ZORRO

¿CELOS?

Todos miraron a la figura detrás de los dos jóvenes.

El Omega llevaba túnicas lila pálido de seda estampadas con flores en hilos de plata, un cinturón de seda púrpura y un colgante con una campañilla tintineaba suavemente a cada paso suyo sacaba a relucir su esbelta figura. Levantó ligeramente la barbilla y sus ojos miraron hacia adelante como si todos los nobles Omegas no fueran dignos de estar frente a él.

Su tez era hermosa y traslúcida, sin embargo, ese par de ojos amatistas lo hacían hechizante; un atisbo de ferocidad podía vislumbrarse en ellos, pero a la vez eran tan tranquilos como el reflejo de la luna en el agua quieta de un pozo.

La belleza siguió los pasos de su séquito y su vestidura siguió sus pasos ondeando ligeramente como si sus pies no tocaran el suelo, cada paso que daba contenía un toque de gracia y majestad. No había expresión alguna en ese Omega, no hubo pánico, timidez o impulsividad. Su simple caminar les hizo sentir que estaban viendo a una deidad o a un elfo del bosque.

Había un aura de grandeza y nobleza alrededor del Omega, como si al mirarle más de una vez, uno no fuese capaz de soportar tal majestuosidad. Sin embargo, nadie se sintió capaz de apartar la mirada.

Era como un espíritu de zorro celestial.

Jiang WanYin siguió detrás de sus acompañantes enfrentándose a los ojos de todos, pero, nadie vió cómo la esquina de su boca se rizó suavemente.

Justo en ese momento, también llegó la familia Wei.

Como siempre, Wei WuXian vestía en tonos negros y rojos que se envolvían suavemente alrededor de su silueta enmarcando su figura de bambú elegante, un ligero maquillaje acentuaba su belleza, sus pupilas traviesas parecían más deslumbrantes que la noche reflejando la clara luz de la luna. Una belleza resplandeciente, capaz de conmover a los mismos dioses. Así le llamaba la gente al hijo del primer ministro.

Sin embargo, CangSe SanRen se dio cuenta de que los ojos de los que les observaban eran diferentes a los de antes. Si fuese en el pasado, estarían llenos de envidia, celos o alabanza. Ella creía que no había Omega más noble que su hijo, pero por las expresiones de la gente, ¿Había alguien que era mejor que él?.

Por otro lado, Jiang WanYin se sentó al lado del Alpha Lan. Había una sonrisa imperceptible en el rostro de Lan WangJi, y por un momento, sus ojos dorados adquirieron una chispa de astucia y agudeza, miró a la persona que tenía al lado, la tez de su Omega era clara, los ojos tranquilos y en calma como un estanque sin ondulaciones y su postura tan digna y orgullosa como una flor de loto erguida en medio del barro. Después de un momento, se puso de pié y miró hacia abajo.— El general Jīn ha estado protegiendo la frontera durante muchos años, este emperador se encuentra muy complacido. Como tal, ¡Decreto que el general Jīn puede permanecer en CaiYi durante el tiempo que desee!.

Jīn ZiXuan inmediatamente dio las gracias.— ¡Agradeciendo a su majestad!

Esta acción hizo que se miraran unos a otros por el rabillo del ojo. Lan WangJi volvió a tomar asiento y dejó de preocuparse por las personas que estaban abajo.

— ¿El general ha librado muchas batallas y ahora tiene miedo de luchar?— inquirió un Alpha.

Jīn ZiXuan no se molestó, en cambio, sonrió mostrando su blanca dentadura.— ¿El marqués tiene envidia de este general?

La expresión del Alpha se volvió oscura, jīn ZiXuan ya no se molestó en prestarle atención, en cambio, fijó su vista en cierto pequeño Omega al lado de la emperatriz.

Jiang WanYin sintió que un par de ojos lo miraban, ese par de ojos grises lo miraba fijamente como si fuera una serpiente oculta en la maleza esperando la oportunidad de morderlo hasta la muerte. Esa persona, no era otro que Wei WuXian.

La atmósfera en el interior se había tornado incómoda para él, así que WanYin salió al exterior encontrándose con jīn ZiXuan en un pasillo, inmediatamente frunció el ceño.— General Jīn.

— Diga, su majestad.

— El Alpha de Wen Ning tiene que pasar por mis ojos primero.— dijo despreocupadamente, pero el halo frío a su alrededor era escalofriante. No se detuvo a ver la expresión en el rostro del Alpha.

Jīn ZiXuan se quedó atónito, era cierto que le gustaba el pequeño Omega, pero, ¡La emperatriz era muy feroz!.

Detrás de una pared, Nie HuaiSang miraba a jīn ZiXuan aturdido.— ZiXuan es de tu gente, es intimidado por tu Omega ¿Y no lo defiendes?— sonrió de manera amable, pero su voz se regocijaba con la desgracia ajena.— supongo que no podrá casarse.

Lan WangJi miró en la dirección de la vista de Nie HuaiSang, y vió al Omega desaparecer detrás de unos arbustos, frunció el ceño ligeramente y apretó los labios “¿Por qué se encuentra solo? ¡Ah! Ahí están.” Vió a los otros dos jóvenes acercarse por el pasillo contrario llevando en sus manos una linterna para alumbrar el camino, eso hizo que de inmediato se relajara.— Vamos, ya que te sobra tiempo, asiste a la Corte mañana y averigua si hay algo pasando detrás de escena.

El tiempo pasó rápidamente y el paseo nocturno había terminado, el banquete se llenó de música agradable y alegría.

— Majestad, el hijo del ministro Wei Wei es muy hermoso.— susurró un consejero al lado de Lan WangJi.

Los labios de Jiang WanYin se curvaron suavemente.— ¿Así que su majestad tiene los ojos puestos en la belleza del joven Wei?— susurró enfadado.

— WanYin.— el Alpha suspiró divertido.

Abajo, los ojos de los Alphas mostraban adoración hacia el Omega Wei.

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