ZORRO

¿ENIGMAS?

Una sombra de incertidumbre cruzó como un relámpago el semblante del Emperador.

— HuaiSang, ¿Quién fué?— la presión de las feromonas dominantes asfixió al Alpha del reino impuro.

— Yo…. Necesito respirar.— HuaiSang casi suplicó, la sensación de asfixia se incrementó, era como una soga aferrándose fuertemente a su garganta.

— Lo siento HuaiSang, es solo… Es muy importante para mí.— la magnificencia de un monarca fue dejada detrás quedando únicamente a un Alpha solitario.

HuaiSang respiró profundamente al verse liberado de la presión.

— ¿Recuerdas ese viaje que tus padres hicieron? A través de las montañas los ataques de bandidos eran muy frecuentes eso es cierto, sin embargo, nadie sabia sobre los planes de su majestad. Ese día hubo una tormenta terrible, y el arrastre del carruaje por un deslave es innegable. Sé que eso se dijo, sin embargo,  cuando investigaba el caso del fantasma me tope con algo…fueron algunos rumores que nunca fueron confirmados, por la falta de sobrevivientes.

— HuaiSang …

— Escuché que ese día, también se encontraron rastros de  huellas, presiento que el deslave fue  premeditado. Pero, nadie lo informó.

Lan Wangji sintió cómo su cuerpo se enfriaba, no lograba discernir si era rabia o tristeza.

— ¿Por qué?...

— No lo sé WangJi, ojalá lo supiera, pero los pensamientos de quién haya sido son desconocidos para mí.

— Alguien….¿Alguien más sabía sobre eso?

— Tu tío.— soltó.

El silencio se apoderó de la habitación.

— Entiendo HuaiSang.— a diferencia de lo que esperaba, Lan WangJi se encontraba demasiado tranquilo, una calma que predecía la tormenta.— ¿y XiChen?

— El ataque al palacio fue orquestado desde adentro, la flecha que atravesó su corazón por protegerte nunca estuvo destinada a ti.

— Lo sospechaba, sólo necesitaba que alguien lo confirmara, HuaiSang…Gracias.

— WangJi…

— La persona detrás de la muerte de Da-Ge es el ministro Wei, ¿No es cierto?

— ¿Ya lo sabías?

— No, tenia la sospecha. Me estuvo presionando durante mucho tiempo para casarme con su hijo. Su insistencia era extraña.— su mirada de oro líquido se dirigió hacia la ventana.— la ambición por la corona puede cegar a las personas, tengo la sospecha que también su mano está detrás de la muerte de mis padres.

— WangJi…tú…

— No soy tan puro como crees HuaiSang; nadie que haya crecido dentro de este palacio es tan inocente como parece. ¿Por qué crees que mantengo al ministro Wei cerca de mi? — la mirada dorada se desvío hacia la ventana.

— A los enemigos hay que tenerlos cerca.

— Como siempre tan astuto HuaiSang.

Nie HuaiSang esbozó una sonrisa cómplice.— Pero…¿Qué piensas hacer?

— Todo a su tiempo, juguemos un poco más.— un brillo depredador surgió en su mirada fugazmente para luego volver a su calma habitual.

Mientras tanto, en el palacio río de estrellas las fichas sobre el tablero comenzaban a moverse.

— Así que una alianza entre la gente del primer ministro y el imperio Wen.— las delicadas mangas de gasa lila revolotearon como alas de mariposas.— es interesante…

— También lo creo, pero, ¿El trono es verdaderamente tan seductor?.— los grandes ojos de Wen Ning parpadearon confundidos, como un pequeño cachorro.

— No el trono, el poder.— el joven de túnicas negras respondió con una sonrisa traviesa.