HE PERDIDO

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En la esquina del salón, había un Alpha de túnicas verde hoja sosteniendo en sus manos un abanico exquisitamente pintado; pero, en comparación de otros nobles ricamente vestidos, sus vestiduras parecían ser simples, sin embargo, debido a esto poseía el aura romántica, natural y distinguida de una persona erudita. En ese momento, él estaba viendo en silencio al Omega de ojos amatistas, y había algunas oleadas de cierta emoción en sus ojos.

Ese Alpha era Nie HuaiSang.

En ese momento, alcanzó a percibir una ligera risa que escapó de los labios del Omega, sin embargo, no pudo identificar ninguna emoción en ella; era demasiado suave para ser una risa burlona, y demasiado tranquila para ser de felicidad. Era como un vino añejo que contiene sabores complejos y despierta demasiados sentimientos en el corazón.  

Jiang WanYin levantó los ojos sin ondulaciones y fijó la mirada en la figura que sostenía el abanico.

 En el corazón de HuaiSang hubo cierta inquietud, como si estuviera caminando solo en la profundidad de algún bosque milenario y una bestia estuviese al acecho. Jiang WanYin rió de nuevo, esta vez todos pudieron escuchar la risa cantarina, pero ésta vez, su mirada estaba puesta en el joven maestro Wei, por lo que estaba claro que era una burla.

“¿Realmente tuvo el coraje de burlarse del Omega Wei?” era el pensamiento unánime de la multitud.

Esa sonrisa burlona iba acompañada de una intención asesina ligeramente disimulada. Sin embargo, cuando Wei WuXian volteó a ver, Jiang WanYin ya había girado la cabeza y se encontraba hablando con Lan WangJi.

“¿Por qué me siento molesto por escuchar eso?” Jiang WanYin estaba confundido, ¿Por qué había reaccionado de esa manera?.

Por otro lado, hubo un destello de luz en los ojos de Lan WangJi mientras sonreía levemente y se inclinaba hacia el Omega— Mi emperatriz, puedo ver que no me eres indiferente del todo.

— Su majestad tiene una muy buena opinión de sí mismo.— Jiang WanYin rodó los ojos.

Justo cuando había algo de silencio se escuchó una voz cadenciosa.— Su majestad, he preparado una pequeña demostración para esta ocasión.—

Los presentes vieron una pequeña figura delicada, piel blanca como la nieve, labios rojos, ojos grises que resplandecían con fuerza. Wei WuXian levantó la mirada, sus ojos se fijaron en el Omega que ocupaba el asiento al lado de Lan WangJi, entrecerró ligeramente los ojos sonrientes. Esa posición de Emperatriz le correspondía, y llegaría el día en el que él se sentaría al lado del Alpha Lan.

— Me alegra escuchar eso joven Wei, pero no es necesaria su participación. Estamos aquí para honrar al general Jīn, espero que pueda entender eso.— pronunció el Alpha al recibir la mirada asesina del Omega sentado a su lado.

— Este humilde entiende.— WuXian hizo una reverencia, antes de retirarse mordiéndose la lengua.

Después de un rato, Lan WangJi y Jiang WanYin se marcharon del lugar. Todos los nobles sabían que no podían seguir ahí, así que buscaron cualquier excusa para retirase uno por uno.

En CaiYi, dentro de la residencia Wei, se escuchó el sonido de una bofetada, y la marca de una mano quedó plasmada en la mejilla del primer ministro.

— SànRén, ¡¿Qué estás haciendo?!.— exclamó Wei ChangZe con ojos furiosos.

— ¿Que qué estoy haciendo? ¿Qué fue lo que hiciste hoy cuando A-Xian fué dejado de lado por el Emperador? ¡Eres el padre de A-Xian y no lo ayudas!

— ¿Fui yo quien buscó que mi hijo perdiera cara? ¿A caso no te diste cuenta que lo hizo por ese pequeño zorro que tiene a su lado?.— replicó el Alpha.

— ¡Jiang WanYin!¡Pequeño zorro! ¡Este agravio la familia Wei se lo cobrará el doble!.— la Omega apretó los dientes con furia y se mordió los labios hasta que sangraron.

En el palacio Río de Estrellas, podía vislumbrarse un par de siluetas bajo la luz de las linternas.

— WangJi, juega conmigo una partida de ajedrez.

— Es tarde, debemos dormir.— el Alpha se sentó al borde de la cama, si bien aún no habían consumado su matrimonio, al menos el Omega ya no lo mandaba a dormir en el piso.— Además, ¿Desde cuándo te gusta el ajedrez?

WanYin no respondió, en cambio, preparó el juego. Tomó para sí las piezas negras y dejó al Alpha las blancas. — Los dos ejércitos se enfrentan, éstos son mis soldados y ésos son los tuyos, ¿Qué tal competir por el mundo entero?

WangJi se levantó de la cama y se acercó a la mesa.— Está bien.— accedió. Después de todo, la vida real y el ajedrez tienen mucho en común.

Las piezas cayeron sobre el tablero como si realmente fuera una lucha en el campo de batalla. Después de una vara de incienso, no faltaba ninguna pieza en el tablero. Ninguno fue capaz de devorar las piezas del otro.

— WanYin, tu método de juego es muy bueno, pero, ¿De verdad quieres hacer esto toda la noche? .

— Me subestima demasiado su majestad.— no hubo terminado de hablar cuando una de las blancas fue derribada. Lan WangJi frunció ligeramente los labios. Estaba sorprendido, las piezas negras fueron capaces de darle la vuelta al juego y él no pudo hacer nada. Pronto, las piezas blancas comenzaron a desaparecer una por una del tablero.

Un atisbo de sonrisa surcó la mirada dorada del Alpha.— He perdido.

Bajo la tenue llama de las velas, WanYin sonreía levemente mientras sostenía una pieza entre sus dedos; la piel blanca y el negro creaban un fuerte contraste entre sí. La belleza era como un jade delicado, pero contenía la fuerza de una tempestad.

WangJi sintió cómo el hermoso zorro de las nieves arañaba suavemente su corazón con las tiernas garras, sus pupilas doradas adquirieron un brillo posesivo, quería enjaular al travieso zorro en lo más profundo del palacio para que nadie lo viese.

— WangJi.— pronunció suavemente.

El Alpha volvió a sus sentidos.— Está bien, has ganado. El cielo ya está oscuro, nos hemos saltado la hora de descansar.

— Bien.

A la mañana siguiente, cuando Jiang WanYin se despertó, no había rastro alguno del Alpha que durmió a su lado, no pudo evitar sentirse extrañamente decepcionado. Sacudió ligeramente la cabeza para borrar esos raros pensamientos intrusivos para enseguida ordenar que le ayudasen a vestirse.

Ni bien hubo terminado de hablar, cuando escuchó la voz de un emisario en la puerta de su palacio; sendos cofres de tesoros y telas hermosas le fueron entregados.

A lo lejos, unos ojos grises le miraron con envidia.

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Wohaaa, no tengo idea de qué hora es😅, pero... aquí les dejo otro "pequeño capitulo" (creo que me excedi)
Muchas gracias por leer y comentar.
Me animáis a seguir escribiendo ☺️☺️
Gracias ☺️💙💜
Recordad que os quiero 💙💜
Y por favor, no olvidéis cuidar vuestra salud ☺️☺️
Nos vemos en el siguiente capítulo!!!

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