ZORRO

MIRADA INDESCIFRABLE

En el palacio Río de estrellas una suntuosa comida estaba servida en la mesa de los ocho inmortales, deliciosos brotes de bambú, pechuga de ganso, cordero asado, pierna de cerdo, un suave nido de pájaro y el plato de los ocho tesoros que despedían un aroma embriagante, todo esto acompañado de vino de peras y pasteles de flores.

Repentinamente las puertas se abrieron de par en par y un hermoso Omega entró con arrogancia.
— ¡Oh! Qué gusto verle de nuevo joven maestro Wei — Jiang WanYin no estaba enojado por la clara falta de respeto, terminó de comer el cuenco de arroz en su mano para luego depositar el recipiente vacío en la mesa, sacó un pañuelo y se limpió la boca ante el comportamiento extraño de Wei WuXian.

Al momento siguiente, Wei WuXian se lanzó hacia adelante, Jiang WanYin rápidamente se puso de pié y giró esquivando el cuerpo del Omega evitando que lo tocara.
Coincidentemente ese día Lan WangJi y Lan QiRen irían a su palacio y que, por casualidad sería a esa hora.

Wei WuXian cerró los ojos y con una actitud decisiva en seguida golpeó su rostro con la esquina de la mesa, el labio carnoso se partió y un río de sangre carmesí fluyó incesantemente.
— ¡Ah! ¡Qué dolor!— se puso de pié aturdido.

Un sirviente que iba a anunciar la llegada del joven emperador y su tío corrió de prisa hacia el joven.
—¡Joven maestro Wei! ¿Está bien?— se volvió y miró a WanYin — ¡Emperatriz, esto es demasiado! El joven maestro Wei es un Omega delicado, ¿Cómo puedes lastimarlo así? ¿Qué pasará si dejas una fea cicatriz en su rostro? ¡Si tiene alguna insatisfacción debe dirigirla hacia los sirvientes!

WuXian le mostró una actitud obediente al sirviente.— ¡No seas grosero! Todo es mi culpa, fuí descuidado, deja de culpar a la emperatriz.

WanYin se burló internamente disfrutando del burdo intento de obra dramática que se le estaba presentando.

Ésta escena fue vista por Lan WangJi y Lan QiRen que frunció el ceño con cierto recelo al Omega de ojos grises.
— ¿Qué está pasando aquí?— la voz del Alpha llegó desde la corta distancia que los separaba.

En seguida Wei WuXian salió corriendo y se aferró al brazo del emperador— WangJi, es culpa de XianXian, por favor no culpes a la emperatriz.

El sirviente del lado de Wei WuXian miró fijamente a WanYin con ojos desdeñosos como diciendo “Omega tonto, ni siquiera pienses en tocar un cabello de el joven maestro Wei, todos sabemos que tarde o temprano nuestro A-Xian te reemplazará”.

— A-Yin, ¿Acaso el joven maestro Wei quiere hacerte caer en sus tácticas?— murmuró Wen Ning con las mejillas infladas conteniendo su disgusto.

— No te preocupes.— tocó suavemente la cabeza del pequeño Omega.

— ¡Emperatriz WanYin! ¿Golpeaste a WuXian?— la voz de WangJi rompió el aire y se acercó a WanYin con un rastro de enojo en los ojos.

Wei WuXian se acurrucó entre los brazos del Alpha y sus ojos brillaron, una sonrisa triunfante apareció en sus labios “nunca serás mi oponente príncipe Jiang”
Jiang WanYin quitó su rostro indiferente y se dió la vuelta fingiendo no comprender mirando con sorpresa la sangre en el rostro de Wei WuXian.
En ese momento la sangre fluía más lento y el rostro del joven lucía pálido y lamentable.

WanYin caminó apresurado hacia Wei WuXian, tomó en su mano el pañuelo con el que tiempo atrás se había limpiado la boca y lo presionó contra el labio sangrante del joven.
— Por favor joven Wei, mantenga presionada la herida para frenar el sangrado.

