Solo las dos (Rivers x tú)

𝟜

Me desperté y vi que tenía mensajes en Instagram de un usuario desconocido.

Hola :)

Soy Fiorella, la chica del
súper.

Hola, si te recuerdo.

Fue lo único que contesté ya que no la conocía y era un poco raro que me escriba de la nada, luego vería si me respondió.

Desayuné una ensalada de frutas, al terminar, fui a una plaza a dibujar. Justamente quería dibujar la plaza con algunas personas para poner en práctica lo que me enseñó Juan.

Se me hizo un poco difícil, aproximadamente terminé en una hora, el dibujo no era muy grande. Le tomé foto y se la envié a Juan para que vea mis avances.

—Está muy bonito.— dijo una chica dándome un pequeño susto.— Perdón, no planeaba asustarte.

Volteé y era la morra que me escribió, Fiorella.

—Acompañé a una amiga a su casa que está cerca de aquí, al regresar te vi.— contó.

—Ah, ¿qué tal?— contesté, queda claro que no sé sacar tema de conversación.

Las dos nos quedamos en un silencio incómodo.

—Parece que te estoy molestando.— exclamó.— No era mi intención hacerlo.— se disculpó.

—No me molestas, solo que no te conozco del todo.— aclaré.

—¿Quieres ir por un helado? Así nos conocemos mejor.— propuso.— Yo invito, no te preocupes por eso.— habló.

Yo soy de esas personas que no saben decir que no, entonces, terminé aceptando su propuesta.

Fuimos a una heladería que estaba cerca, mientras tanto nos íbamos conociendo, ella era un año mayor que yo, no puedo negar que era muy linda, me daba buenas vibras.

—Y, ¿tienes pareja?— cuestionó, al parecer ella ya había agarrado confianza.

—Eh, no, ¿tú?— dije lo mismo.

—Tampoco, pero me gustaría tener una, hace un chingo que no ando con nadie, ¿alguna vez te han fallado en las relaciones?— preguntó.

Gracias a esa pregunta, comenzamos a contarnos todas nuestras anécdotas amorosas. Así pasamos toda nuestra mañana, hasta terminar con nuestra plática.

—Un gusto, ____.— exclamó.— Sinceramente me caíste muy bien, quiero saber si te gustaría que sigamos en contacto por instagram.

—Claro, a mí también me caíste bien.— comenté y sonreí.

Le agradecí por el helado y fui a mi casa. Agarré mi celular y vi que Ama me había mandado mensajes.

____, habrá una pijamada,
¿jalas?

Sí, ¿será en tu casa?

No, será en la de Ari.

¿A qué hora?

Yo pasaré por ti a eso de
las 8.

Va, gracias.

No tenía planeado almorzar nada, por alguna razón con el helado fue suficiente. Ahora solo me tocaba esperar la noche para ir a la pijamada con mis amigas.