I want to hear you scream

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Intenté buscar cualquier forma de escapar, aunque era complicado, me tenía acorralada entre sus brazos, portando una navaja en sus largos y gruesos dedos. Mis lágrimas eran cálidas, me sentía mareada de tanto llorar, estaba débil. Vi fijamente sus ojos, llenos de crueldad. Había visto antes sus ojos con maldad, pero esta vez era diferente.

Podía ver el enfado en sus ojos, esos ojos tan oscuros que se mantenían sobre mí todo el tiempo, esos ojos oscuros que alguna vez me mostraron dulzura, solo en mi mente...

Ni siquiera sabía que hacer, ni lo que él haría.

Moví mis manos de manera nerviosa sin siquiera saber donde tocaba o lo que hacía, y las yemas de mis dedos tocaron la manija de la puerta, tirando suavemente de ella. La mano de Tom que agarraba mi muñeca entumecida se deslizó lentamente, soltando mi brazo. Mi cuerpo cayó hacia atrás cuando abrí la puerta del auto, impactando mi espalda contra el suelo. Gemí de dolor cuando mis caderas chocaron contra las piedras en el suelo, jadeando por aire, el cual intenté encontrar ahora fuera del auto, pero no pude encontrar esa paz que daba el aire puro.

El olor a tierra inundaba mis fosas nasales. Las palmas de mis manos escocían por los rasguños que me hice al caer. Vi a Tom mirándome atónito, y antes de que pudiera hacer algo, lo vi moviéndose para salir de los asientos traseros hacia mí. Mi cuerpo reaccionó por si mismo, y pateé la puerta con la suela de mis botas, cerrando la puerta en la cara de Tom. Escuché su grito de dolor, y sabía que mis acciones solo empeorarían su enfado.

Me arrastré hacia atrás, jadeando por el escozor en mis palmas y me levanté como pude del suelo arenoso. Me dolían las piernas, me temblaban, sentía que en cualquier momento dejarían de funcionar, pero seguí corriendo sin rumbo alguno entre la oscuridad. No miré atrás, no quería aumentar mi adrenalina viendo el cuerpo de Tom seguirme, pero lo sentía, sabía que estaba ahí.

Seguí corriendo, saltando entre los arbustos y las hierbas que había en el suelo, las cuales algunas quedaban enredadas en mis jeans. Mis rodillas dejaron de funcionar, temblando de miedo y cansancio, y caí al suelo. Había tropezado con una gran piedra la cual no vi en el camino, y ahora estaba en el suelo, con las lágrimas cayendo a la tierra, mojándola brevemente.

Escuché ese rasguño que hacían los pantalones de Tom, ese rasguño que me avisaba de que él se acercaba.

Todavía estaba acostada en el suelo, viendo su oscura sombra acercarse a mí.

Antes de que pudiera reaccionar, su pesado cuerpo cayó sobre el mío, inmovilizándome en el suelo. Gemí cuando sentí su cuerpo sentarse en mi estómago, sintiendo una fuerte presión que me provocaba náuseas.

⎯ ¿¡Qué mierda crees que haces!?⎯ Gritó en mi rostro antes de darme una palmada en el labio, haciéndolo sangrar. Sentí ese asqueroso sabor a hierro recorrer mis papilar gustativas, aumentando mi asco interno. Agarró mi pelo con una de sus manos tirando mi cabeza hacia él. Puse mis manos en su muñeca, intentando quitar su agarre, pero era imposible, su brazo ni siquiera era comparable con mis manos débiles. Las lágrimas salían de mis ojos sin yo controlarlo, mis ojos estaban inchados, deseando cerrarse, queriendo descansar.

⎯ Eres realmente como una patada en el culo.⎯ Murmuró mientras me levantaba del suelo tirando de mi cabello. Me agarró por los hombros, tirando mi cuerpo hacia el tronco de un árbol. Presionó nuestros cuerpos, sintiendo la calidez y la fuerza que tenía, pero esa calidez no era buena, no era lo que buscaba.

⎯ ¡Suéltame!⎯ Gruñí.

⎯ Creo que todavía no sabes quien soy.⎯ Dijo mirándome fijamente.

⎯ Claro que lo sé, ¡eres un maldito idiota!⎯ Grité.

I Lost Myself - Tom KaulitzDonde viven las historias. Descúbrelo ahora