El rostro del Omega palideció instantáneamente y tomó una bocanada de aire, WanYin había presionado con tanta fuerza que sintió que le rompería los huesos de la cara, pero estaba WangJi a su lado por lo que no podía permitirse estar enojado o perder los estribos. Sus ojos se aguaron derramando lágrimas como flores de pera.

— Emperatriz, ¿Qué está haciendo?— musitó lastimosamente.

— Estás herido, así que lo estoy limpiando, no es bueno que un Omega tan hermoso ande por ahí cubierto de sangre, ¿Hay algo de malo con eso?— WanYin miró a Lan WangJi.— No he hecho nada, se tropezó y se golpeó en la esquina de la mesa.

— WangJi, la Emperatriz tiene razón, fué mi culpa, yo caí accidentalmente en la esquina de la mesa. — sus suaves sollozos interrumpieron sus palabras.—Hace un momento ví a la emperatriz un poco molesta y quise alegrarla…

Al decir eso, la situación era implícita. Fácilmente podría interpretarse como que Jiang WanYin  liberó su insatisfacción al dejarle golpearse contra la mesa.

Lan WangJi se quedó pensativo, nunca imaginó que Jiang WanYin sería capaz de provocar tal cosa, giró el rostro mirando al Omega de YunMeng. Él también lo miró fijamente sin retroceder ni bajar la cabeza, sin ningún miedo en absoluto.

Lan QiRen intervino.— WangJi, no creo que la emperatriz haya tenido culpa alguna.— su mirada inescrutable se posó sobre la figura del Omega de ojos violetas.— Estoy seguro que WanYin no se rebajaría a este tipo de juegos, su nacimiento en cuna real no se lo permitiría nunca.— posó su mano en el hombro del joven Alpha.— Será mejor que vengamos en otro momento.

Lan WangJi asintió pensativo y se giró tomando suavemente por los hombros a WuXian dispuesto a marcharse, pero aún miró de reojo a WanYin.

Lan QiRen se quedó atrás, con la mirada fija en el Omega que ahora tranquilamente bebía té en compañía de su sirviente, relajado y cómodo como si no se hubiera tomado en serio lo que acababa de suceder.
— Príncipe Jiang, tenga cuidado con Wei WuXian y evite a toda costa caer en sus tácticas sucias, de lo contrario mi tonto sobrino te odiará.

Jiang WanYin sonrió astutamente contra el borde de la taza. Al parecer su presencia le agradaba un poco al depuesto regente.
— Gracias por la advertencia tío, pero eso es algo que ya sabía. Está bien permitir que un niño travieso se divierta en el pabellón de juegos.— la mirada que se había mantenido sobre la mesa cayó sobre el beta.— Quizás para usted él sea alguien fuerte, pero para mí no es más que basura.— las comisuras de sus labios se engancharon suavemente.

Lan QiRen no sabía por qué WanYin podía decir esas palabras de manera tan natural y segura acompañadas de una sonrisa angelical, si no hubiera visto sus ojos cuya mirada en ellos era tan diferente que no la había visto en ninguna otra persona, era como el agua quieta de un pozo profundo bajo la clara luz de la luna, pero también tenía algo frío en ella que hacía que otros no pudieran entenderla, se habría dejado engañar por la inocencia de su sonrisa.

¿Acaso ese joven no tenía miedo?

No, no es que no tuviera miedo, sólo alguien estúpido podría vivir sin miedo.

Él podía hablar así porque tenía plena confianza en sus propios recursos.

Ahora caía en cuenta que accidentalmente había llevado un ingenioso y astuto pequeño zorro huidizo a GuSu Lan y éste había convertido la montaña en su morada. Incluso se atrevió a usar el espacio a conveniencia suya.
Su mirada contenía un interés renovado en el joven Omega de ojos violetas, ya no sólo era el interés de formar alianzas y usar su presencia para reprimir a Wei ChangZe.

¿Qué sorpresas le tendría preparadas?

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