—Me estoy empezando a arrepentir de esto...
—Decídete, ¿Quieres que lo haga o no?
Era una de aquellas noches en las que Link y Mipha se reunían, hoy en particular había algo más que una simple y agradable charla. El espadachín se hallaba sentado en frente de la princesa Zora, la cual sostenía en su mano hábil lo que parecía ser una aguja, aunque un poco más gruesa que una normal, mientras que en la otra tenía una manzana cortada a la mitad.
—¿Me quieres recordar por qué es que quieres tener perforaciones?—Preguntó Mipha.
—Simplemente me parece que son geniales...Uff Hazlo rápido.
—Tranquilo, velocidad es mi segundo nombre
—¿Siempre tuviste un se—?
Aprovechando los pensamientos vagos de su amigo, Mipha perforó rápidamente ambas orejas. En cuanto sintió como el dolor se expandía a través de sus oídos, Link se tiró al suelo y empezó a rodar.
—¡Duele!
—¿Qué esperabas que ibas a sentir? ¿Placer? Literalmente acabo de perforar tu piel.—Dijo Mipha con una sonrisa de diversión pura.
Al cabo de unos segundos el dolor se esfumó y Link se recompuso.
—Gracias.
—No hay de que, sabes que siempre puedes contar conmigo para lo que sea...¡Casi lo olvido!
Reaccionando a su despiste, Mipha saco una pequeña caja de entre sus vestimentas y se la ofreció a Link, el cual confundido la agarró y abrió.
—Unos pendientes...
—Sí, cuando me hablaste sobre tu idea, no pude evitar emocionarme al pensar en que ahora siempre podrías llevar algo mío. Los hice yo misma.
—No tenías que tomarte las molestias...Gracias, los llevaré siempre.
Link rara vez dejaba ver al mundo como se sentía, solo habían pocas personas que lo podían conseguir sin muchos problemas, entre ellas, su querida e intima amiga. Iluminado por la luz de la luna, el Hyliano le dedicó una sonrisa a Mipha en agradecimiento por las molestias que se había tomado.
—«¿En qué momento ese niño tierno se volvió en un adolescente tan guapo?»—Pensaba la princesa Zora con un sonrojo tímido.—¿Q-Qué esperas? Póntelos de una vez.
—¿Me quieres hacer los honores?
—Esta bien...
Mipha agarró los pendientes, se acercó a Link y se puso de puntillas, aun así no fue suficiente y tuvo que pegar sus cuerpos para alcanzar sus orejas, en donde puso un arete en cada una, tan rápido como pudo.
—«Su cuerpo es cálido.»
La chica tomo cierta distancia del rubio, dándole la espalda, dejando ver ligeramente su rostro con la mirada baja, mientras el agua hacía de un fondo hermoso.
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El rey de 3 razas
RomanceLink, el héroe de lo salvaje, aquel que ha sido elegido por la espada que doblega la oscuridad, al igual que sus antepasados tiene aquel don especial con las mujeres, que lo llevara a todo tipo de situaciones durante su épico viaje para salvar a Hyr...