Yes you're

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Estaba horrorizada, miré una vez más mis manos llenas de sangre.

Miré a Tom que se acercaba a mí y al cuerpo de Natasha lentamente. Se agachó y se apoyó sobre una de sus rodillas. Agarró el trozo de vidrio y lo sacó de su cuello, haciendo que la sangre brotara mucho más de la garganta de Natasha.

Me giré a mirar a Bill, que miraba sorprendido. Pero lo que más me dolió fue ver la mirada de Leigh.

¿Qué pensaría ella de mí ahora?
¿Estaba asustada, horrorizada, tenía miedo de mí?¿Yo había arruinado todo...?

Seguí mirando a Leigh, rogando que no me tuviera miedo, que no perdiera la esperanza en mí. Por favor.

Escuché la risa de Tom.

Tom se giró a mirarme con una sonrisa ladina. Podía ver la oscuridad en sus ojos.

Respiré pesadamente mientras algunas lágrimas caían en mis ojos. y Tom pasó su pulgar por mi mejilla, limpiando una de ellas.

⎯ Al final parece ser que sí eres una asesina, ¿no?⎯ Él se rió.

Abrí la boca, intentando decir algo, pero era imposible.

Su voz estaba muy tranquila, incluso feliz. Me asustó. ¿Cómo podía estar tan tranquilo? ¿Tan feliz?

⎯ No llores, puedes estar orgullosa.⎯ Dijo Tom.

⎯ ¿No se siente bien? Matar a alguien que te jode constantemente la vida...⎯ Continuó.

Me estremecí ante sus palabras. No lo entendía. No entendía a Tom. No me entendía a mí. No entendía lo que había pasado.

Miré de nuevo a Leigh, su rostro mostraba decepción.

⎯ No fue mi intención... Estaba alucinando... Yo no...⎯ Dije, mirándola. Tom agarró mi barbilla para que lo mirara a él.

Agarré sus brazos con ambas manos, quería que me soltara, pero no lo hizo.

⎯ Deja de excusarte, la has matado.⎯ Dijo Tom, sonriendo ante mi dolor. A él le gustaba verme débil, y poder tomar el control por completo.

⎯ Al menos me has obedecido por una vez.

⎯ ¿Tú le dijiste que la matara?⎯ Saltó Bill. Tom giró la cabeza para mirarlo.

⎯ No exactamente. Cuando llegué a la cocina, las dos estaban entre la espada y la pared. Una amenazaba a la otra con un vidrio en el cuello.⎯ Tom miró el cuerpo de Natasha.

⎯ Tal vez si yo no hubiera llegado, Natasha estaría muerta de todas formas.⎯ Tom volvió a mirar a Bill.

⎯ O incluso las dos.

Tom me soltó y fue hacia el cuerpo de Natasha. Vi como lo agarraba en brazos y caminaba fuera de ahí, Bill fue con él. Ahora solo estaba yo, llorando en el suelo, y Leigh, en la puerta, todavía aterrorizada.

Miré a mi alrededor, la cocina estaba hecha un completo desastre. Vidrios por el suelo, agua mojando todo.

Y un gran charco de sangre. Sangre. Su olor me perseguía, su sangre estaba en mi cuerpo. Tenía huellas. Me estaba consumiendo, era como si estuviera ahogandome en su sangre.

Me levanté rápidamente y fui hacia Leigh, rogando con mis ojos su comprensión.

⎯ Ella me estranguló, no podía respirar.⎯ Le dije con desesperación, mirándola fijamente.

⎯ Ella te estranguló, pero tú la mataste a puñaladas.⎯ Respondió Leigh. Su mirada me hizo querer llorar mucho más.

⎯ Leigh porfavor, sabes que yo no soy una asesina.⎯ Mi tono de voz era completamente una súplica.

Sí lo eres.⎯ Su voz no era demasiado firme, se le notaba el terror y la confusión que tenía dentro de ella.

Antes de que me pudiera responder se giró para irse, dándome una última mirada antes de subir las escaleras.

Miré de nuevo hacia atrás, viendo el gran desastre en la cocina. Recordé una vez más el rostro de Natasha. Volviéndose pálido enfrente de mí. Sus ojos blancos. Su sangre brotando sin control. El sonido de su carne siendo atravesada. La sangre brotando de su boca mientras tosía.

Corrí escaleras arriba, yendo hacia el baño más cercano y cerré rápidamente la puerta.

Me miré en el espejo. Las manos llenas de su plasma. Sucias. Las mangas de mi ropa con pequeñas salpicadas rojas. Mi mejilla con un rastro de su sangre, ahora ya seca.

Abrí el grifo y metí mis manos bajo el agua. Froté mis manos desesperada por quitar sus huellas de mi cuerpo, que ella desapareciera. Que se desvaneciera por completo.

Pasé la palma de mi mano por mi mejilla, y froté con fuerza. Ahora mi palma estaba manchada con la sangre de mi mejilla, y mi mejilla con la sangre que todavía había en mis dedos.

No había forma, todavía estaba ahí. No importaba lo mucho que frotara, siempre iba a estar ahí.

Sentí un fuerte olor a humo, y asomé la cabeza por la ventana del baño, que daba al patio.

Tom había prendido fuego al cuerpo de Natasha.

Sus ojos se iluminaban con las llamas, mientras veía el cuerpo de la rubia convertirse lentamente en simples cenizas. Mi respiración se agitó, y volteé a mirarme una vez más al espejo.

Me quité la camiseta, que estaba manchada y la tiré al suelo.

Estaba aterrorizada de la situación, de Tom. De mí.

¿Qué mierda había pasado?



"Deja de excusarte, la has matado."

"Ella te estranguló, pero tú la mataste a apuñaladas."

"Leigh porfavor, sabes yo no soy una asesina..."

"Sí lo eres"

I Lost Myself - Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora