CAPÍTULO 77 UNA PARTE DE MI PASADO

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Lisa despierta a la mañana siguiente con el ruido de los truenos y el sonido de la lluvia que empapan la ventana; hace frío delicioso y el día está algo oscuro, pero es domingo y puede permitirse disfrutar de unos minutos más de sueño con su novia, quien en ese momento no se encuentra en el lado izquierdo de su cama.

—¿Jennie?

Sin respuesta. La pelinegra se pone de pie bajando las escaleras encontrando a su pelicorta de espaldas a ella preparando el desayuno, está usando nada más que su camiseta que muy bien la cubre toda. Lisa se acerca a abrazarla por detrás aspirando el aroma de su cabello.

—Buenos días, mi amor —saluda Jennie con una sonrisa cansada.

—Buenos días —besa su cuello—. Me dejaste.

—Quería prepararnos el desayuno, muero de hambre.

—¿Dormiste bien?

Jennie asiente volviendo a su tarea de servir los huevos en dos platos.

—Me siento un poco adolorida, pero estoy bien.

—¿Te hice daño? —pregunta Lisa muy preocupada.

Jennie ríe de su reacción dándole un beso para tranquilizarla.

—Cielo...

—¿Fui muy fuerte?

— Lisa, me diste exactamente lo que te pedí, lo que quería, no puedo estar más satisfecha de nuestra noche, me encantas —la besa de nuevo—. Ya te dije que estoy bien.

Lisa, aunque más tranquila, nota en su Jennie una energía diferente, algo nostálgica, adolorida; tal y como cuando se enferma, pero la nadadora no para de decirle que está bien y ella le cree. Porque cuando Jennie dice que todo está bien, es porque lo está.

—¿Quieres hacer algo hoy?

Lisa se encoge de hombros.

—Respuestas verbales, por favor.

—Yo-yo solo quiero estar yo y tú.

—Entonces estemos solo mí y tú.

—Somi...

—Rosé se llevó a Somi al zoológico desde hace como una hora, vinieron a pedirte permiso, pero estabas profunda y no quise molestarte, así que yo les dije que sí, espero que eso no te moleste.

—No —niega con la cabeza—, tú cuidas de Somi. Tú también la-la educas y puedes.

—Eres el ser más increíble del mundo.

El plan de tarde resulta ser de lo más normal en un principio, con solo Lisa y Jennie recostadas en la cama de la última charlando sobre sus vidas mientras la lluvia no para de caer. La pelicorta ha puesto a reproducir su música para leer, que consta de covers de piano amenizando perfecto su momento con su novia.

Lisa disfruta de la magia del momento y va contando a la chica recostada en sus piernas algunas anécdotas de su infancia con Bambam y Somi, que aunque en su mayoría son trágicas y tristes, también las hay muy graciosas.

—Es que-es que yo siempre pensé que las personas que salían en la televisión eran personas muy pe-pequeñitas y me daba miedo que pudiera pisarlas porque soy muy grande.

Jennie no puede contener más la risa.

—Yo-yo siempre me fijaba al caminar porque Bambam me dijo que podrían estar por ahí caminando.

—Ese Bambam —trata de respirar—, no sabía nada de ti.

—Le creí mucho tiempo hasta que Sorn me dijo que no era cierto, porque yo me-me preguntaba por qué no iban a nuestra cafetería. Pensé que no iban porque no teníamos mesas tan pequeñas.

UNA PARTE DE MI ALMA // JENLISA // (JENLISA JENNIE+LISA BLACKPINK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora