ERES TÚ

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El intercomunicador de Miyeon no dejaba de sonar insistentemente, Jongho por un momento no le hizo caso, pero tal era la insistencia y Miyeon no regresaba a su lugar después de que la prometida de Yunho le había pedido acompañarla al sanitario por lo que con un poco de duda levantó el auricular.

- ¿Hola?- preguntó dubitativo.

- ¿Quién eres?- preguntó la voz altaneramente.

- Soy Choi Jongho, señor, asistente del Señor Song Mingi. La señorita Choi Miyeon no se encuentra en este momento.

Aquella voz le parecía melodiosa a Yunho- Bien, entonces pasa tu a mi oficina.

- Ahm, señor... soy sólo el asistente de señor Song Mingi.- La línea se quedó en silencio por lo que aclaró un poco más ya que no había respuesta del otro lado- Soy un beta, señor sabiendo que ningún beta era aceptado dentro de la oficina principal a excepción de su asistente.

- Entra- ordenó la voz con autoridad y colgó.

Jongho miró a la dirección donde Miyeon había desaparecido sin señales de su regreso por lo que con un suspiro dirigió sus pasos a la puerta frente a él. ¿Su plan podría estar más jodido?, se preguntó considerando la noche un total desperdicio.

Yunho se había quedado un tanto desconcertado por aquella voz al teléfono que trató de recordar a la persona consciente de que, si bien Song había estado innumerables ocasiones en su empresa con su asistente, jamás le había prestado atención y de hecho no recordaba si quiera haberlo visto, como si fuera un florero más en una habitación, pero su voz había removido algo en su interior así que con incertidumbre esperó a que la puerta fuera abierta.

En cuanto lo hizo un joven apareció ante su vista, se sorprendió que ahora que lo miraba su presencia parecía iluminar su oficina, la vista era exquisita, sus cabellos negros y abundantes se veían rebeldes enmarcando un bello rostro que a diferencia denotaba sumisión e inocencia. La nariz de botón, labios ligeramente rojos y unos ojos oscuros lo cautivaron como muy pocos lo habían hecho.

Jongho entró apenas mirando a Jeong Yunho a los ojos y de inmediato bajó la mirada haciendo una reverencia ante el príncipe.

Yunho tragó grueso inconscientemente relamiéndose los labios. Tuvo que parpadear un par de veces para regresar al presente.- Sírveme un trago- ordenó señalando la mesa de servicio cuando el joven parecía esperar sus órdenes.

Jongho miró el carrito de servicio, se acercó y miró un poco confundido lo que tenía frente a él. Ahí se encontraba la taza de café y el vaso que había contenido el whisky que Miyeon había mencionado donde estaban las bebidas con las dosis de Rèqíng para el príncipe y comenzó a ponerse nervioso de que la pastilla comenzara a surtir efecto en cualquier segundo pues ambas bebidas habían sido consumidas. Con una mirada rápida evaluó el estado de Yunho y este parecía muy normal. Tal vez la dosis no era suficiente para él o quizá ¿se habría equivocado de pastillas?

Yunho lo miró dudar un poco, también fue consciente del pequeño vistazo que le había dedicado, pero lo atribuyó a simple nerviosismo, entonces el joven se inclinó un poco para tomar la botella de licor dejando ver un poco su trasero y la silueta de su cintura. De inmediato sintió un calor recorrer su columna tomándolo desprevenido. Nunca se había sentido tan tentado por alguien con sólo estar frente a él, pero ahí estaba esa atracción ante sus ojos que no podía si quiera desviar la mirada observando cada detalle de todos los movimientos de ese sexy cuerpo.

Jongho tomó el vaso vacío para volver a llenarlo cuando, en apenas un parpadeo Yunho ya se encontraba a su lado deteniendo su mano. El roce de pieles provocó una fuerte reacción para ambos haciendo que Jongho, involuntariamente lo mirara al rostro.

Dominantes [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora