Nos bebemos el té curativo en silencio luego de alinear y vendar los dedos de Denna. La tensión en el aire es tan densa que puedo sentirla pegándose a mi piel como una densa mucosa. Sus palabras se repiten una y otra vez en mi mente perforándola. No hemos dicho nada hiriente y sin embargo, el arrepentimiento se instala en mi pecho justo al lado de una sombra de decepción. Suspiro mientras le doy un sorbo a mi taza y mantengo la vista apartada de ella. Noto que mis brazos se sienten pesados y mis movimientos aletargados. Estoy exhausto, tanto que creo que he cerrado los ojos por unos segundos sin notarlo. Pestañeo varias veces para espabilarme y encuentro a Kelda viéndonos con preocupación. Vuelvo la mirada a Denna ladeándose con los ojos cerrados y la taza resbalándose de sus manos. Un segundo después, se despierta con un jadeo y abre los ojos de par en par. Nos mira avergonzada. No puedo siquiera imaginar como su cuerpo humano se las sigue arreglando para mantenerse funcional. Kelda le sonríe cariñosamente y retira las tazas con cuidado mientras nos dice:
—¿Por qué no se relajan un rato mientras les preparo una deliciosa cena? Pueden acomodarse en el sofá que está allí por ahora, luego haremos sitio para extender las mantas en el piso para que duerman.
—Gracias, Kelda, voy a seguir tu consejo y descansar un poco —le respondo mientras comienzo a incorporarme con dificultad. Cada centímetro de mi cuerpo se queja. Le ofrezco la mano a Denna para ayudarle a pararse de su silla. —¿Vienes?
—Claro —murmura con voz débil.
Al observar detenidamente el sofá comienzo a preguntarme si cabremos en él. Kelda parece adivinar lo que estoy pensando porque la oigo decir:
—Podrían caber si se aprietan un poco. —se ríe. Me muerdo la mejilla por que sé que eso no le agradará a Denna y estoy demasiado cansado para discutir con ella por algo tan trivial. Luego de que mi mano sigue vacía, decido adelantarme y tomar asiento. Me encorvo gruñendo e intento dejar todo el espacio posible, pero no es mucho para ser honesto. Denna me mira escéptica y arquea una ceja mientras observa los centímetros disponibles que quedan para ella.
—¿Sabes qué? Estoy bien, me quedaré aquí sentada a la mesa. Tú quédate ahí — murmura y su voz tiene una nota de lo que, me gusta pensar, es nerviosismo. La observo con curiosidad por un momento como si intentara contar la cantidad de luciérnagas en un frasco. Ni siquiera con huesos rotos da el brazo a torcer. Me maravilla y me molesta en igual medida. Caigo en la cuenta de que además de tener un cuerpo resistente, su verdadera fortaleza reside en su mente. Creo que si Denna se propusiera bajar el Sol, podría hacerlo a base de fuerza de voluntad y terquedad. Y no me gustaría estar en el lugar del Sol en ese momento. Quizás yo pueda pasar días sin comer, sanar mis heridas más rápido o vivir cientos de vidas humanas pero ella podría ver el mundo arder sin siquiera pestañear. Es escalofriante. Y también me fascina. La observo con una expresión seria mientras me da la espalda en su asiento. Imito su característico gesto de poner los ojos en blanco mientras suspiro.
—Denna, esto es ridículo. Ven aquí y simplemente intenta sentarte a mi lado. Tenemos que descansar, y este es el único sofá en la casa —mi tono firme parece tomarla por sorpresa porque se gira con expresión desconcertada. Sus labios se separan varias veces mientras intenta dar con algo para replicarme pero no lo logra. Arqueo una ceja y ladeo la cabeza expectante. Para mi sorpresa, mi semblante parece remover algo en ella porque se levanta de su silla y comienza a acercarse. Me muevo todo lo posible contra mi lado del sofá dejándole espacio. El corazón se me acelera de pronto. Está indecisa y se mueve con cautela como si fuera un zorro asaltando un nido. Finalmente, se sienta a mi lado gruñendo de dolor. Nuestros cuerpos están muy juntos y puedo sentir sus músculos contra mí. No hay nada suave ni delicado acerca de Denna, ni en el exterior ni en el interior. En alguna parte de mi mente sé que esto último no es cierto. Solo está oculto bajo llaves, cadenas y acertijos. Y yo siempre he sido bueno para resolverlos.
Mientras se remueve acomodándose, la observo muy atentamente. Su ceño fruncido contrasta con el rosado de sus mejillas. De pronto hace el intento de levantarse y no puedo contenerme. Pongo un brazo alrededor de sus hombros y la sostengo en el lugar. Pongo mucho cuidado en no hacerle daño pero no retrocederé ni un milímetro. Me río de lado anticipándome a la satisfacción que obtendré al molestarla un poco.
![](https://img.wattpad.com/cover/355891756-288-k83896.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Trazando sigilos | #CopaFenix2025
FantasyEl tiempo se está acabando para Denna y se queda sin opciones. El rumor de un misterioso nigromante conocido como "El Gris", la lleva a comenzar un viaje a través de las tierras pero se encuentra con un contratiempo: Aiden, un elfo. A pesar de no c...