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«Problemas en el paraíso»

El gigantesco titular capta mi mirada cuando el Rey deja caer —sin ninguna delicadeza— el periódico sobre la mesa de café ante nosotros.

—Ahí lo tienen, el resultado de su inmadurez —dice sin humor.

Andrew y yo nos inclinamos al mismo tiempo para leer el artículo.

Trago en seco al leer sobre nuestra discusión en la pista de baile y especulaciones sobre qué hay detrás de este matrimonio.

—Bueno —dice Andrew con tranquilidad—, lo mejor será que confesemos y nos olvidemos de todo esto.

—El silencio, hijo mío, podría ser un gran aliado para ti —dice el Rey.

Toda la familia ha estado reunida desde la noche anterior discutiendo nuestro futuro.

Aunque no se siente nada bien el que Andrew y yo no seamos parte de esa discusión, creo que hemos perdido ese privilegio al ser los causantes de toda la situación en primer lugar.

Debo admitir que esperaba que estuvieran mucho más molestos por todo lo acontecido.

Parecen haber aceptado todo con pasmosa tranquilidad y eso sólo me hace temer que han tomado la decisión menos dañina para la imagen de las familias.

Nuestros hermanos, por su parte, parecen bastante divertidos con todo lo que sucede.

—No puedo creer que aún no se den cuenta de la gran vergüenza que han hecho pasar a ambas familias —dice Betty, quien también está aquí para juzgarnos duramente.

—Ahora hasta están aprovechando esto para inventar historias sobre ti, Rosalie —dice la Reina—. En un periódico salió un artículo diciendo que también es mentira lo de tu viaje y que estuviste oculta en un pueblo todo este tiempo. ¿Podrías buscarlo, Don? —Pide la Reina a otro de los testigos de nuestra humillación—. ¿Quién sabe cuantas otras cosas inventarán?

Mi técnicamente ex-prometido y yo intercambiamos una mirada. ¿Acaso se puede poner esto peor?

Respiro hondo para tomar el valor que me ha faltado todo este tiempo.

—No es mentira —digo en un susurro.

—¿Disculpa? ¿Qué dijiste, querida?

Me aclaro la garganta.

—Que si estuvo oculta en un pueblo todo este tiempo. Esa parte de lo que descubrí si era cierto. Se había fugado, aunque no con un tipo.

—Muy maduro, Andrew —digo entre dientes.

Se inclina hacia mí.

—¿No creías que yo iba a ser el único villano en esta historia? —susurra.

—¿Podrían hacernos participes de su pequeño dialogo? —interviene el Rey Thomas.

—Cosas de pareja —dice Andrew con sarcasmo.

—De verdad no estás ayudando a tu caso —dice su padre—. ¿Y bien, Rosalie?

—Yo nunca salí del país y sí estuve oculta en un pueblo todo este tiempo.

Esta vez el silencio es tan pesado que podría palparse.

—Rosalie... hija... —dice mi padre—. ¿Cómo es que...?

Me parte el corazón ver su expresión, jamás habría esperado que yo lo decepcionara de este modo. Pero ya que todo ha salido a la luz lo mejor será que diga toda la verdad.

*

Debo admitir que estoy sorprendido por la repentina ola de coraje que se ha apoderado de Rosalie. No esperé que fuese capaz de confesar toda la verdad.

Princesa a la fuerza (Historias de Redomia #1) (DISPONIBLE EN FÍSICO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora