FEROMONAS

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Uno a uno, los que estuvieron presentes en aquella conversación con el viejo alfa y antiguo líder de la manada se alejaron de él. Naeun aún mantenía la esperanza de que su esposo borrara aquel sentimiento que la llenaba de arrepentimiento al no permitirse ser madre, creyó que, a este punto, el alfa tal vez se mostraría un poco más flexible y comprensivo, pero cuando Minho la miró e intentó decirle que él hubiera aceptado la casta de sus cachorros sin importar nada, no pudo hacerlo. Mentirle a Naeun no era una opción, pues ella lo conocía más que cualquier otra persona.

Los ojos de ambos se engancharon por unos minutos, pero con decepción, terminaron desviando la mirada a sabiendas de que aquella unión se había roto en ese momento. Pronto el viejo alfa se vio completamente solo, ni siquiera era digno de mantenerlo vigilado, pues sin el apoyo de la manada como su líder se convertía en uno más de esta, no representaba amenaza, su pareja al igual que su familia se alejó de él y le fue muy duro percatarse de que en ese momento ya no valía nada. Minho se sintió tan cansado que sólo se dejó caer sin saber qué hacer con su persona, con su existencia, se sintió como un lobo desterrado aún dentro de la manada.

Yunho tomó la mano de Jongho antes de dar el primer paso, como si este agarre fuera necesario para mantener el equilibrio de su andar. Jongho de inmediato se aferró a la mano de su alfa y se sorprendió al comprender que incluso en simples acciones como sostenerse de las manos estaban tan sincronizada entre ambos que sonrió, como si durante toda su vida algo le hubiera hecho falta sin saber que era la mano de Yunho enlazada con la suya.

Ambos caminaron hasta una sobresaliente perfecta para dirigirse a todos los presentes en Yiling, a pesar de que habían transcurrido varías horas desde el reclamo del liderazgo y los atentados, aún había personas llegando a su encuentro. Al principio habían llegado buscando protección, ahora acudían para brindar su apoyo.

Una ovación se escuchó cuando la pareja líder subió a esa pequeña saliente, todos celebraban aquella unión, pero una amenaza se acercaba a ellos por lo que Yunho interrumpió aquel barullo.

- En este momento, una manada de alfas se acerca a Yiling- Yunho hablaba frente a su nueva manada, aunque su voz podía parecer normal a un volumen moderado, su voz en realidad se hacía escuchar desde el interior de todos los presentes; fuerte y clara.- Su líder viene a desafiarme por el control de la manada- les explicó. Pronto un murmullo ansioso llenó el aire.

- Por favor, conserven la calma- Jongho sentía la inquietud de cada miembro debido al lazo, si bien él no podía comunicarse con ellos como lo hacía Yunho, podía sentir las inquietudes de todos los presentes.

El aire pronto se llenó de olor a miedo e incertidumbre. Pensaban que con aquel nuevo líder podrían vivir en paz, pero ahora había alguien amenazando esta.

- Yo los protegeré- Yunho intentó llamar de nuevo su atención, pero las feromonas de miedo comenzaban a aturdir a todos los presentes.

Los alfas optaron por una actitud hostil con tal de proteger a los omegas que estimaban, mientras estos intentaban ocultarse e incluso alejarse. Temían, pues el nuevo rey parecía demasiado joven como para poder lidiar con todo, las dudas comenzaron a hacerse presente y Jongho por más que llamaba al orden, su voz no era escuchada.

Cuando sintió la inquietud de Yunho al no poder controlar a la manada, Jongho apretó su mano y comenzó a liberar feromonas tranquilizantes mientras miraba a su alfa, no se percató que el armonioso aroma de vainilla con jazmín con el que trató de envolver a Yunho se esparció rápidamente sobre todo Yiling, era tan suave y dulce que invitaba a aspirarlo y calmó las inquietudes de todos.

Gyuri sonrió contenta y es que una pareja destinada con el poder sobre sus hombros podía llegar a ser tan fuerte y complementarse entre sí a un nivel insospechado. Si bien el alfa poseía la voz entre sus súbditos, el omega poseía el poder de apaciguar o enardecer los ánimos, además, Choi Jongho no sólo había liberado feromonas tranquilizantes, el toque de leche dulce y felicidad en ellas logró incluso a brindarles confianza y seguridad justo como una madre haría con sus cachorros.

- Eso es perfecto- habló Beomgyu a Kai- ese será nuestro as bajo la manga.

- ¿Qué?- preguntó el omega y fiel siguiente de Beomgyu.

- Reúne a todos los omegas que encuentres en cinta o con pequeños cachorros, llévalos a la línea frontal. Con suficientes feromonas podremos controlar a todos los intrusos.- Explicó.

- Pero Yunho parece capaz de enfrentar el desafío. Es fuerte y está marcado por un omega dominante, sin contar que cuenta con el apoyo de todos aquí. En un duelo justo podría acabar con cualquiera en unos segundos- Kai meditó.

- Ese es el problema- dijo Beomgyu.- Quien sea que viene a retar a Yunho ya consideró estas opciones. Según las reglas de cualquier duelo justo sabe que perderá, sin contar que este alfa, su llamado fue casi tan potente como el de Jeong por lo que deduzco también tiene la marca de un omega. No podemos darnos el lujo de que vayan a seguir las reglas establecidas. Estoy casi seguro de que vienen con un plan más allá de sólo retar a nuestro líder por la corona. El perder no está contemplado en sus opciones.- Beomgyu miró a Jongho y aspiró el dulce aroma que el omega desprendía y de paso notó las miradas posesivas de Yunho hacía su omega- Además, Jeong ahora tiene la desventaja del cachorro, hará todo lo posible por protegerlos a ambos, no podemos confiarnos en que pondrá a la manada antes que a su destinado en cinta.

- ¿No confías en nuestro líder?- preguntó Kai, pues por naturaleza, sus lobos desarrollaban un instinto de lealtad hacía la cabeza de la manada.

- Creo que los omegas ya hemos confiado demasiado- Beomgyu no pudo evitar pensar en Taehyun. Se sintió estúpido por saberse traicionado por aquel beta como si de su destinado se tratara. Bufó para sí mismo, no entendía cómo podía seguir pensando en él en esos momentos.

Kai asintió y acató la orden. Iba a ser una tarea un tanto difícil, pues omegas en cinta o con cachorros, por lo regular estarían más protegidos por sus alfas, tenía que convencerlos de alguna forma, al final sólo se le ocurrió mentirles sobre llevarlos a un lugar más seguro y cerca de la línea frontal argumentando que sería más fácil escapar en caso de que las cosas se salieran de control. Sólo unos pocos se negaron.

Mingi besó a Hongjoong antes de dejarlo ir con los otros omegas, pues debido a la cercanía con Yunho, este se convirtió automáticamente en su segundo al mando, su deber era apoyar a su alfa confiando en la seguridad de su omega a los otros miembros.

- Tú también deberías ir- Yunho sostuvo a Jongho por la cintura con una mano de forma posesiva, mientras que con la otra retiraba un mechó de oscuro pelo que le tapaba la mirada a su omega- Los desafíos de este tipo son a muerte y no te quiero cerca de eso.

Jongho sostuvo la mano de Yunho sobre su mejilla y a su vez acarició su castaña cabellera- Compartimos el mismo futuro sin importar en dónde esté. Jamás me separaré de ti, eso ya lo debes de saber.

- Por favor, Jjongie- rogó Yunho- no podría luchar con toda mi fuerza si al mismo tiempo me preocupo por tu bienestar y el de nuestro cachorro. Sólo quiero saber que estarás a salvo- añadió tratando de convencerlo cuando sintió la negativa dentro del lazo- Esto terminará muy pronto, yo mismo iré a tu encuentro. Sólo me sentiría más tranquilo si estas lejos de ese malnacido.

Jongho no pudo evitar el mal recuerdo de Yeonjun sobre él. Si bien Yunho lo rescató, el alfa lo había logrado profanar y con furia apretó su puño, sus hermosos ojos ahora dorados por la marca, destellaron un brillo rojo- Con mayor razón, quiero ver el momento en que le desgarras la garganta, quiero ver el momento en que la vida abandona sus ojos- Jongho casi había gruñido lo último.

Dominantes [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora