CURVAS SIN MIEDOS

CAPITULO 21

PREGUNTAS Y RESPUESTAS:

PARTE II

Catriel

—Última pregunta, señorita Egorova, ¿está en pareja o conociendo a alguien?

Mis ojos se mantienen en Zahara, quién parece sorprendida por el inesperado giro de la conversación. Sus labios pintados de rojo se entreabren y su mirada se encuentra rápidamente con la de Evelyn, buscando algún indicio de que responder.

Finjo no notar la mirada que me da Azahar a mi lado, con los brazos cruzados y rostro serio, espero pacientemente e intrigado que responderá. No imagino a Zahara contándole a la prensa que me conoció, además de que en este momento estamos en un tira y afloja donde la tensión está en el aire, sin embargo, ninguno de los dos hace nada para atravesarla.

Y en la forma en que la conozco, me veo obligado a romper dicha tensión.

—Sigo soltera.

—No contesto la segunda pregunta. —insisten.

Mis dedos ansían sostener un cigarro para soportar este ambiente lleno de pirañas, los reporteros están desesperado por saber más de Zahara que interesados por la nueva colección que lanzo la compañía.

—Puede que, si o puede que no, de todos modos, ustedes se enterarían de que estoy en pareja antes que yo.

Su comentario desata risas en la prensa, todos encantando con su respuesta. Mientras Zahara responde con gracia, yo me encuentro perdido en su persona, en como juega con sus dedos sobre la mesa o como cada cinco minutos pone un mechón de su cabello tras de su oreja.

La rueda de prensa llega a su fin y Azahar me hace una señal con la mano para que lo siga hacia el interior de las instalaciones de la compañía. Justo en ese momento, siento la vibración de mi celular en el bolsillo y, al sacarlo, me encuentro con un mensaje de mi hermana. Antes de poder leer el contenido, un empujón repentino me hace perder el equilibrio y el celular cae al suelo con un golpe sordo.

—Oye —grito, intentando detener a la persona que me empujó, pero se pierde entre la multitud que se dispersa rápidamente.

Vuelvo la mirada a mi celular, en la pantalla se hizo un rayón por la caída y respiro hondo para calmar mi creciente molestia. Lo guardo en mi bolsillo y sigo a Azahar hacia adentro.

Veo a Declan apoyado sobre un mostrador y me acerco hacia él, golpeando su espalda como gesto de saludo.

—Ey amigo, ¿viniste a apoyar a tu hembra?

Hago una mueca con los labios al escuchar el termino y antes de poder responderle, aparece la otra modelo morena, Annette.

—¿Como que hembra? —lo golpea en el brazo, sacándole un quejido a Declan —No puedes dirigirte a mi mejor amiga así, debes dirigirte a ella como bombón o sirena.

—Okey, okey. —levanta la mano en gesto de paz —Vuelvo a empezar, —con una sonrisita de diversión, dice—Ey amigo, ¿viniste apoyar a tu bombón?

Oculto mi sonrisa con una tos.

—Así está mejor, te ganaste un beso.

Annette lo agarra por el cuello y lo hace bajar a su altura para comenzar a comerle la boca. Arqueo una ceja al ver la intensidad con la que se besan y sintiéndome un mal tercio, los dejo a ambos para ir hacia Zahara, quién se encuentra conversando con su otra amiga, la que reconozco como Devi.

—¿Interrumpo?

Me encuentro con los ojos azules de Zahara que parecen iluminarse por mi presencia, provocando una sensación de calidez en mi pecho. Niega repetidas veces con la cabeza.