EXTRA 1: ALFA Y OMEGA

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Un año después.

Yunho analizaba algunos documentos dentro de su oficina. Después de la revuelta de los omegas y la eliminación de la ley anti-marca sus días de trabajo parecía no tener fin. Cada día había nuevos problemas que solucionar o leyes que modificar para que se adecuaran al rumbo en que quería llevar al reino. Las consecuencias que había dejado el antiguo reinado eran demasiadas y tratar de corregirlas era más difícil de lo que había pensado, el simple hecho de reincorporar a los omegas a la sociedad como personas libres había consumido muchos recursos y demasiado tiempo dado que cada aspecto en la vida del reino estaba pensado para beneficiar sólo a los alfas, el considerar a los omegas había significado una completa reinvención de las leyes y códigos dentro de la manada.

Por poco se había perdido el nacimiento de sus cachorros y fue gracias a sus madres (Gyuri y Naeun), quienes habían brindado todo su apoyo diplomático para apoyarlo con aquello que pretendía construir fue como había llegado a lado de Jongho, justo en el momento para recibir en sus brazos a su hermoso cachorro omega Hyeon seguido de su gemelo y alfa dominante Jaesung.

La alegría de ambos padres fue inconmensurable, jamás habían imaginado que su felicidad se viera duplicada de un momento a otro, aún más allá de aquel día en que les habían informado que eran gemelos. Tenerlos en sus brazos había sido la experiencia más increíble de sus vidas. Muy poco les importaba que los cachorros los mantuvieran despiertos toda la noche.

Un par de golpes se escucharon en su puerta y sin desviar la atención de los documentos respondió con un simple "adelante". El aroma tan familiar y delicioso de su omega llenó de inmediato la oficina.

- Su majestad- habló el azabache a modo de saludo, en sus manos llevaba un servicio de café el cual colocó sobre la mesa en medio de la sala dentro de la oficina.

Al escuchar ese tono formal, Yunho no pudo evitar mirar a su omega el cual caminaba lentamente frente a él evitando mirarlo. Jongho se dirigió al servicio de licores y estirándose un poco, dejando ver su cintura y esponjoso trasero, se dispuso a servir un trago al alfa.

- ¿Qué estás haciendo, Choi Jongho?- Yunho había tragado duro sin poder despegar sus ojos ante aquella vista.

- Su majestad acostumbra a tomar una taza de café o un vaso de licor a esta hora, como su asistente, es mi deber procurar a su majestad en todas sus necesidades- respondió Jongho acercándose al escritorio del alfa colocando ambas bebidas sobre este.

- ¿Asistente?- Yunho preguntó con una ceja levantada sonriendo coquetamente.

- Asistente, su majestad- respondió Jongho sin mirarlo directo a los ojos y dando un paso atrás con una mueca inocente en su rostro.

- ¿Así que tu deber en satisfacer mis necesidades?- Yunho por fin soltó los documentos en sus manos y tomó el vaso de licor relamiéndose los labios mientras miraba cada parte del pelinegro frente a él.

- Todas sus necesidades- afirmó Jongho mirando de reojo a Yunho sin evitar ponerse colorado al ver la sobresaliente nuez en el cuello del alfa, que se movió cuando vertió el líquido por su garganta.

- Si es así, entonces ven. Acércate- pidió Yunho extendiendo su mano.

Jongho miró aquella invitación con desconfianza y se mordió el labio inferior haciendo resaltar su coqueto lunar.

- No voy a morderte- prometió Yunho. Jongho se acercó tímidamente, apenas Yunho lo tuvo al alcance de su mano lo acorraló entre el escritorio y su cuerpo acercando su rostro al cuello del omega- o tal vez sí lo haga.- Lamió y besó con esmero la marca en el cuello de Jongho.

- Mmh, su... su majestad- gimió Jongho sin poderse contener.

- Quítame la corbata- ordenó Yunho mientras repartía besos por el cuello y el rostro de Jongho evitando intencionalmente sus labios.

Dominantes [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora