Todos me miraban, no de una mala forma, estaban sorprendidos al verme así.
—¿Nadie va a decir nada? Se ve preciosa.— dijo Molly terminando con el silencio.
Todas las chicas me decían lo mismo, me senté junto a Ama y Filis.
Ari iba llegando junto a Juan, ella también se había cambiado, esta vez estaba disfrazada de Scream.
—¿____? ¿Eres tú?— preguntó Juan.
—No molestes a mi novia, Guarnizo.— amenazó Ari.— Que bien te ves.— halagó y sonreí como agradecimiento.
Sam no estaba con nosotros, la buscaba pero no lograba encontrarla.
Pasaron algunos minutos y Sam llegó con alcohol, se veía molesta pero cuando me vio su expresión cambió totalmente.
—Al fin llegas, wey.— se quejó Osvaldo.— Apúrate, tenemos que tomarnos fotos todos juntos.
Sam ignoraba sus palabras, ella estaba concentrada apreciándome.
—Tierra llamando a Rivers.— habló Natalia para que reaccione.
—Déjenla, está apreciando a la hermosura que tiene enfrente.— me señaló Molly.— Es su momento más lésbico.
Todos se rieron, Sam y yo nos sonrojamos, pero gracias a las luces no se notaba mucho.
Nos tomamos las fotos, Ama dijo que no publicaría las fotos en donde salgo.
La mayoría se fue a bailar, yo me quedé sentada junto a Aldo y Osvaldo.—No te olvides de hacer las últimas miniaturas.— comentó Osvaldo.— Las necesito para mañana.— avisó e hice un sonido de afirmación.
—Ay wey, no hables de trabajo aquí, hay que divertirnos, pásame el alcohol.— pidió Aldo y reí.— ¿No dijiste que eras una detective?— cuestionó.
—Es una larga historia.— respondí.— En pocas palabras me obligaron a usar esto.
—Igual no te queda mal.— dijo, pero no de una forma coqueta.
—Controlate, pendejo.— bromeó Osvaldo.— Todos están bailando menos nosotros, vamos a disfrutar de la noche.— nos llevó a los dos a la pista de baile.
Estaba siendo divertido todo, los chicos y yo no dejábamos de reír, incluso ya estábamos un poco mareados. Seguimos bailando hasta que Sam se nos acercó.
—____, ¿me puedes ayudar con algo?— pidió la rubia, en su voz se notaba que estaba bebiendo mucho.— Luego te explico.
—Claro, ya vengo chicos.— exclamé y solo susurraron entre ellos mientras se reían.
Sam agarró mi mano y nos llevó afuera.
—¿Qué pasó? ¿Te sientes bien?— pregunté preocupada.
—Estoy perfecta, y más si te tengo cerca ahora.— comentó y me abrazó.— Mira lo que tengo.— señaló la botella que tenía en la mano y reí, me divertía ver a Sam en ese estado.
—¿Quieres ir a tu depa?— cuestioné y negó.— Sam, tengo que buscar el saco, no puedo caminar por las calles con esta ropa, ¿quédate aquí, sí?— expliqué y ella asintió.
Le dije a Ama que me iría con Sam porque no estaba del todo bien, ella me entregó el saco y regresé afuera.
—Ahora sí, ¿a dónde quieres ir?— pregunté y ella solo me pidió que la siguiera.
Estuvimos caminando por mucho tiempo y mis piernas ya no daban más.
Pasaron unos minutos y me di cuenta que estábamos cerca de la casa del árbol.
—¿No crees que hubiese sido mejor si pedíamos un taxi? Y más si con la justa puedes caminar.— dije y ella alzó los hombros.
Subimos a la casita y me senté, ahora estaba cansada y quería dormir.
—No te traje aquí para que te duermas, wey.— interrumpió y suspiré.— Tengo una pregunta.— habló de la nada.— ¿Cómo es que te pusiste ese disfraz?
—Gracias a las hermanas Garza tuve que hacerlo.— comenté.— Ya sabes como son ellas, siempre quieren que yo deje la vergüenza a un lado.
—Me lo imaginaba, pero ahora sí te puedes quitar el saco.— indicó, ella tenía razón, le hice caso y me saqué el saco.
Ella me sonrió coqueta, Sam propuso seguir tomando y accedí, después de todo yo no había bebido mucho.
Estuvimos casi una hora bebiendo y ya estábamos muy ebrias, no sé cómo haremos para regresar.
—Te digo algo.— llamó mi atención.— Me encanta verte así, créeme, ese disfraz que traes puesto me está volviendo loca.— admitió y se acercó a mí.— ¿No dirás nada?
—No sé que decir.— murmuré.
—No digas nada.— intentó acercarse a mí pero yo me alejé, sabía sus intenciones.
—No sabes lo que estás haciendo, Sam.— expliqué y ella me miró confundida.— Tienes pareja.— aclaré.— En estos momentos estás ebria, cuando no lo estés te arrepentirás o tal vez ni lo recuerdes.
—Le pedí un tiempo, prácticamente terminamos.— confesó.— Así que estoy segura de lo que estoy haciendo.— respondió para acercarse a mí de nuevo.
—¿Qué dirán los demás?— cuestioné.
—¿Eso qué? No interesa, al final estamos aquí solo las dos.— dijo.
Hicimos contacto visual unos segundos para después cortar la pequeña distancia que teníamos.
Era un beso que ambas esperábamos, sus labios se movían al compás de los míos, fue un beso suave y tierno.
Nos separamos y ambas teníamos una sonrisa, Sam me dio un piquito y me abrazó.
—Fui terca al creer que no me llamabas la atención.— contó.— No me arrepiento de nada si te lo preguntas, si tienes dudas de que no me acordaré de esto, mañana te demostraré que no y te diré muchas cosas.
Sonreí y volví a unir nuestros labios.
—Te quiero mucho, Sam.
—Yo más.— contestó.
Gracias a ese beso me di cuenta de muchas cosas, principalmente algo que ya sabía que sentía pero no lo aceptaba por respeto a su relación, hoy confirmo algo que era obvio, Samantha me gusta y mucho.
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Solo las dos (Rivers x tú)
RandomDonde ____ conocerá a Rivers, ambas tienen problemas e intentan resolverlos juntas, poco a poco empiezan a sentir cosas entre sí, o eso es lo que creen. Inicio: 17/01/24 Final: 26/08/24