Dominantes [2ho]

TRAICIÓN

Seonghwa manejaba a toda velocidad cruzando la ciudad, por poco y se estrella con un enorme autobús que sorteaba el caos del tráfico. Manejaron juntos un buen tramo hacía el sur hasta que él tomó una salida antes de llegar a Luanzang, justo a las orillas de la ciudad.

Cuando se escucharon las primeras detonaciones, su lazo con Yeosang se había interrumpido y tenía un mal presentimiento. Al escuchar que aquellos ataques tenían que ver con omegas, no dudó en subir a su auto para buscar al suyo sin importarle el ataque a los centros o el ataque a la Torre Carpa donde se encontraba su padre.

- ¡Yeosang!- llamó entrando a la casa que aún guardaba el aroma de su omega- ¡Sang!- No obtuvo respuesta y su corazón se contrajo de miedo buscando por todo el lugar.

Cuando iba saliendo de nuevo sintió un dolor muy fuerte en su nuca antes de que todo se oscureciera.

- Atenlo y súbanlo al auto- ordenó Kai a un par de betas que lo acompañaban siguiendo las ordenes de Beomgyu.

En la camioneta se encontraba Yeosang también atado de manos y pies.

- Lo siento Hwa, lo siento mi alfa- lloraba temeroso de lo que planearan hacerle a su alfa.

[...]

- ¿Por qué me estás diciendo todo esto?- preguntó Taehyun al omega que ocultaba dentro de su hogar y que ahora descansaba entre sus brazos después de un par de rondas de sexo y que el celo se había controlado gracias a los supresores.

- Porque confío- respondió Beomgyu acariciando perezosamente los fuertes brazos que lo sostenían- Todo lo que puede hacer un omega es confiar. Confiamos en los alfas que nos traicionaron y encerraron, confiamos en que algún día nos liberarían y todo sería como debería ser y cuando eso no ocurrió, entonces confiamos nuestro destino en nuestras propias manos. Los omegas confiamos unos en otros por que nuestro objetivo es el mismo al final. Confiamos que nuestros planes den resultado. Confío en ti, que no me entregaste a un centro omega- entonces se giró para encarar a Taehyun rodeando su cintura con sus delgadas piernas- confío en que tomarás la decisión correcta ahora que lo sabes.

- No me conoces- Taehyun acarició la suave mejilla del hermoso omega- No deberías confiar en cualquiera. Soy el hermano del rey, deberías de saber que no lo traicionaría tan fácilmente, mucho menos por un omega.

- No estoy confiando en el hermano del rey, estoy confiando en el beta que me salvó en más de una forma- entonces besó sus labios lentamente sintiendo su corazón latir fuertemente contra su pecho buscando un poco de seguridad.- Tú sabes que esto tenía que ocurrir tarde o temprano. Los omegas somos más fuertes de lo que ustedes piensan- Beomgyu comenzó a liberar sus feromonas envolviendo al beta.

- Yo no soy un alfa que puedes manipular a tu gusto- Taehyun tomó sus manos con fuerza al sentir el aroma del omega- No hay nada que me obligue a guardar silencio o apoyar tu causa. Ahora mismo podría dar la alarma y detener todos sus planes. Puedo irrumpir en Yiling y buscar a todos los omegas rebeldes.

Beomgyu sonrió mostrando sus adorables hoyuelos derritiendo un poco el corazón de Taehyun que se alteró al ver lo hermoso que era cuando sonreía- Mi querido beta, confío, pero no soy estúpido, todo esto que crees que puedes detener, de hecho, está sucediendo en este momento.

Y como si todo estuviera perfectamente sincronizado, se escuchó la primera explosión a lo lejos.

[...]

En cuanto Yunho escuchó la primera detonación no supo qué hacer al momento. Miles de ideas cruzaron su cabeza sin lograr entender exactamente qué es lo que estaba pasando afuera de esa habitación. La actitud de Jongho lo había descolocado, unos minutos antes lo había rescatado de los alfas de puro milagro y creyó poder ocultar el aroma de su omega debido al sin numero de aromas de alfas y omegas revueltos en aquella habitación. Se sorprendió mucho cuando Jongho comenzó a besarlo y acariciarlo porque a pesar de esas acciones, había un sentimiento que se filtraba a través del lazo, era como una despedida. A pesar de que Jongho le había afirmado que lo amaba, todo le había dejado un sabor amargo, como si no fuera a volver a ver a su omega, después las palabras que le dijo lo confundieron aún más.