INDECISIÓN

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- Los explosivos ya están plantados, no entiendo por qué me haces trabajar en esto- se quejó Hongjoong mientras armaba uno más de las docenas de dispositivos regados por su departamento. Los dedos los tenía picoteados por los cables de cobre y un tanto adoloridos. En las mismas condiciones se encontraban las manos de Miyeon y las de Jongho.

- Hongjoong- Llamó tranquilamente Miyeon, tratando de frenar un poco las duras acusaciones que pronto vendrían y es que, con el embarazo, el humor de Hongjoong era más volátil y explosivo que de costumbre.

- ¡Esto es una estupidez!- dijo arrojando aquel objeto mientras se exprimía su dedo pulgar que había sido atravesado por uno de los cables- Esto era lo que queríamos, ¿no? Era uno de los objetivos: acabar definitivamente con los centros de crianza, ¿por qué no simplemente dejar que todo siga su curso?

Jongho lo miró suspirando, pero no pudo aguantar los ojos brillantes de Hongjoong que retenía lágrimas, ya sea de frustración o producto de las hormonas.- No quiero arriesgar la vida de los omegas encerrados- pronunció Jongho como un susurro.

- Estas engañando a alguien- Hongjoong lo acusó colocándose frente a él- Nos vas a traicionar y todo por tu maldito alfa, ¿no es así?- preguntó con los ojos entrecerrados.

Jongho desvió la mirada con culpa respirando trabajosamente.

- ¡Hongjoong!- Llamó Miyeon con más fuerza al percatarse del dolor en la mirada del menor de los tres- ¿No entiendes que no importa qué decisión haya tomado Jongho, el traicionara a uno o a otro?- preguntó retóricamente- Imagina traicionar a Mingi tomando una decisión que te aleje, quizás para siempre, de tu alfa destruyendo la confianza que él ha depositado en ti, o bien, traicionar a toda la gente que ha puesto sus esperanzas en tu persona, sin contar que todos los sacrificios que hemos hecho hasta ahora quedarían como nada y al final todo haya sido en vano. Lo que Jongho está por hacer no es nada fácil y nuestro trabajo como hermanos es apoyarlo sin importar qué, porque después de esto... todo podría cambiar o no hacerlo y ambas posibilidades son aterradoras, especialmente para él- Miyeon terminó acariciando levemente el cabello negro de su hermano mientras Jongho le sonría en forma de agradecimiento con los ojos brillantes.

Hongjoong tragó duro. El no quería culpar a Jongho de nada, pero su humor estaba descontrolado. Con vergüenza limpió la lagrima que se le escapó al mirar el rostro atormentado de Jongho- No importa qué nos digas, yo sé que ya tomaste una decisión, lo que buscas ahora es una buena justificación, convencerte a ti mismo que haces lo correcto, lo mejor y conociéndote, sé qué has decidido- Hongjoong tomó la mano de su hermano menor en una extraña forma de consuelo que jamás había tenido con Jongho- Olvida lo que dije, Jongho. Todos nosotros hemos sacrificado tanto, los omegas siempre hemos sufrido lo peor, no te sientas mal por ser egoísta por una vez en tu vida y querer ser feliz sin importar qué. Los dispositivos te darán el control total del plan de Beomgyu. Aún puedes cambiar de opinión, Jjongie. Miyeon y yo siempre estaremos para ti sin importar nada.

Jongho se quedó congelado cuando Hongjoong lo abrazó fuertemente sintiendo las lágrimas de su hermano mayor humedecer su hombro. Si bien sabía que Hongjoong en realidad sí lo quería y mucho, muy pocas veces había sido tan demostrativo y sin querer sonrió agradeciendo a su futuro sobrino por brindarle la oportunidad de presenciar esos cambios en su mayor.

Mientras sus hermanos dormían, Jongho se quedó contemplando la gran Diosa Luna rogando por una señal de que estaba por hacer lo correcto. Atormentado recordó lo que había confesado a Yunho en su oficina frente a Mingi.

- Sólo hay que dar la alarma para que busquen los explosivos- sugirió Yunho una vez que Jongho había confesado el macabro plan de Beomgyu frente a ambos alfas.

- ¡No!, por favor no- pidió Jongho tomando la mano del castaño- Si esto se hace público, la situación de los omegas empeorará irremediablemente. Aumentaran las redadas y los operativos para encontrar a los culpables. El trato hacía nosotros será mucho más cruel.

- Jongho tiene razón- concordó Mingi pensando en su omega y su cachorro- Debemos de hacernos cargo nosotros mismos sin involucrar a nadie más que los necesarios, aunque no estaría de más que nos dijeras el nombre de este omega que logró introducir los explosivos en los centros de crianza.

Jongho negó con un movimiento de cabeza- Jamás- Yunho ni siquiera se sorprendió de su respuesta, él mismo ya lo había interrogado- Sé que lo que quiere hacer este omega está mal, pero también sé por qué lo hace.

- Ese maldito omega es un peligro- gruñó Yunho.

- Ese maldito omega busca lo mismo que nosotros- refutó Jongho refiriéndose a él y sus hermanos- delatarlo a él es delatarnos a nosotros mismos. Ya es suficiente con lo que estoy haciendo en este momento- dijo mordiendo la uña de su dedo pulgar como muestra de su extrema incomodidad.

- ¿Cuál es el plan, entonces?- preguntó Yunho con un suspiro.

- Puedo desactivar los artefactos, dejarlos inactivos para retirarlos sin peligro después- Jongho explicó su plan, ante los dos alfas.

Cuando Mingi se retiró, Yunho tomó los hombros de Jongho para que este lo encarara- Puedo sentir tu angustia, ¿hay algo más que quieras decir?- preguntó el castaño mirando atentamente a los ojos de su omega.

- Ya he dicho suficiente- susurró Jongho suspirando y acercándose aún más al cuerpo de Yunho para aspirar sus feromonas y así calmar un poco su ánimo- Estoy traicionando a todos los de mi clase con esto, pero no puedo permitir que se arriesguen la vida de los omegas- explicó Jongho, aunque sólo era una parte de su malestar.

Yunho pareció satisfecho con esa explicación por lo que apretó su brazo alrededor del pelinegro- Entiendo lo que dices- lo confortó acariciando su espalda y liberando sus feromonas- Agradezco la confianza que has depositado en mí.- Besó los labios de su omega de forma suave y tierna.

Jongho tragó duro recordando aquella última frase de Yunho aún rememorando ese beso que le dejó un sabor amargo en la boca. Volvió a morder su uña sintiendo su corazón latir alocadamente dentro de su pecho. La pantalla de su celular le mostró una invitación a un evento próximo y de pronto supo cuándo llevaría a cabo su plan. De algún modo sabía que era la señal que estaba esperando.

- Confío en ti- dijo mirando a la brillante Luna suspirando. Miyeon tenía razón, independientemente de lo que decidiera, las consecuencias serían aterradoras para su persona: perder a su alfa o el cargo de conciencia de haber traicionado a cientos de omegas que se encontraban encerrados en aquellos malditos centros.

Dominantes [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora