CURVAS SIN MIEDOS

CAPITULO 18

Chicas, el capítulo es largo, recomiendo leerlo con calma y con atención.

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CAPITULO 18

PASARELA DE ROSAS

Zahara

DÍA CERO

—¡No pises, tramposo! —acuso a Azahar.

—Tú eres la que está pisando. —responde.

Papá se ríe mientras mis maletas de ruedas siguen el compás de nuestros pasos.

—Mis niños, ¿no creen que están grande para jugar a quién pisas las líneas?

—¡No! —contestamos al unisonó.

Ambos me llevan del brazo con ternura, flanqueándome y protegiéndome de las cámaras que no dejan de capturar cada momento. Los paparazis están deseosos de obtener algo, cualquier cosa para alimentar los rumores que la prensa creo. Papá ha estado más atento, acompañándome y llevándome a cualquier lugar, igual que Azahar.

Evelyn cree que, si me muestro con mi familia, los paparazis dejaran de molestar. Hasta el momento no ha funcionado.

Me concentro en el calor reconfortante de los brazos que me rodean mientras que en los altavoces se escuchan los anuncios de los siguientes vuelos, el constante murmullo de los pasajeros crea una sinfonía peculiar.

No puedo evitar sentir una mezcla de emoción y nerviosismo ante la semana de la moda en París, aunque estaré con las chicas, es la primera vez, desde que comience a modelar que papá no podrá estar presente. Uno de los casos en lo que está trabajando se le complico y no puede delegarlo y, Azahar no podrá viajar conmigo ahora, pero irá en los últimos días del show para acompañarme.

Al llegar a la sala de embarque me encuentro con las chicas, están en compañía de sus familiares. Me acerco a saludar a cada una:

Annette esta con Declan, ella juega con su mano mientras que él le susurra algo en el oído, provocando que se ría.

Devi tiene en brazos a Mateo, quién esta algo dormido. Abre y cierra sus ojos a cada nada. Daniel esta con ellos, teniendo en sus manos un neceser de cosas personales de su mujer.

Evelyn se encuentra abrazando a su "amiga" Mila, podría decir que Mila es su pareja. Pero mi madrina nunca la presento como tal, además que nunca declaro ser lesbiana. Simplemente fluye sin etiquetarse.

Y finalmente, está Dulce, quién está acompañada de su abuela, Agatha. La única persona que parece recibir el amor que Dulce mantiene contenido. Cuando me acerco para saludarlas, Agatha me envuelve en un abrazo maternal que me hace respirar profundamente, pero Dulce apenas si me dirige la mirada al momento de saludarla. Trago saliva al enfrentarme a su actitud negativa. Desde que salieron los titulares, no me habla y apenas me presta atención.

Devi me mira y en su mirada encuentro ese mensaje silencioso de "ignórala hasta que se le pase". La pregunta que ronda en mi mente es "¿cuándo sucederá eso?". Trabajar en este ambiente incómodo no es lo que deseo, especialmente porque Dulce es mi amiga.

—Mi sirena, lamento no poder estar presente. —papá me habla—Pero te estaré mirando por la televisión, aplaudiré tan fuerte que lo podrás escuchar en Paris.

Sonrió para luego abrazarlo. Se ha estado disculpando toda la semana.

—Tal vez la sirena no se enoje si le envías un ramo de flores.