VICTORIA

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Aquello era una farsa. Jun ya no atacaba a Yeonjun temeroso de que Jongho sufriera alguna herida. Algunos golpes los esquivaba, otros simplemente los recibía sin encontrar una forma de enfrentarse sin arriesgar a su familia. Su familia. Sintió tristeza al no poder protegerla, su cachorro no iba a ver la luz del día y le partía el corazón el no volver a ver la sonrisa de Jongho.

Su mente se vio invadida por imágenes de momentos junto a Jongho y podía sentir la tremenda tristeza de su omega, comprendió que se estaba despidiendo, no había salida a su situación y tanto Yunho como Jun trataron de concentrarse en los recuerdos que el pelinegro les enviaba, de pronto todo cambió muy rápido. Ho había comenzado a correr de nuevo y la esperanza crecía en su interior.

Jun detuvo el siguiente ataque arrojando a Yeonjun lejos quien se quedó sorprendido al ver que se estaba defendiendo.

- Tu omega pagará por esto- amenazó Yeonjun a Yunho, pero apenas pudo decir algo cuando recibió un feroz zarpazo que lanzó de nuevo su cuerpo- ¿Qué mierda estás haciendo?- rugió Yeonjun molesto de que Jun ya no se dejara golpear.

- ¿Qué estoy haciendo?- Jun sonrió con suficiencia- Estoy ganando este duelo.

Entonces se lanzó contra el lobo dorado. Jun sabía que alguien estaba ayudando a Jongho y aprovecharía aquella oportunidad.

Por un momento titubeó de nuevo al sentir el miedo del omega dentro de la cueva.

"Yunho. Mi Yun. Mi alfa. Estamos a salvo, estamos bien. Acaba con ese bastardo"

Aquellas palabras casi hicieron a Jun revolcarse de felicidad y alivió, podía sentir a Jongho igual de feliz y supo que no era mentira, en verdad su familia ahora se encontraba a salvo.

Lo último que vio Yeonjun fue la sonrisa lobuna de Jun cuyos hermosos ojos dorados brillaban con lagrimas de felicidad y su enorme garra dirigirse a su rostro.

Cuando Yeonjun fue derrotado, varios alfas de su manada optaron por atacar, sin tener un líder a cargo, la mayoría se dejó dominar por sus lobos y sus instintos, pronto el bosque se llenó de gruñidos y amenazas por ambos bandos, pues varios alfas se posicionaron tras Jun listos para defender Yiling, aunque tenían las de ganar, el enemigo también era numeroso y un enfrentamiento parecía inevitable.

Cuando todo se estaba saliendo de control, un aroma difícil de describir llegó a las fosas nasales de los alfas, era un olor agradable y dulce. Pronto aquellas ganas de pelear y furia comenzaron a desaparecer. Varios lobos agachaban sus cabezas y gimoteaban cuando aquel agradable aroma se intensificó, incluso hubo algunos, de ambos bandos, que se tumbaron de panza o meneaban contentos sus colas.

Yunho no sabía lo que estaba sucediendo, él mismo se sintió extremadamente tranquilo, entonces varios omegas salieron a su encuentro, justo a la mitad de aquel campo de batalla y entendió lo que estos omegas habían hecho, volvió a su forma humana y miró a Beomgyu al frente de aquel puñado de omegas- Eso fue bastante inteligente. Gracias- le dijo al omega- Considera el hecho de haber secuestrado a mi hermano olvidado y perdonado.

Beomgyu rodó los ojos, ¿a caso todo mundo sabía lo que le había hecho a Seonghwa? Al final ni siquiera había sufrido ningún daño. ¿Nadie iba a olvidar ese pequeño error?

Yunho se dirigió a aquellos alfas que habían intentado revelarse y les habló con voz firme.-Tienen dos opciones, pueden unirse a mi manada y aceptar todas sus reglas y leyes o pueden irse libremente, pero jamás regresar bajo pena de muerte. Ustedes deciden.

Yunho se dio la media vuelta sin esperar respuesta, Jun pronto corrió al encuentro de su omega que se dirigía a su dirección, apenas estuvieron lo suficientemente cerca, volvieron a su forma humana y se fundieron en un cálido abrazo dejándose consolar por el contrario, ambos terminando con lágrimas en los ojos.

Dominantes [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora