LA OTRA MARCA (2da Parte)

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Jun y Jongho salieron de aquel lugar a toda velocidad y a los pocos minutos el lobo de San y el lobo gris de la reina lo siguieron dirigiéndose a Yiling alejando a todos aquellos que intentaron detenerlos, pero Jongho no estaba en buenas condiciones, cuando llegaron a la mitad del bosque de Luanzang, justo al lugar donde se encontraba la cascada los brazos del omega cedieron, el celo aún atormentaba su cuerpo y sus brazos perdieron fuerzas.

- ¡Agh!- gimió Jongho y se dejó caer presa de los fuertes dolores.

- Él no va a resistir, tienes que ayudarlo- San no se atrevió a acercarse cuando Yunho regreso a su forma humana y tomó a Jongho en sus brazos.

- Aún nos persiguen, no puedo hacerlo ahora- refutó Yunho.

- ¡Ah! Yunho, por favor- lloró Jongho aferrándose al cuerpo de Yunho.

- ¡Maldita sea!- rugió Yunho abrazando más fuerte a Jongho- Váyanse- le dijo a San y a su madre- Nos reuniremos de nuevo en Yiling.

La reina y San vacilaron por un momento, pero Yunho se lanzó al agua llevando a Jongho en sus brazos. Por el lazo, Jongho le enseñó aquella cueva cerca de aquel río, además aprovecharía el chapuzón para eliminar todo el rastro de aquel otro alfa y el horrible olor a gardenias que se percibía en el cuerpo del omega. Los otros lobos siguieron su camino a Yiling, su rastro ayudaría a que los lobos del rey los persiguieran a ellos y no a la pareja.

Jongho se retorcía de dolor arañando la espalda de Yunho quien corría desesperado por encontrar aquella cueva, en cuanto la vio, sintió el alivio recorrer su cuerpo, apenas había entrado cuando atacó los labios de su omega, lo pegó a una pared y lo levantó por la cintura, acomodó su miembro y deslizando sus manos por las nalgas de Jongho lo penetró de un solo movimiento- ¡Ah!- gimieron ambos sintiendo por fin alivio y comenzó a follarlo sin tregua, cada estocada hacía flotar a Jongho en las nubes. En poco tiempo ambos se corrieron.

Jongho se aferró al cuello de Yunho enterrando su rostro en este llorando, pero ahora de alivio y felicidad, porque se encontraba ahí, con su alfa. Su Yunho no lo había abandonado, al contrario, lo había salvado y lo seguía amando aun cuando otro alfa lo había profanado.

Cuando sintieron un poco de alivio, Yunho acomodó el cuerpo de Jongho sobre la hierba, lo miró por unos segundos apreciando la belleza sin igual de su omega. Removió sus cabellos negros aún mojados y comenzó a besarle todo el rostro mientras volvía a enterrarse en su hermoso cuerpo.

- ¡Ah- gimió Jongho tan sexy que Yunho no se contuvo para dar otra estocada llegando más profundo.

- Tan hermoso mi omega, mi Jongho, mi Jjongie- Yunho no se atrevía a cerrar los ojos mirando atentamente el rostro del pelinegro y sus muecas cada vez que lo embestía- Te amo tanto.

Jongho abrió sus ojos al escuchar a Yunho decir esas palabras, y es que después de lo que había hecho hacía unas horas, no creyó que su alfa lo quisiera de nuevo o lo perdonara, pero ahora estaba ahí, entre sus piernas satisfaciéndolo, haciéndole el amor y lo miraba tan intensamente que no creía en su suerte.

- Te amo, mi Yunho, mi alfa, mi Yunnie- le respondió Jongho moviendo sus caderas sonriendo tan tiernamente que sin esperarlo el nudo comenzó a hincharse.

Al sentirlo, Jongho se corrió manchando ambos torsos gimiendo descontroladamente a la par de Yunho quien lo tomó abrazándolo y acomodándolo en su regazo disfrutando de su nudo, de llenar a su omega con su semilla y Jongho por fin respiró aliviado después de tanta tortura al sentirse completamente lleno y anudado a su alfa. Ambos lobos se retorcían de júbilo al estar juntos hasta que Jun alertó a ambos.

Era de suponerse que no iban a estar a salvo por tanto tiempo, no cuando muchos los buscaban y el ser ambos dominantes con aromas bastantes fuertes no los ayudaban, aquellos otros alfas habían percibido sus aromas y se estaban acercando. Yunho pudo percibir el olor de Jisung, el mejor rastreador del rey.

Dominantes [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora