El sábado doce, Rosé recoge a Somi y Lisa desde temprano para pasar por la peluquería y hacer un par de compras, no solo para la fiesta, sino también para ellas mismas. Lisa alcanza a pensar en negarse, pero la chica de cabello castaño se le adelanta en amenazarla con que no quiere un no por respuesta; Somi, por otro lado, está contentísima.
—La temática es: "Un cumpleaños azul".
Las tres mujeres están dentro del carro de la psicóloga rumbo al centro comercial después de pasar a desayunar.
—¿Qué va a pasar con Somi?
—Ya lo conversamos, ¿verdad pequeña?
—Solo tengo permiso de estar despierta hasta las diez —repite obediente.
—Yo estaré con ella todo el tiempo, no te preocupes.
—Es mi responsabilidad.
—Pero yo quiero hacerlo —contraataca.
Somi y Lisa difícilmente le siguen el paso a Rosé entre tienda y tienda. La psicóloga entra y sale a toda velocidad cargando bolsas de todos los tamaños y colores que llena sin siquiera fijarse en el precio; al menos tres o cuatro veces, Lisa es mandada a su carro a guardarlas porque ni ella ni la niña pueden ya con más. Comidas, bebidas, vasos y platos de plástico, así como cubiertos, decoración, globos y montón de cosas que menciona en voz alta para ella misma sin darles tiempo a las otras dos de protestar.
Después de almorzar, la primera parada es una tienda para niños en la que Somi enloquece de felicidad.
—Escúchame, pequeña —se agacha a su altura—, quiero que corras por todo este almacén y busques el vestido de color azul que más te guste.
—¿Es de verdad? —pregunta con un brillo de ilusión.
—Claro que sí, el que quieras, no te fijes en el precio, solo en el color porque ya sabes la temática. El que te guste será para ti.
Rosé ni bien termina de hablar cuando Somi ya se ha perdido dentro de la enorme tienda.
—En cuanto a ti...
—En-en cuanto a mí...
—¿Qué usarás esta noche?
Lisa apenas se hace esa pregunta, todo lo que tiene en su guardarropa son un par de jeans desgastados que le quedan arriba de los tobillos, el par de converse rojos que Jennie le regaló y cuatro camisetas anchas de las cuales dos le regaló Bambam que ya no le quedaban; su hoodie que siempre usa encima es el que se encarga de "esconder" su falta de prendas de vestir, y digo "esconder" entre comillas porque las tres amigas sí que se han fijado en su escasez de outfits.
La chica del café desvía la mirada apenada, Rosé entendiendo de inmediato.
—¿Qué te gustaría usar? —pregunta amable.
—Es que...
—Algo que tú digas: "Esto siempre he querido usarlo si algún día pudiera..."
Flashback.
Lisa y Chittip están caminando por las calles mojadas de Cadsmorie una fría tarde. Los pies de la pelinegra apenas alcanzan a distinguirse debajo de la ropa abultada que su mamá le obligó a ponerse para cubrirse del clima.
—Perdón por traerte caminando tantas cuadras, pero dicen que es buena terapia para la bebé.
—No importa, mamá Chittip.
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UNA PARTE DE MI ALMA // JENLISA // (JENLISA JENNIE+LISA BLACKPINK)
RomanceUna parte de mi alma" debe su nombre a lo que es literalmente: Una parte de MI alma. Lisa es esa parte de mí que es vulnerable y con un montón de trastornos; mi parte neurodivergente (esa palabra la aprendí un día y me suena de lo más genial). Es es...