Jupiter. (Jenlisa)

𓂃 ࣪˖Capítulo 21. ִֶָ𐀔

૮꒰ྀི⸝⸝JENNIE KIM⸝⸝꒱ྀིა

—Cuéntame, ¿folla horrible? —se intentó burlar Taehyung, yendo a mi lado—. No me quiero imaginar lo mal que besa.

—Si supieras que... —me detuve a mí misma—, aún no se da nada entre nosotras.

Tenía el presentimiento de que Taehyung por celos podía ser muy bocón, no quería que eso ocurriera, ni que delatara lo que yo estaba teniendo con Lisa, no todavía. No estaba disfrutando lo suficiente de ella, el beso de anoche no se comparó a nada de todo lo que quiero de Lisa. Sus manos sobre mi cuerpo se sentían jodidamente bien.

Ese placer con el hecho de mirarme, era estupidamente cegador, nunca me imaginé poder sentir tanto placer por una persona como ella. Y no tuve el coraje de enfrentarla y tocarme anoche, seguí su orden al pie de la letra.

Era dominante, aquí podía ser una profesora ejemplar y confundir a sus estudiantes, hacerles creer con esa sonrisa de angel y aquella mirada dulce, que no mataba ni una mosca, pero en ese momento fue otra persona, me tomó y besó con vehemencia, se entregó en un beso para nada principiante, estremeciendo hasta la ultima celula de mi cuerpo.

Y ahí fue donde me di cuenta de que soy capaz de alejar a todo el que quiera acercarse a ella, me daban unos celos incontrolables, podría ser mayor que yo, tener quizás un cargo importante, pero me latía el corazón de manera desenfrenada. Me remojé los labios ante el ansioso y excitante recuerdo, su sostén entre mis manos, yo acariciando la parte de su cuello.

Fue lo último que me imaginé capaz de cumplir, y fue lo primero que cumplí, me tomó tiempo, pero definitivamente se logró. Era una tortura, un recuerdo tortuoso el cual quería repetir desde ya, no la había visto entrar, quizás llegó más temprano que yo y en estos momentos se encontraba en su aula.

—¿Bromeas? —me miró dudoso—. Jennie, eso tiene que ser mentira.

—No lo es, la profesora es difícil, siempre que quiero besarla me rechaza, Tae —me recosté del casillero—. Creo que no podré.

—No te creo nada —soltó una risa—. Tú no te rindes, Kim. Tú le sigues hasta volver loco a cualquiera, ella no es la excepción.

Con la mirada perdida en una esquina, le dije:

—Puede que sea ella que me esté volviendo loca a mí —enterré mi labio inferior en mis dientes—. Es guapísima.

—Lo es, sí —cerró su casillero—. Pero estás lenta, te la van a robar.

—Nadie sería capaz de tocarle un pelo —repliqué—. Nunca.

—¿Estás celosa? —buscó mi mirada—. Cualquiera diría que sí.

—No lo estoy, solo cuido lo mío —me hice el cabello a un lado—. Y si besara, dudo que sea mal.

Dije con intenciones ocultas.

No tenía por qué mentir, los labios de Lisa eran gruesos y fabulosos, se acoplaron a los míos, sus manos detrás de mi cabeza para fortalecer el beso, mientras se deslizaban con fuerza, presionando en mis caderas. Empujándome en dirección a su cuerpo para ejercer esa presión en mi sexo. Por el descontrol de ese beso, pude apostar que ella ansiaba eso tanto o más que yo.

Quería romper con todo lazo de espacio entre nosotras y pegar nuestros cuerpos hasta que no hubiese espacio.

Ahogué un gemido y regresé a la realidad, estaba reviviendo los momentos de anoche.

—Lo tuyo —Taehyung se rio y posó su mano en mi cintura—. ¿Nos vemos después de clase?

—Yo... —dirigí la mirada a las escaleras de donde Lisa estaba bajando con Dahyun, los labios se me secaron y más porque me está observando en una posición comprometedora, aquella entrecerró la mirada, pero fue corto el contacto, regresando a Dahyun—. Suéltame —lo hice a un lado—. Recuerda que estamos en público.