guerra se va a desatar y el plan de Cronos por fin comenzará a tomar forma. Si esto no funciona...

—Va a funcionar —lo interrumpió, segura de su afirmación.

—Lym...

—Oye, ¿es que no recuerdas que yo jamás vuelvo de una misión sin victoria? —Luke sonrió —. Todo saldrá perfectamente.

—Si, tienes razón. Mientras te tenga a mi lado todo saldrá bien.

Luke pasó su brazo por sobre los hombros de su novia y se recostaron sobre el techo de la cabaña 11. Las estrellas brillaban con emoción aquella noche, como si intentaran brillar lo más posible, como si fuera el inicio de algo grande. Ta vez porque lo era. 

A lo lejos, las luces de la Casa Grande se apagaban una por una, dejándolos absolutamente solos en la penumbra. De no haber sido por las luces de la cabaña de aquel mestizo, habrían estado en completa oscuridad.

—Mañana será el gran día —murmuró para si mismo.

—Ya lo creo.

Ollympia lo observó con sus brillantes pupilas y lo besó.

Claro, el día siguiente sería el gran día, porque estaban a punto de levantarse en contra de los dioses, estaban a punto de quemar el mundo.

🎕

Ollympia se recostó junto a las demás chicas de su cabaña. Observó de lejos como Quirón se paseaba entre los campistas para asegurarse de que estuvieran todos. El plan del señor Cronos era muy sencillo: Luke debía usar el yelmo de Hades para escabullirse en la sala donde descansaban los tronos de los dioses para robar el rayo maestro de Zeus y esconderlo en la mochila de Ollympia. Mientras tanto, ella debía asegurarse de que nadie despertara y Quirón no se percatara de la ausencia de un alumno.