Lisa recuesta de a poco a Jennie sobre la cama de la manera más delicada sin dejar de besarla; continúa sus besos por el camino donde los dejó, acunando en su boca uno de sus senos mientras una de sus manos le dedica atención al otro.
La ingeniera pronto hace aparición en los pensamientos de la chica del café con sus explícitas instrucciones que Lisa quiso olvidar, pero no pudo, dando gracias ahora que tiene a Jennie gimiendo de placer debajo suyo como se lo dijo.
Una vez sensibilizada la zona, recurre a la otra besando, lamiendo y mordiendo con cuidado de no hacer daño a su novia y escuchando atenta a las órdenes de la chica de no parar de hacer aquello por unos largos minutos.
El paseo de sus labios continúa por entre su esternón marcando con su lengua el bonito tatuaje que ahí reposa, hasta su marcado abdomen que lanza corrientes eléctricas por su cuerpo. La humedad crece cada vez más dentro de ambas, Lisa siente doler su entrepierna y Jennie ni se diga... los besos de la chica sobre ella son una exquisita tortura que no sabe cuánto más podrá aguantar.
La pelinegra se acerca por fin al punto en el que es necesitada con mayor urgencia retirando las prendas que la separan de su elixir; allí se detiene a observar con descarada atención logrando sonrojar a la nadadora.
—No tienes que hacerlo si no quieres —se incorpora llamando su atención.
—Sí quiero —afirma segura—, solo no quiero decepcionarte.
—Ven aquí.
Jennie la atrae a sus labios en un beso con lengua atrevidísimo que la sorprende hasta a ella misma. Lisa siempre ha sido experta en adaptarse al ritmo que la otra chica le marca y eso es lo que ella quiere mostrarle, que lo único que debe hacer es prestar atención a lo que a ella le encanta y seguirle el juego, que la mejor señal de que está haciendo las cosas bien son los sonidos de placer que salen desde lo más profundo de su garganta.
—Bésame justo así en ese lugar y me llevarás contigo al cielo, te lo juro —jadea con las pupilas ensombrecidas.
Lisa bien cargada de valentía y contagiada de éxtasis, regresa su atención de vuelta a lo que estaba segundos atrás haciendo justo lo que le fue ordenado; allí donde Jennie le acomoda la cabeza hundiendo sus manos en su cabello, es exacto de donde no se separa hasta que ha saboreado hasta la última gota de su manojo de nervios.
—Dios, sí... me encanta —jadea en cuanto su cuerpo se arquea para tener mejor contacto con la boca de Lisa —. Mmmh...
Su novia sabe tan bien, Lisa toma una nota mental de eso.
El olor que desprende su cuerpo y su piel, tan natural, su cabello desordenado por el roce con la almohada, sus labios hinchados de tantos besos, sus pechos rosados y esa sonrisa lasciva en el rostro más las palabras sucias que se le escapan de repente por tanto placer, son ante los ojos de Lisa lo más maravilloso que ha visto y experimentado jamás. Nada le alegra más que estar viviendo junto a Jennie sus primeras veces en todo, el universo no pudo haberla premiado con alguien mejor para eso.
Jennie se regocija en la mirada inocente de su novia con las mejillas también sonrojadas.
—Bésame —la atrae hacia sí.
—Pe-pero acabo de...
Sin darle tiempo a más excusas, Jennie se apodera de su boca sintiendo su propio sabor en los labios de su novia deleitándose; en un abrir y cerrar de ojos, es ella ahora quien tiene a Lisa bajo su poder retirando el resto de las prendas que les impiden sentirse por completo.
—Te amo Lisa —se permite una pausa.
—Yo te amo más —la mira con adoración—. No-no-no quiero arruinarlo.
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UNA PARTE DE MI ALMA // JENLISA // (JENLISA JENNIE+LISA BLACKPINK)
RomanceUna parte de mi alma" debe su nombre a lo que es literalmente: Una parte de MI alma. Lisa es esa parte de mí que es vulnerable y con un montón de trastornos; mi parte neurodivergente (esa palabra la aprendí un día y me suena de lo más genial). Es es...