CONFÍA EN MÍ

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El celo por fin había terminado, ambos se encontraban en el pequeño comedor recién duchados y sólo con unas batas cubriendo sus cuerpos, el hambre los había asediado en cuanto sus sentidos se aclararon y ahora comían en un cómodo silencio varias porciones de fideos instantáneos.

Yunho se quedó hipnotizado por la forma de comer del menor, como si los fideos fueran el manjar más exquisito que estuviera degustando, en ocasiones incluso, cerraba los ojos disfrutando de los últimos bocados para después beber todo el café al hilo.

- ¿Qué tengo?- preguntó Jongho preocupado de haberse manchado con algo cuando notó la intensa mirada de Yunho el cual sólo sonrió negando con la cabeza, comenzaba a apreciar cada comportamiento de su omega de forma distinta, todo de él le fascinaba.

Si bien los días de celo estuvieron llenos de pura satisfacción física, Yunho notó a la perfección la diferencia de satisfacerse con betas a tener a su omega a su lado, los cuerpos parecían estar hechos el uno para el otro, se acoplaban a la perfección, anticipar los deseos del contrario además de lograr la satisfacción de ambos al mismo tiempo era sublime. Anteriormente, Yunho sólo se concentraba en obtener su propio placer sin importar lo demás, pero acababa de descubrir que complacer a su pareja le daba a él mismo un tipo de satisfacción más allá del físico y acabo disfrutando doblemente en tomar y poseer al increíble omega que se retorcía a su toque. Sólo de recordarlo, su cuerpo quería volver a tomarlo ahí mismo.

Jongho se tumbó sobre el sofá disfrutando se sentirse lleno y pleno, cerró los ojos suspirando. La tarde caía placenteramente dejando una sensación fresca en el ambiente. El sueño se estaba apoderando de su cuerpo.

- En cuanto regrese veré lo que puedo hacer por el omega Soobin- dijo de la nada Yunho sosteniendo una taza de café entre sus manos sentándose frente a Jongho.

- ¿De... verdad?- preguntó un tanto incrédulo incorporándose como si no creyera las palabras que acababa de escuchar.

- De verdad- confirmó Yunho sosteniéndole la mirada.

- ¿Por qué?- Jongho no pudo evitar preguntar.

- Es lo que querías, ¿no?- respondió Yunho un tanto confundido.

- Sí, sólo creí que no querías hacerlo.

- Pero, tu quieres que lo haga.

Jongho no podía creer lo que estaba escuchando.

- Lo que dije fue en serio- dijo Yunho unos segundos después, Jongho arrugó el entrecejo confundido- Me refiero a lo del cachorro. En verdad lo quiero- afirmó.

Un arcoíris de emociones cruzó el rostro de Jongho antes de comenzar a sonreír, se acercó a Yunho quedando de rodillas frente a él- ¿Es en serio?, ¿en verdad lo quieres?- preguntó emocionado con una dulce sonrisa en el rostro.

- ¿Tu no fuiste sincero?- preguntó Yunho.

- Sí, sí, claro que fui sincero- se apresuró a decir Jongho- sólo creí que tu...

- También fui sincero, Jongho- Yunho dejó su café a un lado y acarició la mejilla de Jongho- Quiero un cachorro nuestro... quiero... te quiero a mi lado. Siempre.

Jongho lo miró largo rato sintiendo una calidez esparcirse por todo su cuerpo. No pudo evitar que sus ojos se aguaran mientras sonreía dulcemente haciendo que, a su vez, Yunho le sonriera tiernamente. Aquello podría considerarse una confesión entre ambos. El deseo de formar una familia a lado del otro fue un sueño que ahora ambos compartían y los unía aún más.

Yunho tomó el rostro de Jongho para acercarlo al suyo limpiando las lagrimas que mojaban las mejillas del menor, junto sus labios a los del omega dejándole sentir todo lo que él mismo experimentaba en el momento, que su omega lo aceptara más allá de la marca o el celo era un sentimiento increíble.

Dominantes [2ho]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora