DESTINO

123 17 5
                                    

Hongjoong no sabía exactamente lo que le estaba pasando, siempre había cuidado sus celos con diligencia al punto en que jamás había experimentado uno en su totalidad sin la ayuda de los supresores por lo que el calor que sintió invadirlo cuando Mingi lo había apretado contra sí y lo había besado y desnudado en menos de un minuto le nubló el juicio por completo.

Desde el principio él no tuvo un alfa que fuera su objetivo, además todo mundo estuvo feliz de, por lo menos, salvar la virtud de uno de los cachorros de Yena, aunque claro, a Hongjoong le tocó lidiar con un ambiente mucho más peligroso que el de sus hermanos al ponerse al mando de Taehyun, pero para él fue algo más que aceptable.

Durante años, Hongjoong fue testigo de lo que Miyeon y Jongho tuvieron que pasar para poder mantener un control dentro del celo, mantener cierto dominio y lograr el objetivo perseguido. Mil veces quiso cambiar su lugar con Miyeon o Jongho, pero ellos nunca cedieron.

A diferencia de Jongho, Hongjoong aún era virgen, pues al no tener una sentencia sobre su cuello de renunciar a esa parte de sí a un alfa seleccionado, él se creyó con el privilegio de poder elegir a quién le entregaba aquella experiencia única y aunque no lo aceptaría en voz alta, Hongjoong soñaba con hacerlo por vez primera con el amor de su vida, pues sentía que era su obligación entregarse a quien de verdad amara, se lo debía a Miyeon y a Jongho ya que ellos jamás tendrían la oportunidad de elegir a sus parejas, ellos se enlazarían con alfas por un objetivo en particular y no por decisión. Él cuidaba de su virginidad como un gran tesoro que otros no tenían la oportunidad de ceder a su elección.

Todos aquellos sueños y planes quedaron regados en la acera donde Mingi había devorado su cuello, lo había hecho estremecer y lo había arrastrado al interior de la camioneta, entonces todo fue calor y fuego para Hongjoong. Respondió al dulce beso que Mingi arrancaba de sus labios respondiendo al más leve rose de los dedos del mayor sobre su piel, todos sus deseos estaban concentrados en la excitación que sentía, en la necesidad de su entrada que goteaba y pedía por el alfa que estaba sobre de él.

La intrusión fue un poco dolorosa al principio, pero Mingi había sabido cómo distraerlo, cómo tomarlo aún en medio de su descontrol, para no lastimar al frágil omega bajo de él. A pesar de la dosis concentrada de Rèqíng, Mingi supo ser un amante considerado concentrado en satisfacer al omega como a él mismo y eso accedió directo al corazón de Hongjoong que, si bien tenía nublado el pensamiento, no por eso no era consciente de las atenciones que recibía del alfa.

Fue consciente de que al mismo tiempo en que Mingi se introducía en su cuerpo, también se colaba en su corazón, quizá estaba muy abierto a recibir cualquier tipo de amor, tal vez simplemente era su destino y mientras se sentía invadido una y otra vez por su amante todo le parecía perfecto.

Mingi lo tomó múltiples veces durante la noche. Cuando el nudo se formó en el interior del omega no intentó siquiera resistirse o pensar de más, simplemente él y su lobo estuvieron de acuerdo en que lo más lógico era marcarlo y reclamarlo como suyo, él jamás se iba a arriesgar a perder a la única persona que lo había hecho sentir tan completo.

Cuando ambos hubieron satisfecho sus deseos, cuando el omega había perdido el conocimiento por la carga de tantas emociones, después del nudo y la marca, apenas había pasado unas horas cuando Mingi se despabilaba de los efectos de la droga, aún se encontraba dentro del omega, aunque era una posición un poco incomoda sonrió al percatarse de que aún sostenía al frágil cuerpo entre sus brazos. Lamió la marca que él había hecho orgulloso de ella y aspiró el dulce aroma, entonces percibió con claridad, ya no olía sólo a canela, había una mezcla maderosa desprendiéndose sutilmente del cuello que mostraba su mordida aún roja.

Mingi se sintió invadido de miles de emociones: sorpresa, incertidumbre, duda, miedo... pero sobre ellas se sobreponía la felicidad, Mingi pudo percibir la esencia débil de un cachorro dentro de su omega, lo que hizo que lo acercara más a su cuerpo y el leve movimiento provocó que su miembro despertara.

Dominantes [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora