𝟜𝟚

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Pasaron las semanas y mi mamá no me buscó, agradecía eso, por ahora necesitaba espacio.

Hoy tenía planeado buscar una escuela de arte, gracias al pago que me daba Osvaldo podía inscribirme en alguna escuela.

Busqué en internet alguna escuela y la más cercana estaba a casi una hora, me arreglé para ir a dicha escuela, hoy también saldría con Ari, Ama y Sam.

Hola, Sam.

Le dices a las chicas que llegaré
un poco tarde.

¿Y eso? ¿Qué vas a hacer?

Iré a averiguar algunas cosas en
una escuela.

Cuando salgas me avisas para
ir a recogerte, ¿sí?

Luego me cuentas todo.

Le envié la dirección y le dije que este cerca para que no se demore demasiado ya que el lugar era lejos.

Llegué y por fuera se veía muy bonito, entré y por dentro era mucho más bonito, las pinturas que estaban colgadas eran preciosas. Vi a una chica revisando algunos documentos y me acerqué.

—Hola.— saludé.— ¿Usted es encargada de las inscripciones?

—Hola, sí, ¿vienes a eso?— habló amablemente y asentí.

La chica comenzó a explicarme cómo era el horario, el pago y todo el proceso. Me sentía muy emocionada, por fin podría aprender más cosas del arte.

La chica me dio unos documentos para poner mis datos y poder inscribirme. Antes de llenar los papeles, le escribí a Sam diciéndole que ya estaba por salir.

—Puedes comenzar a asistir dentro de una semana, cualquier cosa te mandaré mensajes.— avisó.

—Está bien, muchas gracias, que tenga un lindo día.— me despedí.

Salí y vi que Sam ya estaba afuera esperando, la abracé y ella me dio un beso en la cabeza.

—Pensé que te tardarías más.— hablé.

—Pues tú me dijiste que esta escuela estaba lejos, así que llevo esperando aquí desde hace rato.— comentó.

Pedimos un taxi y nos dirigimos a la casa de Ari, ahí estaríamos pasando el rato.

Llegamos y las hermanas nos miraban mal por hacerles esperar bastante tiempo. Les expliqué cuál fue el motivo de la demora y me entendieron.

Fuimos al set up de Ari y comenzamos a jugar algunos videojuegos, habíamos quedado que la que perdía tomaba un shot de tequila.

Era obvio que ellas tenían mucha más experiencia, así que yo estaba perdiendo varias veces.

—Wey, esto es injusto, ustedes si saben jugar.— me quejé.— Ustedes con la justa han tomado un shot y yo voy con diez.— reclamé.

—Busquemos otro juego más fácil.— propuso Sam.— Tal vez ____ deje de perder.— se burló.

—Espérenme tantito, voy al baño.— habló Ama.

—Yo voy por otra botella.— agregó Ari.— Ustedes vayan buscando otro juego.— indicó.

Ellas se fueron y yo comencé a buscar algún juego que llame mi atención y que se vea fácil, así dejaba de perder.

—¿Te he dicho que te ves linda así concentrada?— cuestionó Sam en susurró y con una de sus manos en mi pierna.

—Eh, no, pero gracias.— respondí nerviosa.

—Me encantas.— confesó y dejó un beso en mi cuello.

—Nos pueden ver.— dije algo preocupada.

—¿Eso qué? Solo te estoy diciendo lo que me haces sentir.— contestó para luego darme un beso que fue interrumpido por Ama.

—¿Qué hacen tan cerca?— preguntó.

Sam se alejó rápidamente, yo me puse más nerviosa de lo que ya estaba y sentía mis mejillas arder, ¿y si nos había visto?

Solo las dos (Rivers x tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora