Capítulo 48 - Caída.

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La escena inicial de este capítulo es una continuación directa de la del anterior. Al final del capítulo explicó esta y más cosas, así que lean esa parte, por favor.

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La charla entre ambas vai se prolongó más de lo esperado. Como ya habían acostumbrado, ambas partes trataban de sacar el máximo provecho en las negociaciones para el beneficio de su pueblo, aún así, debían de admitir que hasta cierto punto todo esto se les hacía divertido. 

—Creo que eso es todo.—Mencionó con alivio Zelda. 

—Sí. Me alegro que hayamos podido llegar a un acuerdo, princesa. 

—Igualmente...¿Dónde estará Link?

La luna hizo acto de presencia y la hora de su partida estaba cerca. Necesitaba de su escolta para abandonar el lugar y darle fin a otro día largo de trabajo, sin embargo, este no aparecía aún. 

—Déjalo. Siempre haya algo que hacer en el desierto. ¿Qué hará cuando ya lo haya explorado todo?—Preguntó Riju con gracia. 

—Supongo que tal vez siente cabeza. No puede andar de aquí para allá toda su vida. 

La juventud, el rubio estaba en el apogeo de la misma, le incentivaba a la aventura, a la exploración y a seguir su instinto de diversión sin pensar mucho al respecto. Para Zelda, esto era una etapa, eventualmente él crecería y al ya haberlo visto y descubierto todo, ese fuego se apagaría y daría paso a una versión de sí más tranquila, dando inicio a la adultez.

—«¿Me pregunto si yo disfrute de mi juventud...?»

Ciertamente ella no era tan activa como su amigo, pero eso no significaba que hubiera dejado pasar sus mejores años sin disfrutarlos, ya que, si bien, también eran sus responsabilidades, el reconstruir el reino le ha estado dando un sentimiento de realización y felicidad al ver como la gente que solo podía ver un futuro oscuro por el acecho de Ganon, ahora sonreía con esperanza. 

—«Todo ha valido la pena.»

—Sentar cabeza... 

¿Link, el héroe de lo salvaje deteniendo su explorar? Era algo complicado de si quiera imaginar, pero no parecía una idea tan descabellada. Compartía, sin saberlo el mismo razonamiento que la princesa. Aunque, tenía que admitir que no le agradaba del todo la idea, uno de los atractivos del chico yacía en ese comportamiento. 

—Me pregunto dónde se asentaría si eso llegase a pasar.

—Obviamente en el palacio.—Respondió con seguridad Zelda. 

Oh Claro, puede venir a vivir aquí. 

La confusión se hizo evidenciar en la hyliana cuando miro con duda a la matriarca, quien sonreía con confianza, y no solo eso, podía sentir como si su aura acabase de cambiar totalmente, una digna de alguien omnisapiente, con completa certeza de lo dicho. 

—¿A qué te refieres...?

—Exactamente a lo que dije. Si él lo deseara podría venir a vivir aquí. Junto a mí. 

—Pero, Link es un hombre, no puede hacer eso. 

—Considero que esto es un asunto que le concierne, así que permítame comunicárselo: Muy pronto habrán cambios por aquí, los que harán que él, incluso siendo un hombre, pueda estar en la ciudadela sin ningún problema. 

El rey de 3 razasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora