Solo una gota más. Entrecierro los ojos y me concentro para mantener mi pulso estable. Solo una. Inclino la botella lentamente mientras contengo la respiración. Una. Si vuelvo a verter demasiado néctar de Campanilla de Júbilo tendremos que salir corriendo de la cabaña como aquella vez. Respiro profundamente intentando no pensar en ese incidente. Muevo mis hombros para recordarme que debo mantener mis manos firmes. Ladeo la botella con extremo cuidado hasta que una única gota cae en el preparado. El color de la poción cambia de azul a magenta y sonrío conforme. Vuelvo mi mirada hacia Ceillan quién asiente con un gesto aprobador.
—Felicidades. Esta vez no tuvimos que correr por nuestras vidas —me molesta con sarcasmo y pongo los ojos en blanco.—Claro que no. Lo tengo todo controlado —me jacto mientras pongo las manos en mi cintura. —Debes admitir que ahora podemos reírnos de la anécdota.
—¿Es algún tipo de chiste con remate? La Poción de Locura Risueña no es motivo de bromas. Puede ser fatal en una concentración adecuada. Claro que, por supuesto, nunca en mi sano juicio le enseñaría a un novato como tú a elaborar un preparado tan poderoso.
Meneo la cabeza mientras me quito el delantal y los guantes. Ceillan es verdaderamente insufrible. Hoy se cumplen tres ciclos que estamos aquí y no ha pasado un solo día en el cuál la vaga idea de golpearlo en la cara no cruce mi mente. Paso a su lado para subir la escalera sin molestarme en mirarlo a los ojos. Salgo del sótano flexionando mi cuello. He estado encorvado destilando, mezclando y leyendo durante demasiado tiempo. No estoy hecho para estar encerrado así. Recorro la cabaña con la vista apreciando la cálida luz del sol colarse por las ventanas. Me dirijo a la puerta trasera y la abro con extrema cautela, cuidando de no hacer el más mínimo ruido.
La primera imagen que recibo es la misma de cada mañana: Denna arrodillada en la roca musgosa con los ojos cerrados y respirando muy lento. Me tomo un momento para contemplarla en ese estado de paz y concentración que solo alcanza con este ejercicio. Casi me hace olvidar que usualmente su porte se asemeja más a una tormenta eléctrica. No puedo evitar en detenerme en sus tatuajes. Me produce sentimientos encontrados que se los haya mostrado a Ceillan sin conocerlo tanto. Luego del primer ciclo se los enseñó y le contó su historia. Después de eso, dejó de lado su blusa de mangas largas y comenzó a pasearse con una camiseta de tirantes. El simple recuerdo de la primera vez que la vi con tan poca ropa aún me corta el aliento. Pero aunque no quiera admitirlo para conmigo mismo, también me alivia verla tan libre, sin estar pendiente de taparse de los ojos curiosos. Mis ojos vuelven a su rostro y me detengo allí, admirándolo.
—Aiden. Deja de mirarme —murmura y mi corazón se detiene por una milésima de segundo. Suelto una risita por lo bajo mientras me acerco a ella.—¿Cómo lo haces? ¿Cómo supiste que estaba aquí? ¿Cómo sabías que era yo? —abre los ojos lentamente y encuentra los míos.
—Para empezar, es el sonido que haces al caminar. Ceillan da pasos más pesados. Segundo, hueles a pociones mal hechas —me molesta con una sonrisa traviesa.
—Ja, ja. Muy graciosa. Para tu información, hoy logré elaborar una Poción de Locura Risueña sin incidentes.
—Qué alivio. La última vez fue una maldita pesadilla —dice fulminándome con la mirada. Para ella fue una tortura, pero para mí fue uno de los mejores días de mi vida. Contengo una sonrisa al recordar su risa incontrolable luego de aspirar la bruma de la poción al explotar el sótano. No fue de mis más sutiles errores, pero aún recuerdo el sonido de sus carcajadas como si fuera una sinfonía hecha a mi medida. Aún me duelen las costillas de tanto reír. Recuerdo lo que dijo Ceillan hace unos momentos y sé que tiene razón, no ha de ser nada bonito morir a causa de risa eufórica incontrolable. Como si lo hubiera llamado con el pensamiento, el druida sale de la cabaña y se nos une. Pasa a mi lado como si yo fuera un simple helecho y se acerca a Denna. Esta situación se repite más de lo que me gustaría. Y me gustaría que no se repitiera nunca.
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Trazando sigilos | #CopaFenix2025
FantasiEl tiempo se está acabando para Denna y se queda sin opciones. El rumor de un misterioso nigromante conocido como "El Gris", la lleva a comenzar un viaje a través de las tierras pero se encuentra con un contratiempo: Aiden, un elfo. A pesar de no c...