CASUALIDADES

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Jongho llegaba a un pequeño bar en Yi City a orillas de Gusu. Le había tomado dos horas en llegar pero toda precaución no era suficiente. Lo guiaron a la mesa indicada, hasta que los tres ocupantes estuvieron solos con sus alimentos comenzaron a hablar.

- Taehyun planea una redada en Yiling- Hongjoong había citado a sus dos hermanos con carácter urgente. Jongho y Miyeon no pudieron ocultar su sorpresa por tal noticia.

- ¿Cómo es que lo decidieron así nada más?- preguntó Jongho. Yiling había mantenido un perfil bajo sin llamar la atención de las autoridades por décadas.

- Atraparon a Soobin- explicó Hongjoong lo que había podido investigar en cuanto se comenzaron los preparativos para la intrusión en Yiling.- Por lo que sé, lo torturaron hasta que simplemente dijo que se escondía en Yiling desde hace años.

Todos guardaron silencio ante tales palabras. Soobin era un omega que su madre había ayudado, la tortura a la que se refería Hongjoong y que aflojaría la lengua a cualquiera era la inducción del celo. Jongho apretó los puños harto por la situación que vivían los omegas. Inducir el celo era sin duda lo más despreciable que podrían hacerle a un omega.

- Mañana- dijo Jongho sin atreverse a tomar sus alimentos. El estómago se le había revuelto igual que a sus hermanos- Tenemos que hacerlo mañana, por fortuna es viernes y nadie se preguntará nada si Yunho y Mingi simplemente desaparecen unas horas. Hongjoong, nos tendrás que ayudar a salir de la ciudad una vez que hayamos cumplido con el objetivo.

- Tengo la camioneta lista.- afirmó Hongjoong- también los supresores de emergencia, los sedantes y... esto- dijo un poco apenado entregando a Miyeon y Jongho dos pequeñas cajas. Eran anticonceptivos que su madre le había enviado.

Jongho buscó la mano de su hermana. La única forma de lograr la marca era durante el sexo. La idea la podía aceptar para él, no era un omega virgen y de hecho a él no le importaba consumar el acto por el bien de la misión, pero el saber que su hermana también tendría que sacrificar esa parte seguía siendo un golpe duro de aceptar.

- Yo lo puedo hacer- dijo Hongjoong como lo había hecho unas mil veces antes, prefería ser él quien pasara el celo con alguno de esos alfas que Miyeon.

- No.- dijo la muchacha muy firme- si Jongho lo puede hacer yo también, no por ser una chica es peor, al final los tres somos omegas y estamos en la misma situación- no le gustaba que sus hermanos la trataran como una frágil flor, ella no lo era.- Además, Jeong Yunho sólo se ha interesado por mujeres, eso facilitará la marca.

- Bien- aceptó Jongho sin hacer sentir menos a su hermana. El asunto se había hablado cientos de veces antes- Hongjoong, irás primero por mí, después sacaremos a Soobin.

- Jongho, necesitaré cuatro pastillas- pidió Miyeon- Yunho suele pedir por la tarde un café y un wiski, dependiendo de cómo acaba el día toma uno u otro, así que estaría bien que ambas bebidas estén preparadas.

Jongho le tendió las pastillas en un pequeño sobre.

- Estaré esperando su llamada.- dijo Hongjoong nervioso por lo que sus hermanos tendrían que hacer al siguiente día.

Los tres hermanos se despidieron con un fuerte abrazo tomando diferentes rutas para regresar a sus hogares y prepararse para el siguiente día.

[...]

Miyeon

Miyeon llegó a las empresas Jeong aquel día, se había perfumado y arreglado con más esmero, llevaba unos zapatos de tacón altos y una falta entallada, todo mundo en la oficina la miraba embelesados pues de por si era muy bonita, pero ahora era irresistible.

Dominantes [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora