Ya no sé qué es peor. Si las constantes reuniones en palacio o una reunión privada con mis padres.
Desde que se revelara toda la verdad detrás de mi matrimonio mis padres habían estado intentando que nos reunieramos a solas y hasta ahora había logrado evitarlo. Sin embargo hoy no me hicieron una invitación a almorzar con ellos, fue una orden.
Y tal como esperaba fueron dos horas de regaños y recriminaciones.
Están sinceramente dolidos por mi mentira.
No pueden creer que realmente pensara que serían capaces de obligarme a casarme con Andrew y que antepondrían sus deseos de este matrimonio a mi felicidad.
Como si ya no me sintiera lo suficientemente culpable.
Lo cierto es que viendo en retrospectiva no sé en qué estaba pensando al escaparme. No es como que pudiera irme y no ver a mis padres y hermano nunca más. En algún punto las llamadas y mensajes de texto dejarían de ser suficientes y tendría que volver y enfrentar mi realidad nuevamente.
De hecho tengo que ser honesta, ni siquiera podría sacar a los reyes y las princesas de mi vida.
Somos familia después de todo. Ellos han estado conmigo desde mi nacimiento. La mayor parte de mi vida han sido la tía Eliza y el tío Thomas. Katerina y Amelie son como hermanas...
¿Cómo pude creer que habría otra forma de poner fin a lo del compromiso que no fuera hablar de frente?
¿Cómo pude pensar que mi escape iba a doler menos que el tener que trasladar la promesa a la siguiente generación?
Aunque lo mejor habría sido olvidarse de esa promesa de una vez por todas.
Respiro hondo mientras atravieso las puertas de Palacio.
Estoy pensado en poner en venta mi apartamento. Ni siquiera tengo oportunidad de pasar tiempo en él.
Siempre están llamándome para ir de un lado a otro. Especialmente para venir aquí a ser torturada por la presencia de mi prometido o por las nuevas ocurrencias de nuestros padres.
Es como si todos se hubiesen propuesto acabar con mi cordura y determinación.
Me digo que voy a relajarme. Que relegaré mis sentimientos por Andrew a un rincón remoto de mi mente. Que seré una Rosalie nueva. Ligera y despreocupada.
Pero entonces paso más de un minuto al lado de ese hombre y lo olvido todo.
Y no ayuda que nuestra familia se esté comportando de manera muy extraña e inmadura.
No estoy segura de si lo hacen adrede o todo está motivado por un deseo inconsciente de vernos juntos, pero es claro que están intentando mover viejos sentimientos en Andrew y en mí.
Pero no servirá de nada. Mi plan con respecto a Andrew es claro.
Eventualmente voy a olvidarlo y seguir adelante. Esta locura terminará y mi vida empezará de nuevo... desde cero... sin él.
Sacudo la cabeza para alejar esos pensamientos.
Lo mejor será terminar con lo que vine a hacer aquí y regresar a casa a hacer nada.
Mi padre me ha informado que no puedo trabajar en la compañía después de todo. No hasta que todo este asunto con Andrew llegue a su fin. Insiste en que no tendré tiempo. Lo que no entiende es que lo que precisamente quiero es no tener tiempo. No quiero tiempo para estar de arriba a abajo con mi madre y Eliza trabajando con los preparativos de la boda. No quiero tiempo para estar sola en casa y pensar.
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Princesa a la fuerza (Historias de Redomia #1) (DISPONIBLE EN FÍSICO)
RomanceMuchas mujeres pasan años soñando con la llegada de un Príncipe Azul, pero... ¿Qué harían si llegara un príncipe real de la mano de todos los compromisos que su cargo representa? ¿Y si estuvieran obligadas a casarse con él? ¿Y si encima fuera su ex...