El rey de 3 razas

Capítulo 51 - Dependencia y conformismo.

Desde hacia tiempo, Link se ha estado haciendo con varias formas de reducir sus tiempos de desplazo, pero luego de los últimos acontecimientos, perdió a la mayoría de ellos. 

—«Los santuarios no sirven y todavía no tengo suficiente batería para realizar trayectos largos.»

Durante su estancia en la gran isla de los albores, pudo hacer uso de los artilugios Zonnan, eran muy útiles, sí, pero su uso consumía energía, de la que no poseía mucho. Por lo visto, existía la forma de aumentar su capacidad de "células energéticas" (pilas) si conseguía suficientes cristales energéticos, pero ahora mismo el tiempo apremiaba, debía de llegar cuanto antes al desierto Gerudo, no solo para verificar el estado de Riju, sino también para partir cuanto antes a su siguiente destino. 

—«Necesito a Epona.»

Su fiel corcel era su mejor opción para dejar la agotadora y poco eficiente caminata. 

—«Si no recuerdo mal, hacia el noroeste del fuerte vigía han hecho un nuevo establo.»

Lo escuchó precisamente en otro establo, por lo que la información era de fiar. Era el más cercano desde su punto de partida, así que su primer movimiento en su viaje era llegar hasta allí. Gracias a la cercanía, llegó sin muchos problemas. 

—«Para ser nuevo me esperaba más...»

No pedía mucho, simplemente ligeros cambios en su diseño o algo así, pero no, era igual al resto que había visto. Con algo de desilusión, Link se empezó a dirigir a la entrada, sin embargo, antes de llegar, vio algo a la distancia que le sorprendió. 

—«¿Impa? ¿Qué hace por aquí? ¿Qué pasó con Kakariko?»

En busca de responder sus dudas, se empezó a acercar a la anciana, quien en cuanto se percató de su presencia se volteó y le dedicó una pequeña sonrisa de alivio. 

—Qué sorpresa encontrarte aquí después de tanto tiempo, Link. 

Impa vestía como siempre, la única diferencia residía en el bastón que usaba para apoyarse y el amplio sombrero de bambú que la protegía del sol. 

—Escuché que habías desaparecido, pero me alegro de verte a salvo...Dime, ¿Cómo está la sorpresa?

Con algo de cansancio, Link repitió lo sucedido. 

—«Por favor, ya no más.»

—Es una pena. Tendremos que redoblar nuestros esfuerzos para dar con ella. 

—Impa, ¿Qué haces por aquí?—Preguntó el rubio, yendo al grano. 

—Verás, luego de que se alzase el castillo y la princesa desapareciese, varios dibujos gigantescos fueron dibujados en la superficie del reino. Han sido bautizados "geoglifos", me han cautivado y con ayuda de Wakat los estoy investigando.   

Mientras la Sheikah hablaba, Link se percató de que en las praderas cercanas, una pintura luminiscente formaba una figura que se le hacía similar. 

—Estuve leyendo en algunos libros antiguos y la gente del pasado los usaba para resaltar a las "lagrimas de dragón" que hay en alguno de sus círculos. Puede que de alguna forma nos ayude a dar con la princesa.—Explicó Prunia, obteniendo por completo la atención de Link.—Lo mejor es observarlo desde las alturas y para ello he usado un invento de Prunia, el globo aerostático, sin embargo, luego de un accidente se dañó y no he podido arreglarlo. 

A su costado, Link se percató del invento y de su daño, básicamente la mitad superior se había desacoplado. 

—«Creo que no es lo suficientemente alta para acomodarla.»