Capítulo 29 / Clara
Clara se mira en el espejo detenidamente tratando de acompasar la respiración que se acelera por momentos cuando recuerda que en media hora estará con Fernando. Trató, y falló en el mismo instante, de no pensar demasiado en el tema, para no ver cosas donde no las había, porque si algo le había enseñado la historia con él es que siempre terminaba montada en una patineta de emociones rumbo a un callejón sin salida. Sin embargo, todo se fue por el suelo cuando le contó a sus amigas. La voz de la razón y del enamoramiento ahora estaban en una misma frontera, la del apoyo a Fernando. Insistieron en que el hecho de que la haya invitado como su pareja al evento más importante en estos momentos significa que hay algo más entre los dos que no se atreve a admitir. Ese es todo el problema, como todos los hombres, no se atreve a admitirlo. La voz de Cristina sonaría en su cabeza incluso cuando vaya entrando al bar, decidida en que lo quiere ayudar a que admita lo que siente por ella.
Tuvo toda la razón de comprar el atuendo negro aquella tarde donde buscaba el vestido para Julieta, aunque se haya llevado dinero de su pago destinado para otras cosas. Sabía que estaba esperando la ocasión perfecta, sin saber que llegaría en menos tiempo de lo pensado. El top transparente deja entrever el bralette negro que la hace parecer atrevida, marcándole los senos pequeños en un espejismo de grandeza. La falda negra, ajustada y de cuerina, se amolda a sus caderas con vigor, y sigue estando holgada en los muslos, siendo de fácil acceso. Ese último detalle lo ignora como quien se engaña a sí misma, y se apresura a ponerse las plataformas, también negras, para bajar al salón.
Félix salió hacia el baile hace media hora, en el auto que por primera vez su padre le prestó. Escuchó la retahíla de consejos y la prohibición de alcohol, aunque Félix insistió en que no habría por ser baile escolar. Yo también tuve tu edad, solo te pido que tengas cuidado. Aún así Félix se había llevado el auto y a Clara le impresionó que las ganas de manejar pudiesen más que las ganas de beber en su baile de graduación. Está terminando de arreglar la cartera cuando escucha un sonido afuera, viniendo de la puerta principal, y se asoma por las cortinas para ver a Fernando sentado en el muro, un encendedor en la mano y los pies recogidos, mirando hacia el cielo. Clara abre la puerta de la casa con una mueca en los labios, nerviosa ante lo que podría significar verlo fuera, sin haberle avisado que había llegado. Lo saluda con una voz baja y Fernando levanta la mirada y se baja del muro, esquivando su mirada.
"¿Está todo bien?" pregunta cuando el silencio se extiende unos segundos muy largos.
"Te ves... increíble. Te queda muy bien el negro."
Una oleada de calor se desprende en sus mejillas y Clara se muerde el labio al mirarlo. Él está completamente de negro también, en un traje formal, excepto que no tiene corbata y las solapas de la chaqueta son en satin, haciéndolas que brillen contra la luz. Tiene plumas blancas en las esquinas del cuello de la camisa, que solo se separan milimétricamente, dejando el espacio donde comienza el primer botón. A Clara le parece que si algo puede hacer un statement de quién es, este traje lo dice todo: aparentemente sencillo pero con detalles completamente únicos.
"Tú también te ves muy bien. Coincidimos sin ponernos de acuerdo."
Fernando se vuelve a apoyar sobre el muro, con las manos en los bolsillos, y el silencio se vuelve a apoderar de la situación. Clara va a preguntar si algo anda mal cuando él suspira y comienza a hablar.
"Lo siento por como va a comenzar la noche. No tengo auto."
Clara se alerta ante el tono apagado que utiliza. Se acerca a él y le acaricia un brazo.
"Hey, está bien. Podemos caminar. Es más, me gustaría caminar. No estamos lejos."
Fernando mira hacia sus pies. "No te quiero incomodar con los tacones."

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De antes, para siempre
RomanceClara pensó que su meta de perder la virginidad antes del nuevo año escolar estaba desecha hasta que, la última noche antes de comenzar clases, tiene un encuentro furtivo con Fernando, el mejor amigo de su hermano, que los deja a ambos intrigados y...