Gemas únicas

442 72 4
                                    

El viento frío penetraba en la piel, las estrellas apenas perceptibles en el firmamento habían aparecido intentando traspasar beligerantes el manto nuboso que se cernía sobre ellas.
Y contrastando con el murmullo silencioso de la montaña donde el único sonido era el cantar de los grillos y el reconfortante susurro de las aguas corrientes de los riachuelos,el bullicio en la ciudad recién comenzaba, la vida nocturna era animada y colorida, puestos de linternas flotantes se extendían por todos lados, vendedores ambulantes de rarezas y cachivaches, junto al sonido melódico de las casas de arte y el delicioso aroma de la comida callejera que impregnaba el ambiente, si bien los habitantes de CaiYi eran notablemente más animados que los residentes de la montaña Lan, aún había una gran diferencia con la gente de YunMeng.
Mientras tanto, dos figuras ligeras recorrían la ciudad silenciosamente amparados en la penumbra por sobre los tejados, vagando silenciosamente por las calles como dos espectros.

WanYin no había prestado atención a nada más que no fuera la furia que corroía su cabeza; aún así, la voz de Wen Ning lo trajo de vuelta a la realidad.
— WanYin, la serpiente.
Los ojos de su brazalete brillaban de un violeta intenso en la oscuridad
— Sería problemático que alguien lo relacione con Sāndú-Shèngshǒu…
Jiang WanYin bufó.— estamos sobre los tejados, ¿Quién lo reconocería?.
— Nunca se sabe que espíritus malignos acechan en las tinieblas… es mejor tener cuidado.— susurró Wen Ning.
WanYin levantó una ceja y sus ojos se iluminaron arrogantes.— Que lo intenten.— una sonrisa de suficiencia se plasmó sobre sus labios debajo de la tela oscura que cubría la parte baja de su rostro.
Siguieron avanzando hasta llegar a una calle poco transitada; ambos saltaron desde el tejado aterrizando suavemente en la mitad de la calle desierta. Las farolas iluminaban soberbias las sombras de la noche como pequeños soles disipando la oscuridad. Éstas farolas, usaban el poder de los talismanes cómo combustible, probablemente fue la existencia éstos lo que marcó el comienzo de la vida nocturna en la ciudad.
Sin embargo, en esa calle solitaria, los dos jóvenes caminando destacaban inevitablemente, pero, algo hizo que se detuvieran repentinamente. Una multitud de dagas tan finas como papel volaron en su dirección rompiendo el aire a una velocidad sobrehumana, la intensión asesina era palpable.
Wen Ning arqueó las cejas con desprecio al mismo tiempo que un destello plateado danzó alrededor con una rapidez y gracia hechizante, el sonido del metal chocando fue lo único que se percibió en ese momento puesto que incluso los insectos dejaron de hacer ruido.
Un perfecto círculo estaba formado por las dagas incrustadas en el suelo con ambos Omegas ilesos dentro, los ojos de Jiang WanYin brillaron con anticipación y un asesino cubierto de ropajes negros salió de entre las sombras.
— ¡Vaya, vaya! Nada mal— una risa sardónica surgió de su garganta.— dijeron que el encargo no era más que un hermoso florero.— con la mirada recorrió a ambos Omegas de pies a cabeza.— ¿quien pensaría que fue capaz de bloquear mi ataque?, es una verdadera lástima que sólo sean un par de Omegas. ¿No es cierto, su majestad?
— ¡Tú! ¡¿Cómo?!— exclamó Wen Ning desconcertado poniendo en el acto su mano en la espada que colgaba de su cintura.
— ¡Oh! ¿Cómo?— una sonrisa se formó bajo la máscara.— sencillo, mi cliente no pagaría por mis servicios si se tratara de alguien insignificante. Además, esas preciosas gemas púrpuras son únicas en todo el imperio.
Jiang WanYin arqueó una ceja interrogante.
— Así es su majestad, usted es la única persona que posee unos ojos tan… especiales.— un suspiro emergió de su boca— Qué pena que sea la primera y la última vez que este humilde tenga el placer de contemplarlos…. Porque usted príncipe Jiang, morirá hoy.

ZORRO Donde viven las historias. Descúbrelo ahora