𝟚

2.7K 143 2
                                    

Me desperté al escuchar ruidos en mi cocina, pensé que algún ladrón entró a mi casa, me levanté y agarré la escoba que estaba ahí.

Caminé sin hacer mucho ruido, entré a la cocina y solo era Ama.

—Hija de puta.— hablé.— Me diste el susto de mi vida, pendeja.

—Yo haciéndote el desayuno y tú insultandome.— se quejó.— ¿Pensabas pegarme con eso?— señaló la escoba.

—Sí, ¿cómo entraste?— pregunté.

—Me diste la copia de tus llaves.— recordó.— ¿Te encuentras mejor?— cuestionó mientras me entregaba el desayuno.

—Sí, creo, no sé.— ella me observó.— ¿Puedes pedirle disculpas a tus amigos por haberme ido así nada más?— pedí.

—Ellos se preocuparon por ti, te entienden, aparte les caíste bien, wey.— dijo tratando de que yo me sienta bien.

Solo seguimos comiendo en silencio, pero no era incómodo.

—También quería avisarte que haré un stream en el supermercado con Ari y Rivers, ¿quieres ir?— propuso.

—¿Es en serio? Después de lo de ayer no quiero salir en cámaras nunca más.— contesté molesta.

—____, no seas dramática.— exclamó.— Yo ya te expliqué todo lo que pasa en las redes, no es nada nuevo.

—Wey, parece que quieres que me sigan haciendo malos comentarios, ¿te gusta que lo hagan o qué?— me arrepentí al instante de haber dicho eso.—Lo siento yo, no sé que me pasa.

—Está bien, ayer fue un mal día, igual ya me tengo que ir.— se levantó y se despidió con un abrazo, de todas formas sabía que estaba molesta.

Ahora me sentía culpable, ¿acaso no podía hacer nada bien?

No quería hacer nada pero necesitaba hacer las compras de la semana. Fui al supermercado, entré a la zona de cereales, una chica se me quedó viendo y luego se acercó.

—¿Eres la del stream de Ama?— preguntó y asentí.— No dejes que las personas te dañen, para mí eres muy bonita.— comentó y agradecí.— ¿Nos podemos tomar una foto?

—Ahora no ando muy arreglada.— intenté poner alguna excusa.

—¿Y qué? Arreglada o no sigues viéndote bien.— respondió y sonreí.

Ella tomó la foto, me agradeció y se fue feliz, al menos algo bueno tenía que pasar hoy.

Regresé a casa, le envié un mensaje a mi mejor amiga y ella respondió al instante.

                        Hey, discúlpame por lo de
                        la mañana.

Tranquila, entiendo que
no estabas pasando un
buen momento.

Intenta descansar y solo
relájate.

                                   Te quiero, gracias :)

Yo más <3

Era la hora de almuerzo, solo comí una manzana, no creo que me pase algo. Me puse a ver películas toda la tarde, pero luego me quedé dormida.

Cuando me desperté me acordé que yo tenía un lugar especial a donde siempre iba a pensar o cuando me sentía mal. Era una casa del árbol, no estaba a más de una hora de mi casa, se encontraba en un parque a donde nadie iba. Quise ir porque hace un buen tiempo que no visitaba aquel lugar.

No pedí un taxi, opté por caminar para despejarme. Algunas calles eran silenciosas ya que era muy tarde.

Llegué a la casa del árbol, era muy bonita, pero estaba muy vieja y sucia, me dio igual y empecé a subir las escaleras que cada vez sonaban más porque ya estaban muy viejas.

Al entrar me sorprendió ver a una persona, estaba de espaldas.

—¿Hola?— hablé y Rivers volteó a verme.— ¿Qué haces tú aquí?— cuestioné.

—Nada interesante, siéntate aquí.— señaló a su costado.

Le hice caso y me senté, no me importo si estaba sucio.

—¿Cómo conoces este lugar?— preguntó ella.

—Un día iba caminando por aquí, vi la casa, me dió curiosidad, subí y no había nadie, desde ese momento vine aquí cuando me sentía mal o necesitaba pensar.— conté.

—A mí también me pasó algo parecido, aunque es raro saber que ambas visitamos este lugar y nunca nos hemos visto.— respondió.

—Estás aquí ahora, ¿por qué te sientes mal?— pregunté y ella asintió.— ¿Quieres contarme?

—Últimamente no estoy teniendo una relación sana con mi pareja. No hay día que no discutamos, el pendejo ya me fue infiel dos veces y con la misma morra, pero yo sigo ahí como estúpida porque no puedo dejarlo.— se desahogó sin ningún problema.

—¿Por qué sigues con él? Te está causando muchos problemas.— hablé confundida.

—Lo intenté, pero no me duró ni un día porque él me pidió perdón, prometiendo que no lo volvería a hacer y yo de idiota le sigo creyendo.

Yo solo suspiré e intenté darle algunos consejos, que tal vez no eran muy buenos pero trataba de entenderla y apoyarla.

Luego, yo le conté los problemas que tenía con mi autoestima, que no me alimentaba muy bien, de la misma forma ella me dió consejos.

Era extraño porque recién nos conocíamos hace un día y ya sabíamos varias cosas de la otra.

—Olvidemos los problemas, ¿nunca te has preguntado por qué esto esta abandonado?— dijo y negué con la cabeza.—Te lo resumo, dicen que esta casita la construyó un señor para que los niños jueguen aquí. El señor parecía un pan de Dios, pero cada que veía a un niño solo aquí adentro abusaba de ellos, desde entonces esto estuvo abandonado.— confesó y me sorprendí.

—No te lo puedo confirmar, solo lo escuché por ahí, muchos dicen que es mentira ya que nunca han visto nada raro y las autoridades tampoco dijeron nada.— explicó.

A Samantha le llegó un mensaje de su pareja pidiéndole que regresé a casa de inmediato.

—Ya me tengo que ir, gracias por conversar conmigo.— comentó.

—No hay de que.— ella ya estaba por bajar pero la interrumpí.— Rivers, ¿podrías darme tu número? Ya sabes para estar en contacto.— pedí.

—Claro, y me llamo Samantha, Rivers solo es mi nombre en las redes.— exclamó y asentí.

Me dicto su número y la agregué en mis contactos. Luego de despedirnos, yo me sentía con un peso menos de encima, estaba necesitando desahogarme con alguien y con Samantha lo hice sin ningún problema.

Solo las dos (Rivers x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora