Capítulo 14
Compensarle a Félix el haberse ido de la fiesta terminó siendo más difícil de lo que pensaba. Por alguna razón, su amigo se tomó extremadamente personal el que lo haya dejado solo para emborracharse en la primera noche legal, y Fernando se encontró buscando distintas maneras para llevarlo a divertir y eventualmente conseguir el perdón. Félix insistió en que fue una traición de primera mano especialmente porque no tuvo con quien comentar si era una buena o mala idea escribirle a Miranda, cosa que al final hizo. Terminaron peleando peor que cuando cortaron porque Miranda no se creía que estuviera borracho. Pero luego de un fin de semana de videojuegos, cervezas y marihuana, estaban por fin donde lo habían dejado.
Fernando agradece la distracción que fue estar en modo Félix. Desde la noche del desastre que fue el cumpleaños, ha estado envuelto en la inminente necesidad de planear el futuro. Usó la calentura de lo que sentía para comenzar su plan: graduarse, conseguir un trabajo y llevarse a su madre a otra ciudad. Eric ha empezado a mostrarse receloso. Se mueve por el salón de la casa como un tigre enjaulado, yendo de rincón a rincón, hablando de recuerdos y aventuras vividas, y Fernando puede reconocer a la perfección lo que está sucediendo. Piensa que su madre también lo sabe o lo debe sospechar, pero está lo suficientemente ilusionada como para ponerse vendas en los ojos. Él, sin embargo, se arrancó esas mismas vendas desde las primeras veces que volvió y se rehúsa a ponerlas otra vez.
Con las notas escolares que tiene podría aplicar a una beca en fútbol. Jamás se había imaginado dedicarse al deporte pero puede ser un salvavidas para no preocuparse por dinero y así poder trabajar en las tardes. Realmente no tiene muchas aspiraciones más allá del colegio, y si hay una sola cosa que le gusta lo suficiente para considerar, es la música. Sin embargo, no sabe si alguna vez tendría la posibilidad de hacer su sueño realidad.
El lunes siguiente llega al colegio por su cuenta. Félix le había escrito diciendo que Benja tenía la mañana libre y le había propuesto dejarlo manejar el carro en su compañía. Fernando se puso feliz por su amigo e inspiró tranquilo al saber que no se encontraría con Clara tan rápido. El celular cambió de concepto en los últimos días y ahora lo siente en el bolsillo como una navaja caliente. Los mensajes parecen esperarlo cada vez que lo abre para revisar cualquier cosa y aunque ha intentado cerrar la conversación algunas veces, al final nunca termina teniendo la fuerza necesaria. Opta por hacer más llamadas para evitar usar la mensajería, aunque detesta hablar por celular casi tanto como evitar los mensajes. La ha descubierto mirándolo, buscando respuestas, pero no se ha acercado a él ni una sola vez. Fernando solo la mira lo suficiente para tener su existencia presente.
No me arrepiento y sé que tú tampoco.
¿Por qué lo tienes que hacer tan difícil?
Está acostado en la grama con los brazos detrás de la cabeza, mirando las nubes que pasan por encima. Es un cielo lluvioso, aunque el resplandor del sol se ve en una esquina, creando un color opaco. Hoy no tiene ganas de jugar fútbol, igual que las demás veces que lo ha hecho. Sin embargo, hoy no le sirve intentar escapar de sus pensamientos.
Fernando entiende que lo que tiene con Clara no va para ningún lado. En menos de ocho meses se graduará del colegio y no pretende quedarse un segundo más del que le toque. No interesa si piensa en Clara más de lo que le gusta admitir, o si la remota idea de averiguar donde planea estudiar en unos años se le haya pasado por la cabeza. Nada de esto importa porque él no está hecho para estar seriamente con alguien, y porque las relaciones son más dañinas que efectivas a gran escala.
A su lado se posa la lata de gaseosa que no pidió y Félix se sienta a un lado con las piernas cruzadas. Fernando ve la lata de Sprite en la mano de su amigo, que la abre sin mirarlo y le da un sorbo largo. Se incorpora, sin tocar la lata que es para él, mirándolo inquisitivamente a los ojos.

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De antes, para siempre
RomansaClara pensó que su meta de perder la virginidad antes del nuevo año escolar estaba desecha hasta que, la última noche antes de comenzar clases, tiene un encuentro furtivo con Fernando, el mejor amigo de su hermano, que los deja a ambos intrigados y...