Ring

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Pasaron los días y las quemaduras comenzaron a desvanecerse, siendo más leves, y si es cierto que estos días han sido un infierno, no he podido casi levantarme del suelo. La vez que Tom me obligó a drogarme no recuerdo casi nada, acabé quedándome "dormida" por la sensación y al despertar habían pasado demasiadas horas y no recordaba mucho. Hoy Tom me había avisado de que íbamos a salir, me dejó algo de ropa para cambiarme y me metí al baño.

Esta vez la ropa era más casual, como lo que yo solía usar. Unos jeans de mezclilla negros con unas botas no tan altas y una camisa blanca básica, la cuál no era ancha pero tampoco muy ceñida al cuerpo. Encima llevaba una chaqueta y mi cabello estaba recogido en una larga cola de caballo que mostraba mis ondas.

Salimos de la casa y nos dirigimos hacia otra que era más grande que en la que yo estaba con Tom. Este aparcó el auto, y nos seguía uno rojo en el que se podía ver a Bill conduciendo. Bajé del auto después de Tom y me giré hacia el auto rojo, del que salió el chico de rastas y más tarde pude ver a una chica rubia, Leigh. Mis ojos se iluminaron al ver su presencia, pero más tarde al presenciar su estado físico, mi mirada cambió por completo a una de preocupación.

⎯ Vamos joder.⎯ Dijo Tom sin mirarme. Me volví a girar, ahora hacia la figura del de trenzas y lo seguí entrando a la casa. Tom y Bill se saludaron con aquel hombre de pelo largo, que por fin pude escuchar que se llamaba Georg. Hablaron algo mientras me señalaban a mí y a Leigh, que ni siquiera me había dicho una palabra.

⎯ Llévalas con mi mujer.⎯ Dijo Georg a uno de los guardias que estaba en la entrada. Él andó haciendo una seña para que lo siguiéramos.

⎯ Leigh, joder... ¿Qué te ha pasado?⎯ Leigh me miró con una mirada triste e inocente.

⎯ Nada importante⎯ Me dio una sonrisa intentando tranquilizarme.

⎯ Sé que sí, ¿has estado con Bill todo este tiempo?⎯ Ella asintió con sus ojos fijos en las escaleras que estábamos subiendo. Yo me mordí el labio inferior con nerviosismo y suspiré.

⎯ Al menos ya sé que estamos en la misma casa con dos hermanos... No estamos tan lejos...⎯ Dije apartando mi mirada del perfil de Leigh. Ella no dio respuesta y solo pude ver como tragaba saliva con fuerza, como si tuviera un nudo que no dejaba pasar su saliva.

El guardia se paró en una gran puerta y tocó esta, revelando a los segundos a una mujer pelirroja que nos miró perpleja.

⎯ ¿Quién son?⎯ Preguntó la pelirroja

⎯ Han venido con Tom y Bill, señora Arlet, su marido me mandó a traerlas contigo.⎯ Ella suspiró bajando su mirada y luego nos miró, dándonos una sonrisa.

⎯ Pasad...⎯ Nosotras obedecimos y nos quedamos paradas al entrar. Ella cerró la puerta.

⎯ Supongo que no es necesario que diga mi nombre.⎯ Dijo sonriendo con amabilidad. Leigh solo sonrió un poco y yo me reí.

⎯ ¿Vosotras sois...?⎯ Frunció el ceño.

⎯ Madison y Leigh.⎯ Hablé yo señalandonos a cada una.

⎯ Encantada... ¿Qué se supone que sois de Tom y Bill?

⎯ Absolutamente nada, nos tienen como rehenes supongo.⎯ Ella dio una mirada extraña.

⎯ ¿Cómo?

⎯ Creo que Tom quiere vengarse de mi padre, y me tiene a mí retenida al igual que Bill tiene a Leigh porque bueno... el día que nos secuestraron ella me acompañaba.⎯ Ella asintió mientras me escuchaba.

⎯ Pensé que tal vez seríais como Zaniah...⎯ Dijo como si quisiera hablar para ella misma.

⎯ ¿Quién es Zaniah?⎯ Preguntó Leigh.

I Lost Myself - Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora