Jongho caminó otro tanto comenzando a asustarse aún más al escuchar la voz de los lobos de alfas. Eran demasiados en un lugar tan cerrado. Trató de ir más rápido hasta que de pronto colisionó de frente con una figura que lo rodeo y de inmediato percibió el aroma a sándalo de su alfa de manera concentrada.
Yunho había sentido cómo su lazo con Jongho se restauraba, clara señal de que Jongho estaba cerca y sin supresores, las alarmas en su cabeza se encendieron y desesperado comenzó a buscarlo por todo el lugar, lo escuchó llamarlo y supo en dónde estaba, pero al llegar pudo ver que varios alfas comenzaron a rodearlo. Con furia los empujó abriéndose paso hasta Jongho que intentaba huir, lo abrazó y liberó sus feromonas para ocultar el aroma de su omega.
Debido al estado de los alfas y de los variados aromas que se revolvían en aquella habitación, pudo esconder a Jongho y sacarlo de ahí sin que alguno de ellos entendiera bien lo que había ocurrido.
Entraron a una habitación desocupada. Jongho se abrazó fuerte a Yunho sin poder contener las lágrimas por más tiempo, comenzó a llorar permitiendo que el aroma de Yunho lo tranquilizara.
- ¡Por la Luna! ¿Qué diablos pensabas al venir aquí?- preguntó Yunho cuando notó que el omega se tranquilizaba.
- Yo... yo... tenía que venir- Jongho aún sufría los espasmos del llanto, el temblor del miedo y furia que corría en su sistema.
- ¿Por qué tenías que venir?- preguntó Yunho tomando el rostro de Jongho en sus manos- ¿Acaso hubo algún problema? ¿Te encuentras bien?
Jongho miró a Yunho, aspiró las feromonas de su alfa y aunque ya estaba recuperando el control de su mente, aún temblaba por lo que acababa de ver y lo que haría a continuación.
- Mi alfa- dijo Jongho mirándolo a los ojos acariciando lentamente su rostro, tratando de memorizarlo cada detalle, pues no estaba seguro si después podría verlo de nuevo, si podría volver a ver aquellos ojos dorados que ahora lo miraban con amor y preocupación.- Te amo, en verdad te amo tanto.
Yunho sonrió, lo atrajo firmemente por la cintura a su cuerpo, acarició su cuello pasando levemente sus dedos por la marca, entonces lo besó, un beso suave y lento con el único propósito de calmar sus nervios. Con su lengua rosó los labios de su omega encontrándose pronto con su compañera, se acariciaron ambas envolviéndose en sus aromas que se combinaban a la perfección.
De pronto Yunho acariciaba con más ahínco el cuerpo de Jongho, restregando su cuerpo sin poder controlar su excitación que aumentaba a cada movimiento de la boca de Jongho que se volvía más demandante como si quisiera succionarle el alma, pero pronto el beso terminó.
Jongho se encontraba con las mejillas coloradas, pero a pesar de la tranquilidad que su alfa le proporcionaba, las imágenes de lo que acababa de ver no se iban de su cabeza, el tiempo se agotaba. Todos esperaban que continuara con el plan.
- ¿Todo está bien?- preguntó Yunho al sentirlo temeroso a través del lazo.
- Te amo Yunho. Te amo mi alfa. Perdóname por lo que hice. Por lo que haré. Espero entiendas que lo tengo que hacer.- Jongho acarició el rostro de Yunho, besó sus mejillas y de nuevo sus labios.
- ¿Qué hiciste?- preguntó Yunho temeroso- Jongho, ¿de qué estas hablando?- lo sujetó firmemente del brazo.- ¿Qué está pasando? ¿Qué estás haciendo aquí?
- Esto no puede seguir- las lagrimas comenzaron a caer de nuevo de sus ojos- Lo que pasa afuera de esta habitación es una abominación y lo sabes.
- Jongho- susurró Yunho sintiendo la ansiedad del omega y la propia.
Alguien llamó a la puerta, la pequeña distracción la aprovechó Jongho que sacó su teléfono y marcó un número en específico, se escucharon dos timbrazos antes de que se desatara el infierno.
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Dominantes [2ho]
Fiksi PenggemarAdaptación 𓍯 La ley anti-marca se había establecido varías décadas atrás para evitar la influencia de los omegas en los alfas. Los omegas utilizarían aquello que tanto temían los alfas: la influencia del lazo para cambiar su situación y obtener su...