game of perfect betrayals [Luke Castellan]

Capítulo 23: Before the lightning.

Cuando Ollympia volvió a su cabaña todos sus hermanastros ya estaban allí. La cena había terminado recién, pero todos ellos habían corrido hasta la cabaña preocupados por ella, pensando en que la encontrarían ahí. Por el contrario, Ollympia pensó que al menos tendría tiempo para disimular su escape con Luke.

—¡Aquí estás! —dijo uno de sus hermanastros al verla entrar —. ¿Qué te pasó?

Ollympia abrió los ojos de golpe al verlos a todos sentados sobre sus respectivas camas, esperándola. Esperaba ver la cabaña vacía, esperaba ser ella la que recibiera a sus compañeros. Se había entretenido demasiado con Luke.

—¿Qué están haciendo todos aquí? —se apresuró a peinar su cabello con los dedos, nerviosa.

—Te estábamos esperando, por supuesto —dijo otra chica —. No te vimos en la cena y nos preocupamos.

—¿Dónde estuviste?

Todos la miraron de arriba abajo.

—Fui a dejar el casco a la Forja, necesitaba que le arreglaran una abolladura —contestó nerviosa —, luego fui al establo y supongo que me entretuve demasiado tiempo.

—Te perdiste la cena.

—Lo sé.

—Bueno, será mejor que vayas a ducharte antes de que comas los trozos de piza que te guardamos —dijo Silena, levantándose de su cama dispuesta a sacarla de aquel aprieto. Ollympia se percató de esto y no se negó. 

Silena la tomó por los hombros para guiarla al baño y tan pronto como ambas estuvieron tras la puerta esta la miró con los ojos muy abiertos, como esperando que Ollympia le contara lo que en realidad había estado haciendo mientras todos los demás cenaban.

—¿Y bien?

—¿Qué? —esperaba poder saltarse esa conversación.

—¿Esperas que me crea todas esas mentiras? —preguntó Silena, irónica —. Sé muy bien que Luke tampoco fue a cenar hoy.

Ollympia comenzó a jugar con sus dedos algo ansiosa.

—¿Y bien?

—¡Por qué me haces contártelo si ya sabes lo que pasó! —reclamó —. Eres mala.

—Quiero oír que confirmes mis sospechas.

—Mmm... Ya. Digamos que... Luke, él Luke que tú conoces, y yo... estamos... intentando algo.

—¿Saliendo? —comenzó a dar saltitos, emocionada. Asintió. Silena dejó escapar un grito pero pronto cubrió sus labios con ambas manos —. ¡¿Cómo novio y novia?! —exclamó en un susurro.

—Si.

Ollympia ya no pudo retener su emoción y ambas comenzaron a saltar emocionadas en el baño, intentando contener sus gritos para no alertar al resto de la cabaña de lo ocurrido a las orillas del río y en la cabaña de Hermes. 

—¿Y qué hay de tu juramento? ¿Qué hay de la profecía? ¿Qué hay de todo eso? —preguntó.

—Nada de eso importa ahora.

—¿Y no te preocupa? 

Se arrepintió casi de inmediato de hacer esa pregunta. La mirada soñadora de Ollympia se transformó en una mirada llena de preocupación. Por supuesto que le importaba el futuro, pero lo que ahora necesitaba era olvidarse de eso.

—Bien —Silena intentó cambiar el tema —, te dejo mientras voy a servirte la piza, dejaré todo encima de tu cama.

—¿Era en serio cuando dijiste que me habías guardado algo?