I Lost Myself - Tom Kaulitz

Him

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Tom's pov

Estaba completamente preparado, iba a hacerlo, y me encantaba tenerla así, tan vulnerable.

⎯ Por favor...⎯ La escuché susurrar, y eso pareció llamar mi atención de manera que la miré fijamente, analizando su dolorido rostro. Estaba roja de tanto llanto, sus pestañas húmedas, y sus párpados caían lentamente. Su mirada estaba completamente perdida.

Mi mirada bajó, mirando su cuerpo detenidamente, y vi el corte en su muslo que yo mismo había hecho, y junto a él, la sábana manchada con su sangre. Me alejé lentamente de su cuerpo sin quitar la mirada de su corte, y ella ahora no movía un músculo. Su pecho bajaba y subía lentamente, su respiración ya no estaba agitada y sus lágrimas ya no salían con la misma fuerza que lo hacían anteriormente.

Ya no demostraba el miedo, pero todavía estaba dentro de ella.

⎯ Mierda...⎯ Murmuré.

⎯ ¿Qué cojones estoy haciendo?⎯ Hablé de nuevo, aunque ni siquiera esperaba respuesta, solo pensaba en voz alta.

Su cuerpo estaba pálido, y su rostro adormecido. Me percaté de la sangre que había perdido.

Corrí de nuevo hacia su cuerpo y la agarré en brazos, para meterla al baño. Abrí el agua de la bañera, poniéndola tibia y la senté a mi lado. La miré fijamente y vi su rostro adormecido que ni siquiera me miraba, solo mostraba dolor.

La agarré de nuevo en mis brazos para meterla en la bañera una vez que estuvo medianamente llena, y el agua se comenzó a colorear de rojo rápidamente. Su corte ya no se veía por el color rojo que había dejado su sangre en esa parte del agua. Volví mi mirada a su rostro adormecido, viendo que sus párpados caían lentamente.

⎯ Joder... No... Madison⎯ Golpeé su hombro, intentando mantenerla despierta, pero sus ojos caían con cansancio.

⎯ ¡Madison! ¡Abre los ojos!⎯ Abofeteé suavemente su mejilla, pero no hubo ni un solo movimiento de su parte. Miré de nuevo el agua que se coloreaba con su sangre que yo mismo había provocado. Su rostro rojo y somnoliento envió sensaciones extrañas a mi pecho.

Por una vez sentí desesperación, por verla de esa manera. Su suave e inocente rostro me hacía querer salvarla y protegerla.

⎯ Eh, Madison, joder⎯ Volví a llamarla, agitando su cuerpo que yacía en el agua.

⎯ Lo siento mucho... Lo siento... Nunca quise hacerte tanto daño...⎯ Las palabras salían de mi boca por si solas, sin yo siquiera controlarlas. El agua cada vez perdía más su transparencia, y me di cuenta de que la hemorragia no paraba.

La saqué de la bañera con el agua salpicando por todas partes pero ni siquiera me importó. Agarré una toalla y la envolví en su cuerpo para mantenerlo cálido. Mi mirada buscó rápidamente algo para cubrir su corte y lo único que encontré a mi vista fue otra toalla de tamaño mediano. Levanté con cuidado su pierna y envolví la toalla, haciendo un nudo y apretándola. Miré su cuerpo lleno de marcas y moretones, causados con mis propias manos. Una parte de mí estaba preocupada por el dolor que le había causado, pero otra se sentía orgullosa. La había marcado, era mía.

⎯ ¡Madison! ¡Lo siento... Lo siento!⎯ Mi desesperación aumentaba, sus ojos ya estaban completamente cerrados.

⎯ ¡Joder, soy un imbécil!⎯ Golpeé el suelo con el puño, al lado de su cuerpo.

Su cabello castaño y rizado, sus preciosos ojos marrones que ahora no podía ver y estaban cansados.

No la recordaba así, ella solía ser feliz.
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