Link, el héroe de lo salvaje, aquel que ha sido elegido por la espada que doblega la oscuridad, al igual que sus antepasados tiene aquel don especial con las mujeres, que lo llevara a todo tipo de situaciones durante su épico viaje para salvar a Hyr...
Mipha tenía una gota de sudor en la nuca, mientras frente a ella yacía Link, portando un arco en su espalda, junto con varias flechas en un carcaj.
—Veo que de a poco vas aumentando tu arsenal.
—Esa es la idea.
—Asumiré que los has traído para mostrarme tus habilidades, así que adelante, hazlo.
Link agarró el arco que llevaba en su espalda junto con una flecha, la cual tensó y apuntó a una manzana que había en un árbol, la cual no duro mucho allí, pues fue atravesada justo en el medio y callo al suelo, para ser recogida y mordida por el niño.
—Me esperaba algo menos preciso, veo que se te da bien.
—Aun puedo mejorar.
—Ciertamente, pero ni siquiera así podrás igualar el poder de una lanza.
A Link se le pararon las orejas.
—Te oigo.
—¿No has pensado a usar una lanza? Son de lo más útil, poseen una gran fuerza y sobre todo te ayudan a mantener una distancia ventajosa sobre tu rival.
—Se oye útil, pero, ¿Quién podría enseñarme?
Link poso su mano sobre su mandíbula y empezó a barajear posibilidades, mientras tanto, de fondo, Mipha empezó a silbar, para posteriormente empezar a apuntarse a si misma.
—¡Yo puedo hacerlo!
Harta de que su amigo no la considerara, Mipha decidió decírselo de cara.
—¿Sabes usar la lanza?
—Creí que había quedado explicito, es el arma por defecto de los Zora.
—Ya veo. Siendo ese el caso, ¿Podrías enseñarme a usarla?
—Fufu Esperaba a que dijeras eso algún día, ¡Prepárate! Te enseñaré el conocimiento ancestral heredado por los Zora.
Mipha empezó a hablar de forma dramática, lo que provocó una mirada extraña por parte de Link, la cual no tardo en ser notada.
—D-Deja de mirarme y ve a buscar dos palos que hagan de lanzas.
Link se limitó a hacer caso.
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—Pero pregúntenle si sabe nadar bien...
Ya habían pasado 3 semanas desde que Mipha había empezado a darle lecciones a Link, las cuales, para sorpresa de la Zora habían avanzado a toda maquina, lo cual le había permitido darse cuenta de algo.
—«Él tiene el don».—Pensó Mipha—«Aprende muy rápido y mejora a una velocidad mayor. Supongo que no por nada es el elegido...»
A pesar del orgullo que sentía por su amigo, la chica no podía evitar sentirse algo deprimida, todo lo que Link había aprendido como si nada a ella le había costado hacerlo.
