Al entrar en casa, no pude evitar sonreír al encontrarme a toda la familia celebrando una noche de juegos. Yo era súper competitiva y me encantaban todos los juegos de mesa así que me enfadé un poco cuando ví que no me habían esperado para empezar la partida, aunque mi actitud cambió cuando mi abuela propuso que me uniera a su equipo. Lo cierto es que estaba un poco ausente pensando en todo lo que me había sucedido esa noche con Blake, así que divertirme un poco me vino bien para no pensar más en el tema.
Me uní a mi abuela y juntas ganamos la partida del cluedo sin hacer trampas, cosa que mis hermanos y los gemelos, Connor y Caleb, intentaron más de una vez.
Gina, su hermano y sus padres aún no habían vuelto a casa. Seguramente mi prima me había contado donde tenían que ir pero sinceramente no me acordaba. Aún así me fué bien que no estuviera porqué sabía que querría que le hablara de mi tarde con Blake y todo lo que habíamos hecho así que me libré de una buena.
Antes de irme a dormir jugamos todos a las películas, ese juego donde tienes que hacer mímica para que tu pareja adivine qué película te ha tocado y esta vez ganaron Elsa y su padre. En mi defensa diré que mi abuela no era muy cinéfila así que no conocía muchas de las películas que tenía que interpretar. Cuando me tocó Tiana y el sapo y me puse a saltar como una rana dijo todos los animales del mundo menos lo que era realmente... En fin.
Después de las películas todos estábamos muy cansados, así que nos despedimos y cada uno se fué a su habitación. Estuve hablando un rato con Camille sobre una de las películas que había salido en el juego y la acompañé a su cuarto. Finalmente me estaba terminando de poner el pijama para poder ir a dormir y descansar por fin, ya que había sido un día muy largo, cuando recibí una llamada. Era casi la una de la mañana así que me pareció muy extraño que alguien quisiera hablar conmigo a estas horas. Gina ya había llegado pero hacía un rato que estaba dormida, ya que no se encontraba muy bien, así que descolgué rápidamente la llamada para no despertarla pero no me fijé en quién era.
—¿Diga?
—Lily, yo solo te llamaba para...
—¿Stan eres tú? —pregunté sorprendida, al oír una voz masculina que conocía muy bien.
—Shhh, no grites tanto... —siseó.
—¿Estás borracho? ¿Qué te pasa? —dije, preocupada pero de mala leche porqué tenía sueño y quería irme a dormir.
—¿Qué? ¿Borracho yo? Pfff... —contestó entre risas. Estaba gritando un montón así que tapé el micrófono del teléfono para no despertar a nadie.
—¿Qué quieres? —Fuí directa al grano. Si no me tenía que decir nada importante ya me llamaría otro día.
—¿Yo? Nada... Solo quería decirte que me lo pasé muy bien contigo en la fiesta de Violet... —murmuró, pero me costaba mucho entenderlo.
—En serio Stan, no sé que estás haciendo ni con quién, pero deja de beber. —Estaba intranquila, no quería que le pasara nada y sabía que mañana no se iba a acordar de esto así que ignoré su último comentario.
—¿Tu no lo pasaste bien conmigo? No me llamaste... Yo esperaba que me llamaras pero no has vuelto a hablar conmigo...
—¿Y porqué no me llamaste tú? —quise saber, entrando en su juego—.Tu fuiste el que me besaste, por si no te acordabas...
—¿Qué? Pero si tu lo intentaste primero... Además, ¿no significó nada para ti? ¿Y todo lo que hablamos? —preguntó, viniéndose abajo.
—Oye Stan, mejor llamame otro día porqué no estás bien. Hazme el favor de dejar de beber e irte a dormir. Ve con cuidado.
ESTÁS LEYENDO
Pequeñas coincidencias
Novela JuvenilUna chica destinada a pasar el verano con su familia, alejada de su ciudad y sus amigos. Un chico con un pasado difícil pero con buen corazón. Una serie de pequeñas coincidencias hará que se conozcan. ¿Que les deparara todo un verano juntos?