CAPÍTULO 67 VERDADES

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Si el menor de los hermanos es idéntico a su papá, Ningning, siendo la mayor, es la viva estampa de su mamá; postura erguida y elegante que se refleja también en su vestimenta seria, cabello largo negro azabache, ojos marrones y piel muy, muy blanca con una sonrisa de propaganda de crema dental para la televisión, que se ensancha todavía más al enfocar a su pequeña hermana bajando las escaleras.

La nadadora se apresura a su encuentro no pudiendo negarse a sí misma que la ha extrañado también. En su apretujado abrazo se permite aspirar su caro perfume y recibir esa descarga de energía imponente, pero maternal, que su hermana siempre le ha transmitido con un solo toque.

—Mi pequeña, ¿cómo estás?

—Muy bien, ¿y tú?

—Cansada, tía Lauren me tiene corriendo con un evento de la empresa y tengo que volver en dos horas, vine a almorzar a casa porque papá me contó que viniste.

—Mi hermana la empresaria responsable —molesta.

—Alguien tenía que cargar con el peso de tus elecciones —comenta con algo de veneno en la voz.

—Te habías demorado, Ningning —comenta Jennie con disgusto.

—¡Era un chiste!

—Pues qué chistes tan malos te avientas.

Jennie toma la mano de su hermano yendo juntos al jardín donde ya tienen montado todo un banquete digno de momento familiar.

En la cabecera don Harold Kim, quien sostiene a su derecha la mano de su esposa Michelle Kim, tan sofisticada como su nombre y apellido. Jennie y Jin se hacen espacio uno junto al otro al lado izquierdo de su padre, dejando lugar solo a Ningning y el abuelo Richard en las sillas restantes.

El almuerzo avanza sin pormenores, el tema de conversación principal siendo los negocios y los números, el evento importante en el que trabaja la empresa de la tía Lauren, la empresa de los Kim, Axtro Corp., Hendler Inc., y de camino ya que están, de la relación falsa de Kai con Jennie, tema que la chica estaba esperando que sacaran a la luz.

Durante toda la comida ni siquiera le preguntan nada de su vida o la universidad, como siempre; nada más su hermano se atreve a incluirla en la conversación, pero su propia madre evade o cambia de tema olímpicamente retomando asuntos de los que sí disfruta hablar más que de su descarriada hija.

—Kai estuvo de visita ayer por aquí, nos contó del viaje que hicieron en vacaciones, ¿la pasaste bien?

Jennie asiente simplemente.

—Ese tonto, ¿enserio vamos a hablar de él? —habla Jin —. Ni siquiera se han molestado en preguntarle a Jennie cómo está o cómo va con sus clases.

—Cariño, por favor, tu hermana es una mujer inteligente y su carrera no requiere de mucha sabiduría para aprobar un semestre, seguro que está todo bajo control —desmerita su madre empinando su tercera copa de vino.

—¡Por supuesto! Si el vivero que voy a montar en el patio de mi casa, las latas machucadas que colecciono a diario y la vida de hippie que voy a llevar no es de suma incumbencia en esta familia —comenta irónica—. Aquí lo único que importa de mi vida es cuántas veces me acuesto con Kai en la semana y la cantidad de hijos que tendremos.

—Jennie, sé prudente con tus palabras...

—Igual que tú, ¿cierto Ning? —ataca a su hermana—. Se me olvidaba que eres la hija perfecta y que tengo que parecerme más a ti para que me acepten en esta casa.

—Yo no soy la hija perfecta, es que me tienes envidia porque mamá y papá se sienten orgullosos de mí y tu resultaste ser una...

La mesa se sume en un silencio que dice menos que las miradas de Jennie y Ningning una hacia la otra. Jin ha dejado de comer esperando el momento perfecto para ponerse de pie e ir a encerrarse a su cuarto. Richard se refriega la cara sintiéndose de lo más frustrado por volver a presenciar una de las discusiones de sus dos nietas.

UNA PARTE DE MI ALMA // JENLISA // (JENLISA JENNIE+LISA BLACKPINK)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora