CAPÍTULO 6

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Acabábamos de descargar todas las maletas en nuestra habitación y estábamos bajando a inspeccionar el resto de la casa.

Me había tocado compartir habitación con Gina, así que estaba contenta. Podría haberme tocado dormir con mis hermanos, así que librarme de ellos ya era todo un logro. Además, en los días que llevaba con Gina me había parecido muy divertida, así que estaba segura de que nos lo pasaríamos bien.

La habitación no era muy grande pero tenía un espejo dorado colgado en la pared blanca, que la hacía parecer mucho más amplia. Tenía el espacio suficiente para dos camas individuales y, eso sí, tenía un baño y un vestidor personal que nos había encantado. Se notaba que la casa era bastante moderna y la luz que llegaba del exterior le daba mucha calidez. Era la casa de verano perfecta.

Elsa, Camille y su hermana pequeña Khloe compartían otra habitación que quedaba en frente de la nuestra. Tara había decidido dormir sola en la habitación de al lado y mis hermanos compartían la habitación del fondo con Connor, Caleb y Gabriel, el hermano pequeño de Gina. Creo que tiene unos catorce años así que se llevará bien con mi hermano menor Will. Nuestras habitaciones estaban en la tercera planta y las de los adultos repartidas entre la primera y la segunda, así que teníamos bastante libertad de movimiento.

Al cabo de un rato todos se fueron a la piscina privada que había en el jardín trasero y que se veía desde nuestra habitación. Yo les dije que iría más tarde ya que les había dicho a las chicas que las llamaría al llegar a la casa y les contaría cómo había ido el viaje.

Cuando estaba a punto de colgar, ya que ninguna me respondía, vi aparecer la cara de Daisy en la pantalla. Me saludó y giró el móvil para que pudiera ver a mis otras amigas. Estaban todas juntas en la cafetería de siempre. No llevaba ni dos días sin verlas y ya las echaba de menos, me daba un poco de rabia no poder estar con ellas.

-¡Cómo estás! -me preguntó Violet, mientras se comía un donut de esos que tanto me gustaban-. ¿Ha ido bien el viaje?

-¡Siiii! Ha ido genial. -contesté, intentando disimular la envidia que me daban todas allí juntas pasándolo bien sin mi-. Al final me ha tocado conducir y me he puesto al día con todas mis primas, ya que hemos ido todas juntas en el coche por petición mía, como no.

-¿Y has hablado con Gina de ese tema? -me dijo Daisy, interesadamente y guiñandome un ojo. Ya tardaba demasiado en preguntar.

-¿Qué tema? -quiso saber Paige, que tenía la misma cara de curiosidad que todas las demás. Daisy informó a las chicas sobre nuestra teoría y parecieron estar de acuerdo, ya que ellas conocían a David y también les pareció extraño ese atisbo de simpatía que le mostró a Gina.

-¿Entonces has hablado con tu prima o no? -soltó Jade, con ganas de saber más. Vaya amigas más cotillas...

-Lo cierto es que hemos hablado esta mañana -empecé, y me quedé callada para que se quedaran con las ganas de saber lo que me había dicho.

-Y.... -se apresuró a decir Daisy, emocionada.

-Y me ha dicho que tu hermano le pareció mono -terminé con el suspense.

-¡LO SABÍA! -chilló ella, tan fuerte que creo que la oyeron hasta mis abuelos desde la piscina.

-Pero también me ha recordado que tiene novio, y me ha dicho que ni se te ocurra decirle algo a tu hermano -recordé, antes de que Daisy cometiera cualquier locura.

-¡Pues vaya mierda! -soltó, levantándose de la silla y pegandonos un susto a todas-. Ya me había hecho ilusiones de que mi hermano dejaría a la tonta esa -gruñó, cruzándose de brazos y dándole un sorbo a su café.

Antes de que dijera eso ni me acordaba de que su hermano tenía novia. Se llevaba fatal con Daisy así que ella la odiaba, y siempre estaba intentando convencer a su hermano para que la dejara.

-Por cierto... -empezó Violet tímidamente-. ¿A qué no sabes quién ha vuelto a la ciudad? -me preguntó, prudentemente.

-¿Q-quién? -dije, dubitativamente. Arqueé las cejas cuando vi las caras de mis amigas y supe de quién se trataba-. Así que va a pasar el verano en San Francisco...

-Esta mañana quedaba con mi hermano -me explicó Day-. Habéis vuelto ha habl...

-No -la corté yo-. Y tampoco tengo intención de hacerlo -confirmé seriamente. No entraba en mis planes volver a hablar con él.

-Oh vamos Lily, ¡si hacíais una pareja estupenda! No entiendo por qué no quieres hablar y arreglar las cosas... -insistió Day, aunque sabía perfectamente que no me iba a convencer.

-¿Hace falta que te recuerde lo mal que lo pasé durante la ruptura? o se te ha olvidado... -le recordé yo. Lo cierto es que lo pasé muy mal cuando lo dejamos e hice cosas de las que me arrepentía mucho. Por su parte él decidió ignorarme por completo así que... Yo podía hacer ahora lo mismo.

Violet enseguida cambió de tema y consiguió disipar un poco el cabreo que me estaba entrando. Ella siempre sabía qué hacer cuando me entraban ganas de matar a Daisy (no literalmente, o si...)

Finalmente hablamos unos minutos más y les dije que tenía que colgar, porque ya había oído la voz de mi madre chillando que bajara unas cuantas veces, y no me convenía enfadarla así que le hice caso, colgué y baje a la piscina.

-Ya está aquí la mejor conductora de todo el estado -bromeó mi padre cuando llegué. Lo cierto es que cuando me saqué el carné tuve un pequeño incidente con su coche, y no ha parado de reírse de mí desde entonces.

Mis hermanos se rieron al escucharlo y mi abuela los hizo callar, a mi padre también. Adoraba a mi abuela, ella siempre me defendía.

Entré en la piscina y me puse a hablar con mi tía Maddie y Alvin. Me preguntaron por las notas, como me había ido el insti, la universidad... Llevábamos unos minutos hablando cuando mi tía me preguntó lo único que no quería responder.

-¿Y cómo te va con ese novio tuyo? Stan se llamaba, ¿no? -acertó, sonriendo tímidamente.

-Bueno, la verdad es que ya no estamos juntos -le contesté, intentando sonar lo más amable posible aunque creó que no lo conseguí mucho... Mis caras siempre me delataban.

¿Qué manía les había cogido a todos este día para preguntarme por Stan? Era más que obvio que no quería continuar hablando sobre el tema así que me despedí educadamente y salí de la piscina. Fuí un momento al baño y volvió a sonar mi móvil otra vez. Empezaba a estar hasta los cojones. Lo dejé sonando y volví al jardín. Le dije a mi abuela que no me encontraba muy bien y que iba a darme una ducha para ver si me despejaba. No soportaba hablar tanto de Stan y necesitaba estar sola y relajarme. Me duché y no salí de mi habitación hasta la hora de cenar.

-¡Hombre, pero si Lily ha venido! -ironizó mi tío, cuando me vió entrar a la cocina para picar algo. El tío Robert me pilló desprevenida. Estaba cocinando algo con Elsa así que me ofrecí a ayudarlos.

-No me encontraba muy bien así que he dormido un poco, estaba cansada del viaje -mentí, soltando un bostezo y desperezandome.

-He encontrado tu móvil -me dijo de pronto Elsa -te lo habías olvidado en el baño de abajo -me lo tendió y yo lo cogí, dándole las grácias-. Alguien te ha llamado pero era un número desconocido así que no lo he cogido -murmuró amablemente. ¿Un número desconocido? ¿Quién podía ser?

Los tres juntos terminamos de hacer la cena y la verdad es que me reí un montón con mi tío Robert, no recordaba que fuera tan gracioso. Cuando estábamos terminando llegó su mujer, Marta, y también me puse al día con ella. La verdad es que eran todos super majos y me contaron cosas de España super curiosas.

Finalmente yo y Elsa pusimos la mesa y cenamos todos juntos en la terraza.

-Estoy muy contento de que estemos todos juntos -decía mi abuelo, aunque yo no le estaba prestando mucha atención, siempre solía dar discursitos moralizantes.

Empezó a hablar y hablar sobre la importancia de la familia y como nos quería... O eso creo porqué había desconectado hacía rato. Solo sonreía un poco cuando notaba que alguien me estaba mirando. Cuando terminó el discurso me fuí a mi cuarto y me acosté en la cama para dormir.

Se me estaban cerrando los ojos cuando Gina abrió la luz de la habitación y se sentó en mi cama. Adiós a mi tranquilidad.

Pequeñas coincidenciasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora