Solo las dos (Rivers x tú)

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Me desperté porque sentí caricias suaves en mi rostro y sonreí al saber que Sam lo estaba haciendo.

—Buenos días.— dijo con una sonrisa.— Dormí mejor que nunca.— comentó y me sentí feliz.

—Pensé que tendrías dolor de espalda.— dije.— ¿Estás segura de que no tienes ningún dolor?— pregunté y negó.

—Como me gustaría que a ti te duela la espalda para poder hacerte masajes.— habló con una sonrisa coqueta y yo solo reí.

Preparamos el desayuno juntas para terminar más rápido, yo comería unas tostadas y ella unos hotcakes.

—Me alegra ver que ya estás mejorando, eso es un gran logro.— comentó refiriéndose a mi alimentación.

—Sin el apoyo de mis amigos, no lo hubiese hecho, gracias Sam.— exclamé.— Hago esto por ustedes.

—No tienes nada que agradecer, tú sabes que puedes contar conmigo cuando quieras.— dijo.— Y no lo tienes que hacer por nosotros, hazlo por ti y tu bienestar.— aclaró.

—Por eso y por otras razones, me gustas.— hablé y me di cuenta que me confundí.— Me gusta ser tu amiga.— corregí rápidamente.

—Pendeja, ya me había ilusionado.— se quejó y reí.

Al terminar, Sam se ofreció a lavar todas las cosas que utilizamos.

—¿Qué harás hoy?— cuestioné mientras la veía lavar.

—Voy a recoger mi disfraz para el Blitzpooky.— avisó.— Es del chavo del ocho, pero sexy.— contó y reí.— ¿Tú irás?— dijo e hice un sonido de afirmación.— ¿Qué te vas a poner?

—Aún no sé, tengo que buscar un disfraz.— expliqué.— No soy buena escogiendo un disfraz.

—¿Si sabes que mañana es el Blitzpooky, no?— recordó.

—Voy a llamar a Ama, ella dijo que me ayudaría junto a Ari.— dije y marqué el número de Ama, ella me contestó al instante.

—Wey, Ari me escribió y dice que ya tiene tu disfraz.— contó.— Es sorpresa, así que tendrás que esperar hasta mañana, vienes temprano a mi casa para ver todo eso.— pidió, yo iba a decir algo pero colgó la llamada.

—¿Te puedo acompañar a recoger tu disfraz?— pregunté a Sam al ver que no tenía nada que hacer.

Mientras yo me cambiaba, Sam pedía un taxi, no nos íbamos a demorar mucho.

Después de largos minutos, llegamos al lugar donde Sam recogería su disfraz. Ella se acercó a la señora, comenzaron a hablar un rato y luego la señora le entregó dos disfraces, uno del chavo y otro del muñeco chucky.

—¿No te decidiste qué usar?— hablé confundida al ver el disfraz de Chucky.

—Sí, solo que uno es para Félix.— contestó, debí imaginarlo, Félix acompañaría a Sam en la fiesta.

—¿Cómo te va con él?— traté de sacar un nuevo tema de conversación.

—No quiero hablar de eso wey, por lo menos no por ahora.— contestó y asentí.

—¿Tú cómo vas con Fiorella? ¿Así se llamaba, no?— llamó mi atención.— ¿Ya son algo? ¿Tú quieres algo con ella?

—¿Por qué de repente tantas preguntas?— dije y alzó los hombros restándole importancia.

Dejamos el tema ahí, me acompañó  hasta a mi casa, Sam tenía que regresar a su depa porque tenía que prender directo, por eso no se quedó.

Sigo sin entender el porqué de la reacción de Sam, siempre se ponía así cuando hablábamos de Fio, ¿será que le cae mal?