૮꒰ྀི⸝⸝LALISA MANOBAL⸝⸝꒱ྀིა
—¿Quién te estaba escribiendo? —preguntó William.
—Nadie, o bueno, era una alumna, quería ayuda con unos ejercicios —comuniqué.
—Ya no estás en horario de trabajo, déjala —me arrebató el celular y lo dejó sobre la mesa de centro—. Hablemos de lo nuestro.
—Hablar de lo nuestro —repetí—. Pensé que había quedado claro.
—Lisa, he esperado mucho, ¿qué más quieres que haga? —soltó hastiado—. ¿Me tendrás así toda la vida?
—Si me amas, debes aceptarlo, William. Tú quieres sexo, yo no -me puse de pie alejándome de él—. Quiero... no sé, ver la relación de otra manera, ¿no lo entiendes?
—Te entiendo, Lis... pero tengo necesidades —soltó explosivo—. Vamos, no retrases lo inevitable.
—Si tienes algún problema con lo que te estoy ofreciendo ahora, regresa a casa, William. Yo por el momento no tengo cabeza para eso.
—No estaré para siempre, en algún momento daré riendas sueltas an mis instintos, cuando te engañe no quiero reclamos —expuso.
—Te invito a que lo hagas, no soy nadie para pedirte que no. Si no puedes esperarme, ¿de qué sirve que me demuestres que has cambiado?
William tomaba decisiones impulsivas, como las de irse y dejar la conversación por mitad, yo detestaba esas conductas. Él seguía haciéndolas, imitando su yo del pasado.
Fui en busca de mi celular nuevamente, y busqué la conversación con Jennie, ella ya no estaba conectada, pero Jennie sigue buscando la manera de contactar conmigo, esto se estaba saliendo de mis manos, estaba más preocupada por como se desarrollaría esto, Jennie no era menor, pero era mi estudiante, eso de por sí es un delito.
Iba a cometer un delito por dejarme llevar por una de mis alumnas, por eso quería a Jennie lejos, y de alguna manera tengo que lograrlo.
Busqué el número de Rosé, y llamé, pidiéndole que viniera a mi departamento, que quería hablar con ella.
Aceptó y a los minutos ambas nos encontrábamos en la sala, tomando una taza de café.
—¿Quieres que te cambie con una de las profesoras de matemáticas?, ¿eso por qué? —inquirió.
—Ya no me siento cómoda de ese lado, creo que podría familiarizarme con los demás alumnos, tú tienes más confianza con el director, sé que si le dices puede quizás concederme eso.
—Quizás lo haga, Lisa, pero no es fácil. No solo él tiene que estar de acuerdo, sino también la otra profesora. Pero lo que no entiendo es el porqué.
—Rosé... bien, se siente extraño, Jennie está muy necia y rebelde –declaré, pero también mentí.
No era la única razón.
—Todo lo que ha logrado Jennie en tan poco es increíble, no te preocupes, meteré la mano por ti, Lisa —me miró dubitativa—. Pero no es lo único, ¿qué más tienes por decirme?
—Rosé, se me insinúa... no pierde día en el cual me diga cosas raras —me pasé la mano por el rostro—. Estoy perdiendo la cabeza.
—¿Jennie se te insinúa?, no puede ser —soltó sorprendida—. Lisa, eso es grave, si se enteran de algo así...
—¡Por eso no quiero impartir más clases ahí, perderé mi trabajo, todo lo que he querido por una mocosa que lo único que quiere es perjudicarme, Rosé! —respondí exaltada—. Por eso, quiero el cambio.
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Jupiter. (Jenlisa)
Lãng mạnLalisa Manobal es una profesora que se mudó a la ciudad para así tener una oportunidad más abierta en su profesión, consiguiendo un buen trabajo luego de años de tener que sobrevivir para poder pagar su pequeño departamento, encontró lo que buscaba...