Ganon, el cataclismo, fue el encargado de hace 100 años llevar al borde de la destrucción y el caos al reino, sin embargo, fue detenido y sellado por la princesa Zelda a lo largo de este lapso de tiempo.
Aun así el reino fue incapaz de volver a ser lo que era incluso un siglo después, esto debido a todos lo daños que había sufrido, la gran mayoría de la población falleció, las grandes ciudades y pueblos fueron convertidos en cenizas y carecían de un líder, un rey.
El panorama no parecía muy positivo para las razas que habitaban el reino, especialmente para los Hylianos, que en cuanto a poder y capacidades se quedaban muy por detrás del resto.
Los caminos estaban llenos de monstruos, los cuales incluso si eran asesinados, revivían cada 7 días, junto con la luna sangrienta.
Los últimos asentamientos Hylianos se encontraban en el este, buscando alejarse del centro de Hyrule por la constante amenaza del resurgir de Ganon y de las fuertes condiciones climáticas del oeste.
Los Zora, Goron, Gerudo y Orni no habían sufrido mucho, pero tuvieron que verse obligados a reducir sus territorios y población para evitar problemas como la hambruna.
Aquel reino pacífico y prospero no era más que un hermoso recuerdo del pasado lejano...o al menos eso es lo que pensaban la mayoría de las personas, habían unas pocas que habían empezado a soñar con un mejor futuro, ya que sabían que el héroe elegido por la espada que doblega a la oscuridad había vuelto.
Link inició su viaje en la posta de los humedales, al sureste del castillo de Hyrule, allí retiro a Epona y empezó a cabalgar hacia el castillo. La primera vez que lo hizo simplemente avanzó sin mirar atrás, dejando a guardianes y monstruos comiendo polvo, pero esta vez fue distinto, continuó como una fuerza devastadora, acabando con todo lo que veía haciendo uso de todo su arsenal, sin contenerse en lo más mínimo. Finalmente llegó otra vez a las grandes puertas del palacio.
Cuando estuvo frente a ellas se les quedó viendo por un instante, pero no para acobardarse, sino para prepararse a la idea del sitio en el que estaba a punto de entrar.
—«Yo...necesito hacer esto, lo quiero.»
Esas puertas para él en ese momento eran más que un simple trozo de metal, simbolizaban el inicio del final para su misión, misma por la que se había estado preparando por años, entrenando por horas. No era una exageración decir que estaba emocionado por haber llegado hasta aquí, estaba a punto de obtener el fruto de su esfuerzo y dolor.
—«Aquí voy.»
Usando a Magnesis abrió las puertas metálicas y avanzó a paso decidido. Al igual que lo hizo con su viaje hasta aquí, empezó a asesinar a cada monstruo y guardián que veía, quería dejar limpio el palacio, para que solo estuvieran él, Ganon y Zelda.
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El rey de 3 razas
RomanceLink, el héroe de lo salvaje, aquel que ha sido elegido por la espada que doblega la oscuridad, al igual que sus antepasados tiene aquel don especial con las mujeres, que lo llevara a todo tipo de situaciones durante su épico viaje para salvar a Hyr...