Dominantes [2ho]

LA OTRA MARCA (1era Parte)

Jongho era un desastre, su cuerpo estaba completamente húmedo de sudor y fluidos resultado de la excitación, ya no era consciente de sus actos. Había tomado su miembro y se había masturbado incansablemente tratando de buscar un poco de alivio, pero todo era insuficiente, gemía y jadeaba llamando a su alfa al principio repitiendo el nombre de Yunho una y otra vez, pero el dolor se incrementaba, su interior se retorcía y contraía en busca de consuelo. Sus manos ahora limitadas por las cadenas de hierro le impedían su libre movimiento y sólo se limitaba a frotarse contra el piso. Muy en su interior Jongho lloraba desesperado.

El omega no se percató cuando la puerta fue abierta, pero pronto el aroma a gardenias invadió aquella habitación, sintió las feromonas de un alfa y por instinto levantó sus caderas con sus piernas separadas invitando a quien fuera que estaba allí a poseerlo mientras gimoteaba rogando por aquel intruso.

Yeonjun sintió sus piernas temblar un poco ante potente visión, el aroma del omega era fuerte y embriagante, se relamió los labios y de inmediato dejó que la simple bata que lo cubría se deslizara de su cuerpo dejando a la vista su físico excepcionalmente perfecto, su miembro se alzaba firme goteando de la punta con la simple imagen de aquel omega que invitaba a poseerlo.

Las manos de Jongho rasgaron el suelo por la impaciencia que lo gobernaba, gruesas lagrimas se resbalaban por sus ojos, sentía que no podía respirar, sus pulmones ardieron por la búsqueda de aquel aroma que prometía un pronto alivio.

- Sin duda eres el omega más delicioso que voy a poseer en toda mi vida- dijo Yeonjun con voz gruesa acercándose a aquel dulce trasero que goteaba aquel delicioso y brillante lubricante, acarició su miembro relamiéndose los labios- Te voy a joder como nadie en tu vida, como la puta que eres.

El alfa se acercó con el pulso acelerado y la respiración entre cortada, se arrodilló frente aquel húmedo agujero, tomó y amasó aquellas dos suaves y redondas nalgas ganándose un sexy gemido y sonrió. El aroma del omega se concentraba aún más y acercando su rostro, deslizó su lengua desde el perineo hasta la húmeda cavidad tomando aquel dulce lubricante natural y lo saboreó perdiéndose en aquel maravilloso sabor, tanto que se sintió casi correrse con tan sólo sentirlo en su lengua.

Jongho gimió y removió sus caderas en busca de más contacto, lo necesitaba como nunca antes había necesitado algo en su vida y entonces sintió aquella acaricia con el húmedo y suave músculo del alfa, sintió la lengua de aquel comenzar a internarse en su cavidad y aunque aquella intrusión le brindo cierto confort, algo dentro de él estalló.

- ¡NO!- rugió Jongho con potencia, lanzó una patada hacía atrás con tanta fuerza que incluso la cadena se rompió propinando un potente golpe en el hombro de aquel alfa lanzándolo lejos. Intentó alejarse, cubrirse.

Yeonjun sintió el fuerte golpe, casi le había dislocado el hombro. La excitación no desapareció, pero ahora estaba enojado. Incorporándose masajeó un poco su adolorido cuerpo que mostraba un gran moretón.- Lo iba a hacer por las buenas, pero veo que lo prefieres duro, entonces eso es lo que te voy a dar- dijo con la voz llena de ira.- ¡ABRE TUS MALDITAS PIERNAS PARA MÍ, OMEGA!- Ordenó el alfa usando su voz de mando con toda su fuerza.

El omega luchó contra sí mismo para ignorar aquella orden y en otras condiciones tal vez lo hubiera logrado, pero ahora encontrándose tan débil y en medio del celo le fue imposible. Jongho ahora no gemía, lloraba imposibilitado- No, por favor, no- suplicaba mientras que su cuerpo se acomodó sobre el blanco suelo de espaldas y abriendo sus piernas completamente sumiso.

Yeonjun tomó una de las piernas del omega colocándola sobre su hombro. Con la lengua acarició la parte interna del muslo y con saña mordió fuertemente sobre la piel.